Si es que no puede ser. Me voy un fin de semana de jarana y no paran de descubrirse nuevas incognitosis digitales. Una de las que me han llamado la atención es la atención que comienzan a poner las grandes empresas actuales en la tecnología PLC (Power Line Communications). No me pareció demasiado relevante que Google invirtiera una cantidad desconocida de dinero en la empresa Current Communications Group, porque los chicos de Brin y Page están a la que salta. Pero el reciente acuerdo entre IBM y CenterPoint Energy, otro proveedor de conexiones de banda ancha a través de la línea eléctrica, ya es más sospechoso [vía AnandTech]. En España esta tecnología no acaba de despegar a pesar de que se prometían rendimientos realmente destacables. En mi revista se hizo un estudio comparativo sobre las diferentes alternativas a ADSL y PLC, cuyas pruebas fueron realizadas por un compañero en una de las sedes de Iberdrola (si no recuerdo mal) dieron unas cifras realmente prometedoras. Quizá las eléctricas se han echado atrás tras la dura pugna que mantienen las operadoras telefónicas, pero a buen seguro el mercado recibirá un empujoncito importante si dos de las empresas más importantes del mundo han puesto su punto de mira en PLC.
Otra de las reflexiones del día es la que afecta a la Wikipedia, una fuente de información sorprendente que inició su andadura el 15 de enero de 2001. En Barrapunto se nos ofrecen un par de entradas que hablan del fenómeno de esta enciclopedia autoregulada y que parece haber sustituido a las enciclopedias tradicionales en muchos hogares. También citan una columna de El País en la que se discute la validez de la filosofía de publicación y aceptación de artículos (y modificaciones) en la Wikipedia, que ciertamente permite ir puliendo defectos a las definiciones dadas pero que en ciertas ocasiones defrauda al usuario que consultaba el término buscado. A mí no me ha pasado, y cada vez que la he consultado he obtenido información muy válida (aunque en ocasiones, un poco escasa), pero la reflexión es interesante. De lo que me he enterado hoy también (casualidades de la vida) es de que te puedes descargar la Wikipedia a tu ordenador (ahora mismo ocupa unos 580 Mbytes) para poder consultar todos los artículos offline. Eso sí, en modo texto (al menos, que yo sepa), y la verdad es que es una forma interesante de utilizarla, ya que puedes ir actualizando la base de datos descargada inicialmente con las nuevas entradas y las modificaciones de las ya existentes. Más información por aquí.
Y desde GenBeta (uno de mis blogs favoritos en castellano) nos descubren tres joyitas software. En primer lugar Scribe, una extensión de Firefox que permite evitar que perdamos información que hemos escrito (en un mail desde nuestra cuenta WebMail, o en un post con WordPress como el que estoy escribiendo ahora mismo). Genial. Como no podía ser de otro modo, Google también es noticia en este apartado. Hace unos días comenté el lanzamiento de la barra de Google para Firefox. Aunque pensé que no aportaría nada especialmente útil, me he enterado de que es posible activar una función de traducción que puede venirle al pelo a cualquiera que lea y escriba en Internet. La tercera de esas novedades citadas es la noticia que afecta de nuevo a Firefox, ya que al parecer el navegador integrará mediante una extensión la función de descargar nativa de BitTorrents. Una característica recientemente implementada por el navegador Opera que como ya comenté iba a ser plagiada de forma inminente por otros desarrollos.