Tecnología

Los 11 fracasos de Linux

·

¿A que habéis hecho click por el titular sin pensar demasiado? ¿A que sí? Pues a eso vamos: a analizar el porqué de esa afición por los titulares llamativos. A tratar de descubrir por qué probablemente nunca hubiérais hecho clic en el enlace aquí o en redes sociales si esto se hubiera titulado así:

«Periodismo y titulares a debate: análisis de los argumentos sociales y psicológicos que influyen en la interacción humana en los medios digitales.»

Por ejemplo, vaya. 

Creo que en alguna ocasión he comentado cómo uno de los retos más curiosos a los que nos enfrentamos los que escribimos en los medios es el de poner titulares. Eso es en sí todo un arte, sobre todo ahora que esos titulares no solo sirven de resumen (o adelanto) del contenido, sino que son el pilar sobre el que se asienta que un artículo se comparta o no en redes sociales y acabe siendo visitado por otros. 

Ahí es donde entran en juego las técnicas que tratan de generar más tráfico a base de hacer uso de titulares llamativos e incluso sensacionalistas. Buena parte de la reputación de un medio está asociada a los titulares, y aquí ciertas prácticas son difíciles de hacer olvidar.

buzzfeed2

Me pasaba en The Inquirer ES, donde me tacharon de amarillista una y otra vez (no sin parte de razón, pero el tono era el de la publicación inglesa) y también ocurre en BuzzFeed, que recurre más de lo deseable a artículos en forma de listas (listicles). Este medio ha logrado darle la vuelta a la tortilla últimamente con muy buenos contenidos, pero aún así sigue haciendo buen uso de ese noble arte por la sencilla razón de que funciona. 

De hecho lo de generar titulares llamativos, lo que comúnmente conocemos como clickbait, es algo relativamente sencillo. Leía en Engadget el otro día como un desarrollador llamado Lars Eidnes había creado un generador de titulares llamativos gracias nada menos que al uso de las Redes Neuronales Recurrentes: el tipo cogió su algoritmo, lo puso en la coctelera con 2 millones de titulares de Buzzfeed, Gawker, Jezebel, Huffington Post y Upworthy (todas grandes referencias a la hora de crear titulares irresistibles), y se sacó de la nada ese curioso generador tras aplicarle a la mezcla un poco de GPGPU vía una NVIDIA GTX 980. 

El resultado: un generador que ofrecía titulares bastante aceptables. «La mayoría son gramaticalmente correctos, y muchos de ellos incluso tienen sentido«. Lo mejor de todo es que uno puede pasearse por esos titulares gracias al sitio web Click-o-Tron, creado a imagen y semejanza de los grandes del clickbait, y que demuestra que como decía el autor esto podría convertirse en una «fuente infinita de periodismo estéril, disponible sin coste… y que forzaría a otros productores de periodismo estéril producir otras cosas«. 

La cosa no para ahí, desde luego, y este tipo de herramientas ya existían aunque probablemente con menor calidad -o al menos, con menor base técnica-. San Google nos ofrece resultados a patadas, y está este generador de titulares tipo Upworthy, este que hace lo propio siguiendo el ejemplo del Daily Mail (otro que tal baila), este de titulares clickbait o este que va más allá y genera «remezclas» de titulares reales de varios medios. El resultado es… raro.

unshutheadlines2

Hay otras herramientas que van de lo gracioso a lo interesante. En este otro generador podéis tener un recurso interesante: metéis el término sobre el que habláis, y él os genera el titular. Cuando metí la palabra «headlines«, por ejemplo, me creó un titular bastante curioso: «Why headlines are afraid of the truth«. ¿Mola, que no? Y si eso no es suficiente, también podréis poneros a prueba con el analizador de titulares de CoSchedule, que le da una puntuación a tus titulares (en inglés) en base a ciertos parámetros específicos. Yo he analizado los de The Unshut y parece que no lo estoy haciendo muy bien. Sh*t.

Yo de momento ya me estoy planteando generar los titulares en mi pequeño blog sajón con estas herramientas, pero puede que pronto la cosa vaya a más y no tenga ni que escribir las noticias allí. Como contaban en Wired, la plataforma Wordsmith está en beta cerrada y yo me he apuntado por si me dejan probar. Ya hablé de esta herramienta de Automated Insights que permite que un algoritmo te escriba las noticias y que usan por ejemplo en las notis financieras de Associated Press, así que con un poco de suerte igual me ahorran un poco de trabajo. Ahora solo falta que alguien se la curre en español y mi trabajo ya será coser y cantar.

O no. Pero oye, las ayudas nunca vendrán mal.


Si os ha gustado el artículo, quizás queráis aportar. Significa mucho más de lo que imagináis. ¡Gracias!

Suscríbete a Incognitosis

¡Recibe en tu correo las nuevas entradas!

Standard

11 comentarios en “Los 11 fracasos de Linux

  1. He picado porque ponía Linux y creí que iba a encontrar algo interesante, ya que hace 11 años que salió Ubuntu del huevo. Y pensé:
    — ¡Qué titular!
    — ¡Qué juego de palabras!
    — ¡11 años, 11 fallos!
    Vamos, que decepción total.
    Lo más que probé de esto fue un newsletter con prueba A/B para ver cuándo y qué abrían más de lo incluido.
    TambTambién es cierto, que mi post con más éxito fue «5 cosas por las que la Raspberry-pi es una basura»
    http://raspberryparatorpes.net/empezando/5-razones-por-las-que-la-raspberry-pi-es-una-basura/

  2. Miguel dice:

    Es fácil crear titulares, lo que puede suceder es que cuando se lee el contenido, pase lo que me ha ocurrido a mí. Que al ver que no iba de nada con lo que se espera, decepciona y esto puede hacer que la percepción de nivel y rigor periodístico se pierda.

    No es el caso, pero cuando me encuentro con estas cosas en los medios, acabo por pasar de ellos. Como bien dices y has apuntado en más de una ocasión, hay muchos y variados y lo que los diferencia es su calidad.

  3. Jose Manuel Prieto dice:

    Ya que estaba aquí lo he leido, -¡¡cabronazo!!- (pensé)
    Ahora me debes un post acorde a este titular.
    El contenido ciertamente, es interesante, pero para mí, no es atractivo. -Tu y tus cosas periodisticas-.

Comentarios cerrados.