Me paso el día leyendo y escribiendo de inteligencia artificial, y me considero una persona optimista (o muy optimista) con lo que todo lo que rodea a la IA acabará logrando en nuestras vidas. Pero la realidad es que hoy por hoy el impacto es relativamente reducido para la mayoría de la gente, quizás porque no lo conocen o más bien porque no saben lo que hacer con ella.
Y ahí está el quid de la cuestión. En que se pueden hacer millones de cosas con IA, y cada cual tiene su forma de aprovecharla. Yo la uso constantemente para buscar —diría que ahora mismo 40-60 con Google/DuckDuckGo— en forma conversacional, pero de vez en cuando la uso para cosas con un poco más de menene.
Tengo dos ejemplos recientes.
I – PochaCounter
El primero consiste una aplicación que quise probar a hacerme para ver si eso del «vibe coding» realmente funcionaba. Aunque soy informático de formación, hace mucho que no programo, y aunque puedo llegar a entender un pedazo de código por encima si presto atención, programar no me llama demasiado.
Pero sucede que como salieron varias herramientas de esto, cuando Google lanzó Jules me dije a mí mismo que ya era hora de probar, así que me puse a crear una app para contar la puntuación del juego de cartas de pocha (o bazas). De vez en cuando tenemos partida, y para apuntar hay que tener papel y boli, así que poder tener una app que haga esa función no está de más.
Pues dicho y hecho. Al final no usé tanto Jules —no recuerdo por qué—, sino ChatGPT, Gemini y Claude alternando, sobre todo porque se iban acabando los límites cada día. De momento no pago por ninguna de esas plataformas porque no las uso tanto, pero desde luego este tipo de experimentos dejan claro que pagar sí tiene sentido para usos intensivos y más avanzados.
En fin, que primero le pasé a estos chatbots una descripción del problema y luego fui intercambiando prompts con código y resultados a medida que iba necesitándolo en cada plataforma. Al principio la idea era hacerlo en versión webapp, y la cosa no tardó demasiado en funcionar. Yo creo que en dos horas o así la tenía lista en forma de un html, un par de javascripts y una hoja de estilos. Catapún.

Unos días después me dije que en realidad lo que molaría sería tenerla en el móvil y además con una interfaz más pintona, porque la de la webapp era un poco cutre. Ahí se me ocurrió hacer un pequeño esquema del diseño que se me había ocurrido, en plan súper básico. Se lo di a ChatGPT y luego le pedí que añadiera un poco de estilo con algunas instrucciones básicas, como veis en la imagen. Tras andar con ello un rato más, y de nuevo cambiando un poco de chatbot cuando se acababan los límites, acabé con esto:

Que funciona perfecto para mi Pixel 8 Pro. Hay fallos, por supuesto: la hoja de estilos no se adapta bien a otros móviles, pero sería cuestión de trabajar un poco en eso para corregir esos problemillas. A nivel funcional es perfecta, y no necesitaba nada más. Convertí la app en un APK con PWABuilder, un servici omaravilloso de Microsoft, y tras algún que otro intento fallido —que fui resolviendo con los chatbots— acabé teniendo la app funcionando en mi Android a la perfección. Exitazo. Por otro lado, mi miedo es que no sé si publicarla o no en la Play Store, me da miedo forrarme con esta joya del desarrollo móvil.
II – Con la IA cualquiera puede ser programador/sysadmin
Hoy ha tenido lugar otro momento de esos que me demuestran que la gente que se queja de que la IA no sirve para (casi) nada igual deberían darle una vuelta a su perspectiva. Iba a escribir un post en Incognitosis —no era este— pero al entrar desde hace un tiempo me salían un par de avisos. Uno, que el drop-in de la caché de objetos de Redis no se podía actualizar, y otro que mi versión de PHP en el blog era antigua (7.4).
Me daba perezón ponerme a mirar cómo resolver los problemas, pero como soy un tío con voluntad férrea me dije a mí mismo que era el momento de resolver el problema… con la ayuda de ChatGPT (o cualquier otro, insisto, este es el que he elegido para este caso). Manos a la obra: le indico a ChatGPT qué pasa, copio y pego el diagnóstico que ofrece la información de mi plugin de Redis en WordPress, y tras un pequeño examen adicional, encuentra el problema: tenía mal los permisos de fichero object-cache.php. Me sugiere que lo borre y actualice la página de WordPress, y así el plugin generará otro con los permisos adecuados. Dicho y hecho. Problema número uno resuelto en un pliqui.
Con lo de PHP la cosa se complicó un poco. Tras intentar actualizar la versión que utiliza WordPress, el blog «desapareció». Oopsie. Afortunadamente tenía forma de volver atrás, y tras hacerlo ChatGPT me recomendó echar un vistazo a los logs de PHP 8.1, la versión a la que había actualizado y que había petado. Lo hago, le copio y pego las últimas 40 líneas (tail -m 40 /var/log/php8.1-fpm.log) y me detecta el fallo enseguida porque creedme chicos: mirar logs es obligatorio pero casi nadie lo hace porque es un tostón.

Y resulta que ahí estaba el error bien clarito: tenía un plugin llamado Clean Archives Reloaded que no era compatible con PHP 8.1 y que hacía que todo petara. Pero a lo grande. Resulta que ese plugin no se ha actualizado desde hace 8 años, y claro, estaba dando conflicto con cositas modernas.
Mi primera solución fue eliminarlo, volver a activar PHP 8.1 en mi blog y sustituir ese plugin por uno distinto. Lo hice, pero las alternativas de plugins no me gustaban, así que acabé teniendo una idea: darle el código del plugin a Claude (por probar otro) para que me lo actualizase para que funcionase bien con PHP 8.1. ¿Sabéis qué pasó?

Pues que lo hizo en un pispas, pero además lo mejoró. Cambió algunas de las funciones que estaban obsoletas y abandonadas (deprecated), y de paso añadió algunas opciones de seguridad. Revisé un poco todo y aunque como os digo no soy programador el código no era muy complicado (el php tiene unas 100 líneas). Todo me pareció perfecto, así que cambié el fichero viejo por el nuevo y… ¡listo! El plugin volvió a funcionar y ya tengo la página de archivos (el historial de posts publicados en Incognitosis) funcionando de nuevo como antes. Va un poco a trompicones por lo que acabo de ver al cargarla (tengo que volver a revisar), pero lo importante es que funciona.
Y todo sin tener apenas idea de PHP. Es cierto que sí tengo bastante soltura como sysadmin (ejercí como CTO hace unos años y tuve que pelearme bastante con backends, y oye, soy picajoso después de todo), pero lo que tengo claro es que hacer todo esto me hubiera llevado mucho más tiempo de no ser por la IA. En el caso de los programadores y de este tipo de tareas de sysadmin, es como un superpoder. Lo de copiar y pegar respuestas de consola es además algo temporal, porque pronto los agentes de IA estarán preparados para ver nuestra pantalla y que vayan solucionándolo todo sin que tengamos que hacer nada… con soltura. ChatGPT Agent es algo así, pero por lo que he visto es lentorro y limitado. Pero creedme: eso va a llegar, es impepinable.
Así que chicos, lo dicho: ChatGPT (y la IA) puede ser maravilloso.
Que me lo digan a mí. Y a mi app viral de Pocha xD
La verdad es que esta IA, bien usada y con cabeza, puede ser maravillosa, sin abusar, como pasa con todo.
Por cierto, Javier, a mí la página del archivo se me queda completamente en blanco, solo me carga el título.