La frase es de Peter Thiel, uno de los cofundadores de PayPal y también de la misteriosa —y diría que maligna— Palantir Technologies. Es también frase estupenda, y una que hace dos cosas. La primera, resume nuestra realidad empresarial. La segunda, plantea además una pregunta.
¿Por qué (casi) todo el mundo hace startups para competir?
En Hacker News me encontraba ayer con el vídeo de un tipo llamado Garry Tan del que no había oído hablar en mi vida. Cuando terminé de ver el vídeo, me suscribí inmediatamente. Me encantó su forma de explicar las cosas en un vídeo en el que hablaba de qué startups deberías crear.
«Todo el mundo está haciendo la misma aplicación de compartir fotos, de podcasting, planes de viajes o eventos locales. Probablemente porque queremos lo que otros quieren. Son las mismas ideas, una y otra vez».
Es cierto. Lo vemos por doquier. Muchas startups nacen tratando de hacerse un hueco en un sitio que ya está súper plagado de gente que lleva tiempo haciendo eso mismo o que lo hace que te cagas. O las dos cosas. Me viene a la mente la nueva red social de moda durante los próximos tres días, Parler, y que tiene más o menos las mismas opciones de triunfar que tuvo aquella app absurda llamada Yo. ¿Os acordáis de ella?
La misma que tienen también aplicaciones como Mmhmm o Hey, todas con nombres bastante raritos (por no decir otra cosa) y que tratan de entrar en segmentos en los que es muy difícil entrar porque ya están demasiado asentados.
Si tu startup entra en uno de esos mercados, lo tiene muy difícil. «Las startups más famosas no eran nada famosas cuando comenzaron». El comentario es un poco estúpido, pero creo que se refiere al hecho de que las ideas que intentaban plantear eran nuevas e incluso raras. En cierto sentido, apunta Chris Dixon, de Andreesse Horowitz, esas startups eran casi «juguetes». El problema es que hay cientos de miles de personas intentando hacer lo mismo para triunfar, explicaba Tan.
El chico, debo reconocerlo, es un poco vendemotos. Un poco gurú de algo que él mismo no ha logrado. Tan trabaja invirtiendo en startups en un fondo de capital riesgo, así que de lo que sí sabe (o parece que sabe) es de startups que pueden petarlo. Invirtió por ejemplo en Patreon (ey, si os gusta Incognitosis igual os queréis apuntar a mi Patreon, por cierto), y cuando dijo esto a mí se me encendió una bombillita. No una sobre la próxima startup que voy a montar, sino la que me lleva a pensar en cómo saber si esa startup que se os ocurre montar puede tener futuro.
El primer requisito, claro, es que no haya competencia. Eso es lo ideal, pero como es prácticamente imposible porque (parece que) ya está todo inventado, aliviaría ese requisito. Que al menos haya poca competencia o sea mala.
El segundo, que vuestra idea sea la solución a un problema real. No a uno que es una pijada de problema, no. A un problema que exista. No intentéis crear soluciones a problemas que no existen. Eso no suele funcionar, ni siquiera para las empresas ya establecidas que lo hacen una y otra vez. Lo suyo es que detectéis una necesidad real y la cubráis.
A lo cual, claro, diréis, «Anda, JaviPas, ahora tú vas de vendemotos». Pues sí. Un poco. El tipo este me ha inspirado, y como no tenía otro tema del que escribir hoy me he decidido a contaros que yo tengo mi propia idea de startup, y es una idea que no va a funcionar nunca porque 1) hay una competencia del copón y 2) no resuelve un problema crucial. Resuelve más bien un problemilla de nicho, y ponerme manos a la obra para convertir esa idea en algo real me una pereza del copón. Probablemente si se cumplieran los dos requisitos no estaría aquí escribiendo de esto: estaría jugando al Battlefield trabajando como un poseso para poner en marcha esa idea.
Y ya sabéis, si tenéis una idea y creéis que es la bomba, a por ella. Por si acaso, eso sí, consultadlo con amigos y conocidos en los que confiéis: quizás ellos os puedan dar comentarios interesantes. Si creen que vuestra idea es una tontería, preocupaos. Si creen que es demasiado rara, que es un juguete, igual vais por buen camino.
Imagen | Unsplash
Lo de este chico parece un poco el rollo de la estrategia del océano azul, no?
https://es.wikipedia.org/wiki/Estrategia_del_oc%C3%A9ano_azul
Diría que no es exactamente lo mismo. Parece que esa estrategia está dirigida a competir pero en plan complementando soluciones de unas y otras empresas no?