Tecnología

Mi SJCAM un año después: de la ficción a la realidad

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Las cámaras de aventura están por todos lados. Yo mismo las recomiendo cuando hablo de potenciales ofertas, pero quería contrastar esa realidad con otra muy distinta: la de su validez real en mi caso.

Los Reyes Magos me trajeron una SJCAM SJ5000+ hace algo más de un año, y de hecho hablé sobre mis primeras impresiones con este invento el verano pasado. Como decía entonces:

GoPro -ahora un poco de capa caída- nos pintó un mundo de color de rosa en el que de repente todos podríamos grabarnos haciendo el cabra con la bici, la tabla de surf o la de snowboard, pero la realidad es que esa alocada vida solo la llevan unos pocos zumbaos que desde luego cuando graban vídeos con estas cámaras le dejan a uno llorando. “Qué hago tecleando esto y no subido a una bici en Australia para luego hacer un poco de salto base“, dirán muchos.

Pues cuidar de tu familia, alma de cántaro. Qué vas a hacer.

Ese párrafo no solo sigue siendo válido tras estos meses, sino que se ha visto confirmado de forma contundente por mi propio uso de la cámara de acción. Que ha sido, por cierto, muy esporádico. En verano la saqué en esos primeros chapuzones estivales para grabar sobre todo bajo el agua a mis niños —admito que el resultado es muy simpático—, pero pronto me cansé de esas grabaciones y la cámara quedó aparcadita en casa.

Este pasado finde volví a utilizarla en un viaje de esquí en el que además de hincharme a esquiar a toda pastilla me di cuenta de lo acertado que fue comprarme el Galaxy S7. Qué fotazas, amigos lectores. Qué-fo-ta-zas. Combinar además el smartphone con el smartwatch también tuvo su parte simpática para registrar los datos sobre las bajadas con la aplicación Ski Tracks, que me compré hace tiempo y que me permite luego estudiar mi rendimiento en las pistas presumir de velocidades máximas con amigos y conocidos. Mis modestos 78 km/h se quedaron en una castaña al lado de los 104 km/h que logró un compi de viaje bastante más joven y (por lo visto) sin miedo a morir. Da igual: como digo, molaba lo de ir combinando reloj y smartphone para pausar el registro de datos o su consulta. Si a eso le unimos lo de que sacar el móvil del abrigo/pantalón es un tostón importante al esquiar, el smartwatch volvió a demostrar su validez práctica en estos escenarios. Muy friqui.

Pero como decía, lo que no demostró su validez práctica fue la SJCAM, que se quedó guardadita en una mochila todo el tiempo. Solo la sacamos para grabar un ratito uno de los días, y en lugar de situarla en el casco —por cierto, cómo ha cambiado el cuento, todo el mundo esquía ahora con casco— el rápido del grupo se la colocó con un arnés para le pecho que la dejaba bien orientada.

¿Cuál fue el resultado? Pues más o menos el que ya publiqué en el post de hace unos meses. Sin estabilización de imagen la cosa no queda muy allá, pero aplicaciones como Hyperlapse pueden apañar ese apartado aunque eso afecte a la definición de la imagen. Lo que no pueden apañar es la calidad y definición del vídeo, que al menos en el caso de la SJCAM es tan solo decente. Cuando uno graba a 1080p se espera eso, 1080p, pero lo cierto es que este modo de grabación parece más bien un 1080p chinorri, porque la imagen está regulín. No es lamentable, ojo, pero para ser un 1080p decepciona.

La prueba con la cámara de acción quedó aún en peor lugar cuando hice una minigrabación bajando con el S7 para ver cómo se portaba. La definición de la imagen y la calidad de la misma le daba 1.000 vueltas a la SJCAM, algo que me dejó claro que si te quieres grabar esquiando no tendrías por qué comprarte una cámara de acción. Lo que deberías comprar es algo como esto:

¿No os parece? Un arnés para tener el móvil grabando (por cierto, en la foto lo han colocado al revés) aprovechando el móvil. Ahorras peso, te evitas gestionar y cargar dos cacharros y además sacas provecho de la cámara del smartphone, que si es medio decente probablemente sea superior a la de la mayoría de cámaras de acción actuales.

El ejemplo perfecto es el mío, pero claro, eso no quita que la SJCAM pueda tener su atractivo como cámara de batalla: la carcasa evita que puedas tener sustos graves (mejor romper esta que el móvil), y además que puedas grabar con garantías bajo el agua, algo que a pesar de lo que digan es mejor no probar con smartphones resistentes al agua.

Me temo que ese será el único uso que dé a mi SJCAM en el futuro, porque si me planteo grabarme esquiando en el futuro lo más seguro es que acabe usando el móvil, que con una buena carcasa que lo proteja (aquí sí que te puedes comprar una especial para no tener sustos en estos escenarios) se convierte en una cámara de acción fantástica.

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12 thoughts on “Mi SJCAM un año después: de la ficción a la realidad

  1. Yo tengo una SJ4000 y te cuento mis usos:

    Playa, piscina, niños, verano. Igual que tú.

