Unos cuantos andaréis por ahí felices y desocupados disfrutando de las vacaciones de semana santa, pero en Estados Unidos pasan de procesiones y de pasos —por cierto, WTF es esto— y los responsables de Sony y Microsoft han querido animar el cotarro en el segmento de las consolas con dos anuncios que hablan del presente y el futuro de las consolas según sus grandes referentes.
La PlayStation 5 o PS5 —veremos si acaba llamándose así— fue la primera en ser revelada en una entrevista en Wired. Mark Cerny, que manda a tope y decide cuál será el hardware para sus consolas, explicaba allí cómo en esa consola de próxima generación Sony ya tiene preparado una apuesta en la que todo es como muy prometedor.
Para empezar, el prometedor procesador octa-core de AMD con arquitectura Zen 2 que podría ponerle las cosas muy complicadas a Intel. En segundo lugar, la prometedora GPU AMD con arquiectura Navi que podría ponerle las cosas muy difíciles a NVIDIA. Y en tercero, la prometedora retrocompatibilidad que podría ponerle las cosas (aún más) difíciles a Microsoft.
Pero claro, con Sony todo son promesas, y aquí se pasaron un poco de frenada con el comentario de que esta consola soportará ‘gráficos 8K’, lo que a estas alturas es como no decir nada. Sobre todo porque no dijeron nada de jugar en 8K, así que yo diría que el soporte de esa resolución será testimonial en juegos salvo por la capacidad de hacer upscaling para poder disfrutarlos en teles 8K… si es que tienes una de estas, algo que a priori parece que no será demasiado común hasta dentro de 3 o 4 años.
No entiendo muy bien esa entrevista ni esas prisas por hablar de la PS5, aunque intuyo que la cosa tuvo algo que ver con el lanzamiento hace unas horas de la Xbox One S All-Digital Edition, que a mí me parece una oportunidad perdida de Microsoft. Primero, porque podrían haberla diferenciado mucho más con otro color para la carcasa y otro nombre (Xbox One SX o algo así), y segundo porque si como parece la diferencia de precio será de 50 dólares comprar este modelo no tiene para mí ninguna justificación. Por esos 50 dólares te aseguras tener algo que puede que apenas utilices, pero que siempre estará a tu disposición si lo necesitas: esa unidad Blu-ray capaz de leer discos BD UHD, que no es moco de pavo.
¿Por qué ha hecho Microsoft este movimiento? Pues porque con la consola lanzan ese pack conjunto de Xbox Game Pass y Xbox Live Gold que precisamente hace que la consola cobre mucho más sentido. Aún con el encanto de Game Pass, el catálogo disponible no tiene todo lo que un jugador puede desear, así que no acabo de verle el encanto al tema cuando puedes aprovechar ese Xbox Game Pass Ultimate con la Xbox One, la Xbox One S o la Xbox One X si te mola el tema.
El problema que soluciona la Xbox One S no existía, y ya sabéis que yo soy muy poco fan de las soluciones que aparecen solo para resolver problemas nuevos que ni siquiera teníamos. Y hoy por hoy, creo, no teníamos un problema con la Xbox One S, que en mi opinión es una consola espectacular por precio y prestaciones. Más de una vez he estado tentado de vender mi Xbox One (Day One Edition, la compré prácticamente en cuanto la anunciaron) para comprar una blanquita y librarme del ladrillo de adaptador que condena un poco a la versión original, pero siempre resisto porque al final no me aporta demasiado ese gasto de dinero: casi es más un capricho que otra cosa.
Y como no soy muy de caprichos, soy de la opinión que esta Xbox One S «todo digital» es un capricho de Microsoft, sin más. Uno que probablemente no tenga buena acogida en buena parte del mundo y que llega en un momento complicado: uno en el que los usuarios precisamente no están pensando ya en el presente de las consolas, sino en su futuro.
Ese futuro podría ser el de la PS5, pero podría ser otro muy distinto: uno en el que la consola ya no tenga sentido porque jugaremos desde cualquier dispositivo, por cutre que sea en especificaciones, gracias a que lo haremos todo en la nube. Ese Netflix de los videojuegos está al caer, y aunque creo que la PS5 y la Xbox Two (o como se llame) seguirán teniendo su encanto para muchos usuarios, este es el principio del fin de esta era. Curioso ver como hace 10 años me preguntaba por aquí si las consolas estaban muriendo.
Una era estupenda y maravillosa, sin duda. A esperar lo mejor de la que viene, que desde luego va a tener mucha miga.
La verdad es que no ha sido muy bien recibida la nueva One S «all digital». Más interesante es la fusión de los servicios digitales online, algo en que MS da un largo repaso a Sony. Te olvidaste de otra de las promesas de Mark Cerny, la retrocompatibilidad (donde MS lo ha hecho muy bien). La cuestión es si el salto gráfico de esta nueva generacion de consolas va a valer la pena… porque yo ya estoy disfrutando de un Xeon + Gpu tocha en GeforceNow vía online y Steam. Va muy bien (con fibra) y francamente, a las consolas, en mi opinión, solo les va a quedar la opción de los exclusivos y su supuesta capacidad para el «Plug ‘n play»…
Para GeForce Now lo que precisamente no necesitas es un PC o consola potente, esa es la clave del streaming de videojuegos. Y sí que he mencionado la retrocompatibilidad!
Cierto, perdón! No leí bien, d’oh! Mil disculpas.