Leía estos días una columna de 2007 rescatada por Hacker News en la que alguien que sabe de esto decía textualmente que ‘Microsoft está muerta’. El autor del ensayo era Paul Graham, inversor de capital riesgo de éxito y que entre otras cosas es responsable de la creación de la célebre Y Combinator. De esta incubadora han salido cosas muy chulas, y entre ellas la citada Hacker News.
El ensayo de Graham es impecable en muchos aspectos, y resulta especialmente sorprendente leer este análisis tras todos estos años. Muchos hubiéramos pensado que Microsoft estaba matarile en 2007. No matarile matarile, a ver: matarile desde el punto de vista del usuario final. Graham lo expresa muy bien en dos frases estupendas.
La primera, «Nadie tiene miedo ya de Microsoft. Ganan un montón de dinero —también lo hace IBM, por ejemplo—, pero no son peligrosos».
La segunda: «Windows es para abuelitas, como los Macs solían ser en los 90. No es que el escritorio ya no importe, sino que nadie a quien le importe usa Microsoft de todos modos».
Eso último era una exageración brutal. Microsoft no era ni mucho menos para abuelitas. No a menos que en ese grupo entrasen cientos de millones de usuarios empresariales que lo usaban entonces y lo siguen usando ahora. Windows sigue teniendo un valor excepcional en el entorno profesional, y dudo que deje de tenerlo a corto e incluso medio plazo.
Ese análisis es especialmente visionario en ese efecto sísmico que causaron las aplicaciones web. «Todo el mundo puede ver que el escritorio se ha acabado. Ya parece inevitable que las aplicaciones vivirán en la web. No solo el correo electrónico, sino todo, incluido Photoshop». Graham, recordemos, dice esto en 2007, cuando muy pocos veían que algo así estuviera tan claro como él decía. No dijo entonces nada de cosas como el streaming de contenidos y tampoco menciona las redes sociales que lo han cambiado también todo y son plataformas web, pero claro, MySpace era lo más en aquella época y supongo que no se veía tan claro hasta donde podía llegar aquello. Google, de hecho, esta era para Graham «la empresa más peligrosa actualmente de lejos».
La última de las razones a las que aludía este inversor para enterrar a Microsoft era Apple, que con OS X había resucitado y que gracias a ello se había convertido en la opción natural para la audiencia de Y Combinator. Tener un MacBook era la norma, y Linux era la alternativa. Que un desarrollador o un emprendedor usase un equipo basado en Windows estaba mal visto. Eso fue así durante cierto tiempo, pero las meteduras de pata en esos equipos acabaron haciendo mella. Por supuesto la caída de los MacBook (que tampoco ha sido brutal) ahora quedará olvidada con la llegada de esa revolución que Apple ha planteado con sus chips M1.
El caso es que este inversor condenaba a Microsoft a convertirse en la nueva IBM. La daba por muerta como empresa de la que todos tenían miedo, y pensaba que jamás serían tan relevantes como lo fueron.
Lo curioso es que Microsoft no estaba muerta. Cometió algunos errores más —su fracaso en móviles es notable y muy significativo— pero la llegada de Satya Nadella fue un verdadero revulsivo para una empresa que ciertamente no da ya miedo a casi nadie porque precisamente ese es su juego: ahora quieren ser amigos de todo el mundo, y sobre todo de Linux y el Open Source.
Es ciertamente sorprendente cómo Microsoft sí ha vuelto a ser relevante. No es la relevancia de antes, pero han logrado convertirse en una empresa que sigue siendo imprescindible (o muy útil) en muchos ámbitos. Office 365 es un ejemplo de ello: a mí me deja alucinado que las empresas sigan pagando por una suite ofimática en tiempos de Google Docs, por ejemplo, pero entiendo que es una opción cómoda, sencilla y que funciona. Y luego está todo lo demás, desde Azure a una división Xbox que va para arriba gracias a Game Pass.
Será interesante ver qué tienen preparado para el futuro, y aquí el hipotético desarrollo de un chip ARM para sus servidores y sus equipos Surface podría ser muy, muy importante, pero solo si solucionan las limitaciones de un Windows 10 que aún no está fino para esa arquitectura. Si logran pulir esos problemas, puede que vuelvan a dar un poco de miedito.
Microsoft, por tanto, no estaba muerta. Lo que ha cambiado, desde luego, es que ya no da miedo a (casi) nadie. Bien por las predicciones fallidas y por cómo se equivocan todos los que matan empresas, productos y tecnologías antes de tiempo. Yo he matado recientemente a Intel, y espero desde luego equivocarme con mi predicción.
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Microsoft es una bestia parda, tiene músculo para reciclarse sine die sino se duerme. Tuvieron buen ojo poniendo a Nadella, y tito Phil es un grande…
Lo de ARM y lo de las app web, no creo que les tuerce el tobillo: están bien posicionados para colocarse en ambos escenarios. Mucha gente depende de Windows, de Office y de Azure… Pueden moverse y su I+D es muy potente.