Me pilláis un poco fuera de forma tras la vuelta de la presentación de LG G3 en Londres, donde unos cuantos medios españoles (y unos cuantos más de diversos países europeos) nos dimos cita para conocer por fin el LG G3, ese terminal del que he dado unas primeras impresiones y que me ha dejado un fantástico sabor de boca.
Ya lo he comentado allí, pero lo cierto es que para a falta de poder tocarlo más en profundidad, creo que este es el primer terminal gama alta de 2014 que se merece ese título. Ni los Samsung Galaxy S5 ni los HTC One M8 han renovado o evolucionado de forma significativa pese a haber pasado todo un año, y en ese sentido LG ha demostrado tener más ambición.
Pero claro está, no solo hemos disfrutado del dispositivo. No suelo hacer muchas escapadas a viajes de prensa, pero la verdad es que de cuando en cuando los viajecitos vienen realmente bien. Te encuentras con algún que otro compañero de batallas pasadas -de todas hay, malas y buenas-, pero también aparece la oportunidad de conocer a algún que otro crack.
Podría parecer que los periodistas deberíamos estar un poco a la que salta con gente de la competencia. Como si lo de llegar primero y tratar de hacerlo mejor obligase a pisar a la gente de otros medios o de mirar al prójimo de reojillo a ver si está haciendo algo que poder copiar/mejorar. Y es todo lo contrario, porque en estos encuentros hay muy buen rollo y un ambiente muy sanote. Compartir información -difícil lograr exclusivas con cientos de periodistas en el mismo sitio, esas cosas se hacen con otros métodos- es la norma, y de hecho suelen ser una oportunidad para compartir puntos de vista sobre esos intereses profesionales comunes que normalmente uno no puede compartir con familia o amiguetes.
Y esta vez ha habido muchas ocasiones para hacerlo. Sobre todo porque por mucho encanto que tenga Londres, lo de los traslados en autobús (sobre todo desde y hacia el aeropuerto, en este caso Gatwick) es de traca. A las dos horas de cada trayecto de media se han sumado otros buenos ratos para ir a las citas organizadas desde el hotel (comida, cena, evento en sí), así que yo diría que básicamente la mitad del tiempo que hemos estado en Londres (que ha hecho honor a su fama, todo el día con la lovely rain de las narices) lo hemos pasado en un autobús.
Cosa que no es tan grave cuando te echas unas risas con los compis conocidos o cuando de repente conoces a gente con criterio -de todo hay en esta rama, claro está- con la que da gusto compartir mesa o, cómo no, autobús londinense de los años 40. Manuel Ángel Méndez (@m_angelmendez, editor en Gizmodo ES) y David Arráez (@UsuarioArraez, editor en El diario de Mallorca y otros medios del grupo EPI) han sido dos pequeños grandes descubrimientos en esta ocasión, así que va por ellos y por (esperemos) los futuros encuentros de ese tipo. Que sean muchos.