Debo haber sido de los primeros en ver la nueva web de Apple porque estaba como un loco refrescando para ver las fotis de las nuevas máquinas. Es una pena que no sea posible acceder en tiempo real a la presentación del mago Jobs, pero al menos hemos tenido la oportunidad de seguir las novedades a través de actualizaciones de las principales webs del sector tecnológico.

Y si querías arroz, pues toma. Nada menos que dos máquinas han tenido protagonismo absoluto cuando yo mismo dudaba de que pudieran presentar los iBooks. Curiosamente, tanto los nuevos iMac como los nuevos MacBook Pro (sucesores de los Powerbook) integran los Intel Core Duo, es decir, los procesadores Yonah que se habían anunciado como los candidatos perfectos para las primeras máquinas del consorcio Mactel. El rendimiento de estos PCs (ya son PCs, según la propia web de los de Cupertino) es del doble en el caso del iMac y de más de cuatro veces el que tenían los PowerBooks más potentes, así que los que compraron uno de estos portátiles del verano para acá (a no ser que sean fanáticos) deben estar tirándose de los pelos. Ya habrá tiempo de hacer un análisis real del resto de características (a primera vista destaca la presencia de la arquitectura PCI-Express), pero de momento la máquina marketiniana de Apple lo ha puesto todo igual de bonito que siempre..

De momento el problema reside en la aún limitada compatibilidad binaria de las aplicaciones, un tema que tendrá que resolverse pronto (al parecer, en marzo habrán limado todas o muchas de esas asperezas) y para las que no siempre estará Rosetta, la capa de emulación que permitirá ejecutar todo tipo de código con mayor o menor eficiencia. Evidentemente, hubo más noticias en la presentación, pero se quedaron en nada tras este binomio que a partir de ahora formarán los nuevos iMac y MacBook Pro. Al final acabará cayendo uno, lo sé, pero tiempo al tiempo…