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Me he encontrado hoy con un fantástico repaso de ComputerWorld sobre la historia de la arquitectura x86 (aunque deberíamos llamarlo por lo que es, un juego de instrucciones), conmemorando un aniversario muy especial: x86 cumple 30 años el próximo domingo 8 de junio de 2008. Yo no tenía ni papa de lo que era un ordenador en el 78, cuando Intel presentó su 8086, pero no tardaría mucho tiempo en comenzar a darle al teclado del C64 aunque tampoco tuviera ni idea de qué era un procesador por aquel entonces. Ese procesador marcó época en la historia de la informática, y fue el primero de una larga serie de procesadores de 16, 32 y 64 bits que siempre han mantenido una misma base común: el soporte del juego de instrucciones x86 que los hacía a todos compatibles.

Mi relación con los 8086 comenzó pronto, y también terminó pronto: mi padre se compró un IBM XT en el año 86 (o quizás 87) que le costó un ojo de la cara y parte del otro con el que apenas se podía hacer nada. Por aquel entonces ya empezaba mi época de comprar las Micromanías y soñar con el Amiga, que llegaría más tarde de lo que hubiera querido, así que seguí la evolución al 286, 386 o 486 en un segundo plano: yo tenía mi Amiga, y mis compis de facultad presumían (sin muchas razones para hacerlo, debo decir ahora que puedo hablar con perspectiva) de sus máquinas con dichos procesadores.

Pero el Amiga prácticamente desapareció, y acabé sucumbiendo a la potencia y prestaciones del PC, así que mi primer ordenador x86, chispas, fue un Pentium II a 400 MHz con una gráfica NVIDIA Riva TNT que me compré aparte por 25.000 pelas y que en aquella época (finales del 98, creo recordar) era la pera limonera. A ese luego le han seguido muchos otros con varios Athlon de por medio, y debo decir que hay que reconocerlo: a sus 30 añitos la «arquitectura x86» sigue vivita y coleando. Más de lo que muchos hubieran pensado, incluyéndome a mí, que creí a pies juntillas en la revolución de los 64 bits que jamás ha tenido lugar.

Es de esas noticias que hueles a la legua que van a triunfar, así que después de publicarla en The Inquirer la he enviado a Slashdot sabiendo que tenía muchas papeletas de entrar. Y así ha sido, de modo que ya puedo decir que tengo 13 (12+1 para los supersticiosos y seguidores de Angel Nieto) notis publicadas en Slashdot, que no es moco de pavo 😉

Como siempre, una de las mejores cosas de Slashdot son los comentarios, porque hay gente muy, muy friqui, que sabe un montón y a la que se le ocurren cosas de lo más simpáticas. Y para muestra, un botón:

Happy 29.9999999876547542

Signed,
your great-great-great grandson,
Pentium

Genial.

<pensando> Ningún comentario en mi reflexión de ayer… qué raro…. </pensando>