Hoy era el día: el iPad se ponía a la venta en nuestro afortunado país y en unos cuantos más que Apple ha tenido a bien admitir en la lista de privilegiados, así que los que estuviérais esperando como agua de mayo el dispositivo más molón del momento, ya podéis soltar los dineros y acudir a alguno de los establecimientos autorizados o a la Apple Store en nuestro idioma. No será mi caso.
Esa noticia, importante para cualquier medio tecnológico que se precie, venía hace dos días acompañada de una que podía haber marcado un antes y un después en el segmento de los medios digitales. La edición de Wired para el iPad salía a la luz tras semanas de trabajo, y lo hacía con un anuncio propio en el sitio web oficial de Wired que explicaba en qué consistía dicho «revolucionario» lanzamiento.
Si uno se deja llevar por el entusiasmo -yo lo he hecho inicialmente, lo admito- y pone en marcha el vídeo incluído en ese post (un poquito más adelante también lo podéis encontrar aquí) verá cómo aparentemente la edición digital de Wired para el iPad parece una verdadera revolución, con una interactividad que (aparentemente) no habíamos visto en este formato y que nos deja a todos con esa sensación tan molona de todo lo que rodea a Apple.
Jope, cómo mola.
Hasta que uno comienza a comprobar cómo han logrado ese resultado y lo increíblemente cutre de la solución que Condé Nast y Wired -que primero mostraron un prototipo en Flash que desecharon por la guerra Apple-Adobe- han ofrecido a unos usuarios que esperaban algo mucho, mucho más elegante.
El artículo más esclarecedor al respecto es de InterfaceLab, un blog que no conocía y en el que el autor hace un análisis muy curioso de esa edición digital de Wired. Una edición que, dice, nos hace viajar en el tiempo, como Marty McFly, para volver a aquellos maravillosos 90 en los que las revistas en CD-ROM nos alucinaban con sus opciones interactivas.
Pero es que como en aquel momento, y poned atención (I) a esto, la revista Wired no ha hecho más que utilizar una sencilla presentación de imágenes. Ni más ni menos. Alucinante.
«For all of the interactivity that was touted in the Flash prototype, what we€™ve really ended up with is a glorified slide show. Instead of the €œNext€ and €œPrevious€ buttons you might have been used to on those old CD-ROMs of yore, you instead swipe left and right to change pages (well *cough* images of pages)».
Así pues, en lugar de código HTML o JavaScript nos encontramos sencillamente con un slideshow gigante, que ocupa nada menos que 500 Mbytes por revista (quien quiera guardar varias revistas de Wired en su iPad lo tiene crudo) y que es aún menos elegante cuando uno descubre que, atención (II), hay dos imágenes para cada página, una para el modo retrato, y otro para el modo apaisado. Claro que en el artículo original de Wired precisamente presumen de que la aplicación está perfectamente adaptada a ambos modos de representación:
«Every page in the issue is individually designed for optimal viewing on the iPad screen in both portrait or landscape orientation».
¡Qué cara más dura! ¡Por supuesto que se adapta perfectamente! Con una solución cutre a más no poder, y que elimina toda la modularidad, elegancia y potencia de estándares como HTML5 y de lenguajes como JavaScript, e incluso, cómo no, de Flash, que al menos hubiera dado más riqueza a todo el conjunto. ¿Que por qué es la revista tan grande y ocupa 500 Mbytes? Respuesta:
«[…] Each Wired issue is actually a bunch of XML files that lay out a bunch of images. And by €œa bunch of images€ I mean 4,109 images weighing in at 397MB.»
El resultado, no se puede negar, es muy decente a juzgar por el vídeo con la demo en marcha, pero lo que tampoco se puede negar es que en Wired simplemente han acudido a una solución de compromiso. ¿Qué tiene de interactiva una presentación de imágenes? Más bien poco, yo diría. De hecho, tiene mucho más valor acabar acudiendo al sitio web oficial, leer los artículos disponibles, y acceder -si uno quiere- a cosas que no puede hacer en esa edición adaptada en el iPad. Comentar, compartir, votar, o lo que es lo mismo: interactuar.
Qué verguenza, Wired. Qué mal ejemplo.
La pregunta es que porque ya no se compran revista y diarios o solo es una mentira de los grandes medios para obligarnos a comprar el ipad.
Y todas las propuestas para ipad se basan en lo mismo, grandes bloques de texto y limitada interactivdad, hace unos años todavia habia sitios enteros en flash con video y audio y eso si era asombroso
Pues no les ha ido mal. Ayer leí que habían facturado 120000USD en 24 horas…
Desde luego que no les ha ido mal. La presentación de la revista es impecable. No obstante, lo que hay por debajo es otra historia. Una lástima.
A mí me parece digno de alabar un resultado tan espectacular utilizando una solución tan sencilla. Puede que a los informáticos nos parezca chapucera, pero con HTML5 o JavaScript quizá no fuera mejor el resultado y seguramente sí mas costosa de realizar. Al fin y al cabo dentro de unos meses será otro el cacharro de moda y habría que adaptarlo todo a esas nuevas especificaciones. Así, con cambiar tamaños de imágenes ya tendrán el 90% del trabajo hecho.