Ayer y hoy son días importantes para Google, que se convierte en protagonista de la prensa tecnológica -aunque suele serlo sin necesidad de estos eventos- gracias a las presentaciones que está dando de algunas de sus plataformas más prometedoras para el futuro. La primera, y de la que hablaré hoy, es Google Books -antes Google Editions-, su servicio de descarga y venta de libros electrónicos, cuyo anuncio oficial está aquí al completo.
Esta plataforma ya está disponible en Estados Unidos, donde los usuarios de distintas plataformas móviles -Android y los iPhone/iPod touch/iPad de Apple, las primeras en disponer de clientes propios- ya pueden disfrutar de un catálogo de más de 3 millones de libros electrónicos, la mayoría gratuitos, y que ofrecen una experiencia similar a la que ponen en marcha otros servicios ya veteranos como los de Amazon, Barnes&Noble o el reciente iBooks de Apple .
La cuestión es: ¿logrará Google imponer su modelo? No lo tengo nada claro. A pesar del potencial de este gigante, las plataformas ya instauradas funcionan bien -o eso cuentan los que las usan-, aunque Google tiene una característica interesante a su favor: la apertura y versatilidad de su plataforma (bueno, más o menos: el Kindle no es compatible, je). El llamado Google eBooks Web Reader permite adquirir esos libros electrónicos y disfrutarlos en cualquier dispositivo con un navegador web, así que ya no será necesario contar con una aplicación independiente.
Aunque la plataforma está disponible oficialmente solo en Estados Unidos, ya podéis comenzar a leer libros a través de Google eBooks Web Reader (podían haber acortado el nombre), porque este servicio sí está disponible para cualquiera que se defienda en inglés. El diseño del servicio es, como siempre en Google, minimalista, y a la vez, brillante. La búsqueda funciona como todos esperaríamos -aunque las miniaturas o portadas de muchos libros dejan bastante que desear- y una vez «comprado» el libro -si es gratuito obviamente no pagamos nada- podremos ponernos a leerlo tranquilamente.
La experiencia de usuario es fantástica. Google ofrece una interfaz muy cómoda y clara, y el texto se redimensiona a medida que la ventana del navegador cambia de tamaño. Eso demuestra que podremos leer en cualquier pantalla con un navegador, y que la calidad de la experiencia, dado que es única -una webapp como otra cualquiera- es perfecta allí donde la queramos disfrutar.
La verdad es que la herramienta web funciona tan bien que no entiendo cómo no le han dado más protagonismo: los clientes para Android o iPhone están muy bien, pero en realidad no los necesitas. ¿Para qué, cuando el servicio web desde el navegador funciona perfectamente? Supongo que una vez más volvemos a los conceptos que manejó Chris Anderson -editor de Wired- en su polémico reportaje «The Web Is Dead» del que ya hablé hace unas semanas. No esperéis: probadla un momentito. Navegad a la página oficial del servicio, «comprad» un libro, y comenzad a leer. Entonces lo entenderéis. Y si no, ved el siguiente vídeo, igualmente aclaratorio.
Así que si yo fuera Amazon, no sé si estaría preocupado. A Bezos el Kindle le está funcionando de coña, y aunque parece que el iPad le está restando interés, habrá que ver dónde acaba todo este maremágnum de opciones. Que por cierto, marean un poco al usuario. Por dios, lo único que queremos es poder leer un libro donde nos apetezca.
Y quizás por eso Google tenga un fantástico as en la manga.
Actualización (07/12/2010, 20:24): Vaya, Amazon no ha tardado mucho en reaccionar. Acaban de presentar su propio «lector para la web», el llamado «Kindle for the Web«, que de hecho ha aparecido como aplicación para Chrome OS en la Chrome Web Store que ahora mismo se está presentando al otro lado del charco.
Yo creo que Amazon debería rectificar inmediatamente y adoptar el formato Epub, ahí está la clave, grandes aparatos han fracasado sólo por adoptar el formato equivocado o no mayoritario, recordando los vídeos domésticos Betamax de Sony.
Estoy de acuerdo, si soporta epub me lo compro mañana.
Por cierto, yo no quiero archivos «grandes» en la nube, los contactos y el calendario pasa. Libros, películas, música, fotos… los quiero accesibles desde cualquier sitio tenga Internet o no. Y las copias de seguridad decido yo donde ponerlas.
Esto ultimo vale para cuando hables de Chrome OS.