Tecnología

El correo electrónico vuelve a ser tendencia

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Voy a contaros un secretito. Todos esos maravillosos enlaces que comparto los fines de semana en Flipcognitosis (¿¿no estáis suscritos todavía?? ¡Corred, insensatos!) o en Twitter no los saco de un constante pulular por la red de redes. Leo mucho, sí, pero el descubrimiento de contenidos interesantes se lo debo, sobre todo, al email. Yep.

Puede que sea un poco de la vieja escuela, pero siempre he defendido la validez del correo electrónico. El sistema de comunicación por antonomasia de Internet se ha visto ensombrecido por la fiebre de la movilidad, las redes sociales y de la mensajería instantánea, pero desde hace cierto tiempo parece haber recuperado buena parte de su valor entre los medios y los ‘curadores’ (o ‘filtradores’, aunque no hay traducción elegante para ‘curators’). Ya sabéis, esa gente que se dedica a navegar y a filtrar aquello que es interesante para ellos y, se supone, para sus audiencias. Me ha salido post largo, así que prefiero tirar del ‘more‘ de WordPress aquí. Si queréis seguir leyendo, ya sabéis…

En los últimos tiempos soy bastante fan de esa tendencia. Sigo desde hace meses a Dave Pell, cuya newsletter, NextDraft, es un compendio diario fantástico de contenidos que, atención, no suelen tener mucho que ver con la tecnología. Esa fuente de inspiración se une a otras newsletters como la de Sacha Greif y su prodigioso Sidebar (ésta es de diseño web, pero me gusta el tema), y también de las newsletters que me llegan de Digg o Instapaper.  Esos cuatro correos diarios suelen tener miga suficiente para pasar todo el día leyendo, así que es necesario ‘curar a los curadores’ e ir cogiendo lo que a uno más le atrae de cada sitio.

Esa es mi selección actual en temas de ‘descubrimiento’ diario de contenidos -en el semanal está el imprescindible Causas y azares de Antonio Ortiz (que no ofrece newsletter, ¡mal!)-, algo que hay que diferenciar del repaso a la actualidad tecnológica. En ese apartado destacaría al recién salidito del horno briefing diario que Manu Contreras publicaba solo en su blog, Obviedades, y al que le metí caña para que ofreciera versión newsletter. No sé si fue mi mensaje el que acabó convenciéndole, pero el caso es que si queréis podéis suscribiros aquí.

Lo de Manu fue curioso porque cuando descubrí su Briefing Diario le comenté que la opción de la newsletter diaria sería interesante. Lo sorprendente fue su «no no no, por favor, pongamos fin a los emails» que no me cuadraba para alguien que como yo está probablemente pegado al correo todo el día. Discutiré (espero) de eso en el próximo encuentro, pero supongo que debo volver a asumir que no todo el mundo es como yo y que para mi el correo es absolutamente vital en mi flujo de trabajo.

De hecho, tengo newsletter propia, aunque solo la use como medio de que a los que queráis os llegue un correo cuando aparezca algo nuevo publicado en Incognitosis (si no conocíais la opción, podéis apuntaros aquí). El número de suscriptores por correo no es especialmente alto (en mi caso ronda las 350 personas), pero confirma que la opción no es en absoluto mala. Quería confirmarlo cuando hice mi pequeña encuesta sobre Incognitosis hace unas semanas, y me sorprendió especialmente cómo muchos seguís tirando del lector RSS (y eso a pesar de la muerte de Google Reader) para seguir la actualidad de Incognitosis y de otros muchos medios. Según esos datos, el correo no era tan importante como ese canal RSS para mis lectores en este escenario.

El tema es que parece serlo para mucha otra gente, y lo demuestran varios análisis recientes del fenómeno email/newsletter que se han ido publicando por ahí. En The New York Times hacían un buen resumen con un gran título: «For Email Newsletters, a Death Greatly Exaggerated» en la que diversos responsables hablaban de un medio de comunicación que puede estar algo entradito en años si hablamos de Internet, pero que tiene una ventaja fundamental:

Mientras que en Twitter o Facebook a uno le llegan millones de cosas que uno no ha pedido, al correo electrónico solo te llegan cosas que has pedido tú. Tú controlas lo que quieres que te llegue al buzón.

