Parece que Google se ha dado cuenta de que Wave no cuaja: las invitaciones siguen propagándose, pero el servicio no acaba de capturar a los usuarios, que están acostumbrados a otras formas de compartir y comunicarse en Internet. Ya lo comentaba hace unos días, y es como si se hubiesen leído ese artículo y hubieran llegado a la conclusión de que lo mejor era tirar por otro camino. Y ese camino se llama Google Buzz.

Google Wave nos obligaba a salir de Gmail para hacer algo que ya hacíamos -vale, con más prestaciones-, pero lo bueno de Buzz es que está integrado en Gmail. No hay que salir de este servicio para disfrutar de Buzz, porque la nueva capa social de Google está aparcada en la parte izquierda de la interfaz como si se tratase de una carpeta/etiqueta más de nuestro buzón.

Aún no me lo han activado en mi cuenta de Gmail, pero ya lo he probado unos minutos en el móvil y como a muchos otros, me asusta el ruido que Buzz pueda generar. Seguramente lo vayan puliendo para que Buzz sea algo útil y no una distracción -he logrado que mi cuenta de Twitter lo sea- pero por lo visto las primeras impresiones de los que lo han usado dejan entrever que Buzz puede ser algo caótico por la cantidad de información que nos puede llegar.

Sucede lo mismo en Twitter, así que seremos nosotros los que tengamos que encargarnos de crear filtros y, sobre todo, de seleccionar qué queremos compartir y a quién queremos ver en esta pseudo-red social que Google quiere montar alrededor de un servicio que difícilmente veo como competidor de Twitter o Facebook, pero que sí puede tener interés a la hora de la comunicación pura.

En TechCrunch han titulado de forma muy interesante su análisis del lanzamiento: «Si Google Wave es el futuro, Google Buzz es el presente«, dicen, y lo cierto es que efectivamente Buzz parece mucho más accesible, menos disruptivo, más natural. Lo definen de una forma interesante:

Google Buzz is easily the company€™s boldest attempt yet to build a social network. Imagine taking elements of Twitter, Yammer, Foursquare, Yelp, and other social services, and shoving them together into one package. Now imagine covering that package in a layer that looks a lot like FriendFeed. Now imagine shoving that package inside of Gmail. That€™s Buzz

Interesante también el punto de vista de Enrique Dans, que señala que Twitter no debe ver a Buzz como competidor en su terreno directo… pero sí como amenaza para sus ingresos:

Twitter no debería preocuparse porque Buzz vaya a hacerle la competencia como herramienta para que los usuarios respondan a esa pregunta de €œWhat€™s happening?€, €œ¿Qué está pasando?€. Como mucho, deberá preocuparse de qué hacer cuando esos ingresos anuales procedentes de Google desaparezcan porque Google ya no necesite pagar para tener acceso a esa información, porque sus propios usuarios se la lleven empaquetada.

Yo creo que Buzz sí le va a restar algo de cuota a Twitter, sobre todo en todo lo que respecta a la comunicación social, esa que ha hecho que muchos utilicen Twitter como un IRC a gran escala.

Las actualizaciones de Twitter de mucha gente se basan en responder a un conocido que a su vez te había respondido a ti (y así en un bucle infinito), algo absurso que solo sirve para que los que vemos esa conversación desde fuera no nos enteremos de nada. Twitter no es un servicio de chat (o al menos no debería serlo según mi opinión), y puede que Google Buzz sí sea adecuado para tal tipo de escenario.

Así de repente no sé si usaré Buzz. Como sucede con otros fenómenos de la división «Social Media», sencillamente no tengo demasiado tiempo para juguetear con ello, como tampoco lo tuve para jugar con Google Wave, al que, como decía en el título, Google Buzz le ha hecho la puñeta. Pero creo que este era el paso adecuado que Google tenía que dar en ese sentido, y no el que dieron con Wave.