Ayer me llegó al correo un mensaje a mi cuenta de correo en el que los creadores de Diaspora por segunda vez se ponían en contacto conmigo. La primera vez fue para dar señales de vida tras meses sin saber nada del servicio. Y esta segunda, meses después, es para avisarme de que la invitación que pedí hace cosa de un año sigue pendiente porque siguen trabajando duro en el tema. No solo eso:

No estamos en esto por el dinero. Pero hoy os pedimos vuestra ayuda -algo de dinero- para seguir desarrollando Diaspora*

Ale. Así por las buenas, ¡piden 25 dólares más cuando ni siquiera me han dado acceso al servicio! Es flipante, porque la cosa además no se quedaba ahí.

De hecho, en el mail jugaban un poco con el chantaje de un servicio que teóricamente es gratuito pero con frases como estas -que estaban en el mail, pero no en el anuncio oficial– tiende a poder convertirse en una plataforma con impuesto revolucionario:

Has sido realmente paciente al esperar por una invitación. Estamos trabajando tan rápido como podemos para lograr darte la tuya, y sentimos estar tardando tanto.

Además, si puedes darnos cualquier cantidad, nos aseguraremos de que consigues una invitación para unirte a joindiaspora.com directamente. (Solo para clarificarlo todo, conseguirás la invitación de todos modos. Pero si nos haces un regalo, te la daremos ahora, así que no tendrás que esperar más.)

It sounds to me like they€™re dealing with the reality of launching a product