La gente que publica esas newsletters que llegan por correo sabe que quien las pide es porque está especialmente interesado en ellas. El correo es una herramienta de marketing brutal, mucho más efectiva que esa tarareada difusión de mensajes en Twitter por parte de influencers de medio pelo. Probad a enviar un tuit tratando de vender algo: muy pocos seguidores realmente verán el mensaje, y muchos menos harán click. Pero si uno tiene una lista de correo relevante con gente que ya le sigue por su trayectoria (por ejemplo, por lo que uno publica en un blog) y ofrece suscripción a una newsletter, los que se apunten lo harán porque el CTR va a ser muchísimo más alto. Por supuesto que todo tiene sus pros y contras (construir una lista de suscriptores no es moco de pavo), pero a largo plazo el retorno en todos los sentidos es absolutamente brutal.

El análisis del NYT viene corroborado con un post anterior de Joanne McNeil en Medium titulado «Tiny Letters to the Web We Miss«, en el que aparte de enlazar a un par de docenas de newsletters brutales (yo prefiero no suscribirme y ser coherente con el poco tiempo libre que me queda) la autora da algunas claves interesantes sobre ese resurgir de las newsletters:

But newsletters aren’t discussion lists. It is one-way communication. No one sees the replies but the sender. This is great for avoiding trolls, not so good if you miss the days that the comments section might be as worthwhile as the original post.

El tercero y último de esos contenidos relacionados (que yo haya visto) es una entrevista ya con solera que The Verge le hizo a Dave Pell (muy fan) hace dos años. En ella este autor explica de forma clara lo que opina del correo electrónico:

Email is still the killer app. It looks great on all your devices and the user experience is always exactly what you’ve come to expect. Look at the rise of Instapaper, Readability, and Pocket. People love plain, glorious, readable text. Email is also a technology that everyone understands, and it’s personal (if someone wants to respond to me, all they have to do is hit reply). Tweets and status updates flow by and disappear into the black hole that is the Internet of five minutes ago. Interesting links and stories you find in an email newsletter are always right where you left them.

Así es. Mucho bueno para un medio de comunicación que sigue siendo absolutamente prodigioso y que aunque no es para todo (ni para todos) sigue siendo, como decía Pell, la ‘killer app’. Las tendencias y las chorradas internáuticas van y vienen, pero el correo sigue estando ahí. Inmutable y eficiente, sobre todo cuando más le necesitas. Ole.

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9 thoughts on “El correo electrónico vuelve a ser tendencia

  1. Miguel says:

    Yo es el método de comunicación que más utilizo y como bien dices, es productivo. Todas apps de las redes sociales, lo que hacen es añadir comunicación superflua. Cosa para la cual NO tengo/NO quiero destinar mi tiempo.

  2. Eapendergast says:

    Excelente post!!! Yo creo que la mayoría de los que te leemos somos asiduos del mail y usamos el resto de los modos de comunicación como accesorios o simplemente para integrarnos en grupos concretos (yo tengo un grupo de wassap que organizamos partidos de padel que sería impensable en otro formato)

    El twitter me parece divertido sin más, pero durante años he ido pasando por fases de dejarlo – reanudarlo porque al final me aturulla tanta información. Yo tengo la obsesión de leerlo todo, no entiendo cómo puede la gente seguir a 1.000 personas y leer todo lo que escribe. Solo de pensarlo me estreso.

    El mail me parece tan elegante, tan relajado….

  3. daniel999 says:

    Los que usáis el correo electrónico para recibir publicaciones es que no conocéis el RSS (qué pena que esta tecnología no haya tenido más éxito). Es broma.
    Muy buen artículo, por algo eres de mis curators «elegidos» en español.

  4. Triskel says:

    «Las tendencias y las chorradas internáuticas van y vienen, pero el correo sigue estando ahí. Inmutable y eficiente, sobre todo cuando más le necesitas.»

    Exactamente. Llevo muchos años en esto de la «internete» y he visto infinidad de modas ir y venir sin dejarme seducir por casi ninguna, pero hay una herramienta por encima de esas modas y es el correo electrónico. Internet es lo que es gracias a la web y el correo. Larga vida a ambas.

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