    Anclada en la moto o en el pecho, con arnés, para salidas en moto. Pero anecdótico, una vez o dos, para recordar la experiencia (pero no ese día en concreto, sino la experiencia genérica de salir con la moto o con esa moto en particular, a lo sumo).

    En trackday, dentro del coche, junto con otras cámaras.

    Ahora la estoy usando en algunas clases de equitación para comprobar desde fuera las malas posturas que pongo y que encima del caballo no soy capaz de apreciar. (Le pongo el arnés a mi profe y luego lo revisamos en el tablet).

    Para mí, las ventajas frente a un móvil son la capacidad de almacenamiento (intercambias microSD muy rápido si te hace falta) y la compatibilidad con carcasas, arneses, trípodes y toda suerte de fijaciones.

    Aparte la lente ojo de pez y las baterías intercambiables las hacen más aptas en general.

    Pero sí, es cierto que de la imaginación a la realidad hay un salto: No sé si llegaré a 20 horas de vídeo al año con este tipo de cámaras.

    • ¡Ah, y se me olvidaba! De los mejores usos: Ponérsela a los niños.

      Mi hijo en la bici (con arnés) está deseando repetir. Y es un show ponérselo (de nuevo, con arnés) y dejarlo grabando mientras se mueven por casa. Luego te echas unas risas. Te descubre más su forma de pensar.

    • Gracias por compartir tu experiencia también Uxío, sí señor, todo un jinete 😉 Como sucede con otras actividades, creo yo, aunque puedes darle usos interesantes me temo que para el usuario normal que se quiere grabar de vez en cuando la cosa tiene un atractivo limitado.

      Lo del almacenamiento está bien sobre todo si realmente vas a grabar mucho, pero al final también puedes intercambiar tarjetas microSD en muchos smartphones sin que sea especialmente complejo. Lo mismo con el tema de baterías (las externas funcionan muy bien), aunque en tema carcasas es verdad que el sistema de las GoPro se ha extendido y ahora ahí tienes todo tipo de opciones que molan. Supongo que no será difícil adaptar eso al mundo smartphone… si es que no lo han hecho ya.

      En cualquier caso como cacharrito simpático para algunas ocasiones está muy bien. Eso sí, yo no invertiría demasiado dinero en ellas: cualquier modelo de 50 euros puede resolver la papeleta. Si quieres algo más puedes experimentar primero con esto y ver si luego quieres «crecer».

    • Bueno, en la nieve difícil, para eso además está la carcasa que lo protege y con la que deberías ponerlo en el arnés. Como decía en el texto, puede que no uses carcasa normalmente, que es de blandengues, pero si quieres usarla de cámara de acción lo recomendable, claro, es utilizar una especialmente protectora, por horrible que sea o por mucho que haga parecer tu móvil un mazacote.

  2. Yo me compré una en cuanto nació la peque, sabía que la iba a usar en playas y piscinas, al final la he usado bastante, cuando voy de viaje la llevo en el bolso, vale que con el movil se hacen mejores tomas, pero para algunas algo «arriesgadas» o como dicen por arriba, aquellas en las que el ojo de pez sea necesario… pues al final la he usado bastante e incluso me animé a hacer algún vídeo entrenando, aprovechando que un colega estaba ingresado en el hospital y había que animarlo, probé la cámara para esos menesteres y la verdad, el estabilizador se echa bastante en falta y para muestra un botón (mejor dicho un enlace xD)

    https://www.youtube.com/watch?v=I7c355QELCM

    https://www.youtube.com/watch?v=CbDvhXT2ePQ

    Lo se, lo se, para contrataciones y ediciones profesionales, por privado, estaré encantado de recibiros aaajajajjajjajajaj.

    Resumiendo, que el juguete, si puede llamarse así, cumple muy bien su función.

    • Je, los vídeos están graciosos y como dices para trastear las cámaras molan, pero tienes que tener claro lo que podrás y no podrás obtener de ellas. Para esos vídeos atento al programa Hyperlapse Pro de Microsoft del que te hablaba: te coge el vídeo y te lo estabiliza aunque en la versión gratuita te añade marca de agua.

  3. Ion says:

    Epa. La tablet chuwi es la VI10, NO la HI10.

    Cuando he visto ese precio he pegado un salto de narices. La HI10 (con Z8350) ha estado en 145€ un par de veces (Black friday y post-navidad) pero no me venía bien entonces. Ahora estoy esperando a que baje de 150 otra vez…

  4. Jonbas says:

    Hola Javi. Por tus comentarios me puedo imaginar cómo se ven las imagenes de la sjcam. Y es verdad, las imagenes no estabilizadas son algo decepcionantes. Y estoy de acuerdo en que el uso de una camara deportiva al final es residual para la mayoria de los mortales. No puedes sacarla todos los findes potque te hartas de ver lo mismo a la tercera ocasion, pero si viene bien para ocasiones especiales que quieres recordar. Pero no todas las camaras van igual. No puedo comparar una gopro hero 4 o 5 porque no las he probado, pero te aseguro que el estabilizador de las sony va de cine y da gusto ver lo que grabas, bien esquiando o en bici. Como en todo, hay cámaras y cámaras.

  5. Pingback: Ofertas de viernes #10 | Incognitosis

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