Comentario cortito sobre relojes inteligentes ahora que me toca análisis en Xataka -próximamente en sus pantallas- y que llevo puesto uno (no diré cuál) que tiene miguilla. Las certezas sobre estos dispositivos son por ahora pocas, y mientras me planteo su sentido real en mi vida o en la vida del común de los mortales, aparece este artículo de Jean-Louis Gassée en Quartz.
En él el célebre cibergurú cita las palabras de Jean-Claude Biver, responsable de marcas de prestigio en el mundo de los relojes como TAG Heuer o Hublot. Durante la presentación del Apple Watch este diseñador fue duro (veremos si luego no tiene que comerse sus palabras) y comentó que el diseño del reloj inteligente de Apple «parecía el trabajo de un estudiante de diseño en su primer trimestre«. Debió pensar más sobre el tema, porque hace unas semanas volvía sobre el tema y aportaba argumentos críticos mucho más coherentes:
A smartwatch is very difficult for us because it is contradictory,” said Mr. Biver. “Luxury is supposed to be eternal… How do you justify a $2,000 smart watch whose technology will become obsolete in two years?” he added, waving his iPhone 6.
Esa frase de que el lujo es para la eternidad está un poco cogida con pinzas en mi opinión, pero desde luego vende muy bien el concepto y también plantea muchas dudas sobre ese reloj inteligente de Apple que parece querer ser el híbrido perfecto entre el objeto de lujo y el reloj inteligente perfecto que Apple quiere llevar al mercado.
El problema, creo yo, es que ese producto no puede ser las dos cosas. O al menos, no durante mucho tiempo, porque como ya comenté en un post anterior en el que le daba cera a Gruber, dudo que un producto como un reloj inteligente no evolucione de forma frenética especialmente en esta primera fase de su desarrollo. Así que querer vendernos un producto de lujo parece contradictorio, porque ese producto, por muy lujoso que sea, se va a quedar obsoleto en un pis pas.
Será interesante ver cómo Apple resuelve ese problema. Si es que es capaz de resolverlo.
Actualización (09/12/2014): Eduardo Archanco me avisa de que en un artículo suyo reciente en Applesfera se hablaba de una opción curiosa: la de que el Apple Watch fuera modular, pudiendo intercambiar la electrónica interna de forma relativamente sencilla para contrarrestar los efectos de la obsolescencia en el segmento tecnológico. Interesante, desde luego, aunque me parece que la idea es más bien difícil que se haga realidad en esta primera generación.
¿Pero acaso no compramos ya teléfonos de 1.000 euros que se quedan obsoletos en dos años porque la actualización del SO ya no tira en ellos y nadie se queja?
No digo que yo lo haga, pero a muchos clientes de Apple no les duele gastarse esos euros en un telefono unos milinetros más delgado y con una pantalla una pulgada más grande que el anterior modelo. Es más, hasta parece que lo hacen encantados.
Y el ireloj será hasta más barato y todo. Más a huevo se lo pones.
No me extrañaría que Apple lo volviera a petar, aunque pueda tener más dudas que con otros productos suyos.
(Te he juntado los dos comentarios en uno para que quedara más claro todo) Bueno, yo me refería a los dos modelos de gama alta, no al «básico» que por lo visto saldrá por unos 350 dólares. Por ahora los relojes serán dependientes del iPhone, como ocurre con los Android Wear, así que no tengo tan claro que esa inversión sea tan clara. La veo un poco tipo los tablets, con un ciclo de renovación más largo. Pero ahí está también el otro factor, el de querer meterlos como objetos de lujo, que se supone que tienen que durar muchísimo (repito, muchísimo) tiempo. Es otro concepto, va más allá del factor cool que da el iPhone. Es un ataque directo a un sector que por ahora Apple tenía un poco a cierta distancia.
Y sí, creo que lo van a petar también.
Se podrá cambiar el interior, como quien va a cambiar la pila.
Como no se pongan las «Pilas» 😉 con el tema de las baterías y consigan una «Enchufedependencia» más larga, el tema de los relojes sólo tendrá una acojida del tipo afinidad por la marca y no por lo que aporta el reloj.
Hay muchísima gente que está absorbida por la rueda de la moda y lo de menos es el uso o la practicidad de lo que se compra, lo que importa es que se le vea con lo último, sea bueno o no.