Tecnología

Un prodigio llamado Raspberry Pi 400

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El primer ordenador que vi y toqué fue un ZX Spectrum. El primer juego al que jugué, el Manic Miner. No recuerdo el año exacto, pero creo que fue en 1983. A mis 10 años aquello fue toda una revelación, pero en casa aún tardaríamos dos años más en tener nuestro propio ordenador, un C64 que no era nuestro, sino de mi padre. Lo compró para hacer sus pinitos con BASIC y ver de qué iba esa revolución. No recuerdo exactamente por qué lo compró, porque él no había mostrado especial interés por la informática.

El caso es que aquel ordenador marcó el principio de mi particular romance con la informática, y lo hizo con el mismo formato que adoptaban todos los ordenadores de la época. Uno en el que el teclado era también el ordenador. El concepto venía de antes y fue utilizado por el resto de fabricantes, que concibieron los primeros ordenadores de 8 bits primero y de 16 bits como teclados que eran mucho más que teclados.

Esas fueron las máquinas que definieron aquellos primeros años para mí. Todas ellas, insisto, usaban ese mismo formato, aunque tanto el Amiga como el Atari usaron además el ratón que planteaba un cambio total de paradigma ayudado por sus sistemas operativos multitarea.

Aquel concepto fue desapareciendo poco a poco. Los PCs de IBM llevaban años apostando por dejar sus teclado aparte (aquellos maravillosos Model F que luego renacieron) y meter los componentes en una caja aparte en la que además debían ir las unidades de almacenamiento y los puertos de expansión. Los Mac también adoptaron aquel formato, y el adiós a la microinformática y la bienvenida a la era Wintel hizo el resto. Las cajas dominaron nuestras vidas. Y no eran cajas como las de ahora, no. Los PCs eran grises, burdos, feotes. La gente, queridos lectores, no enseñaba normalmente su caja de PC para presumir: la escondía.

El caso es que hoy el concepto de teclado como ordenador ha vuelto a la vida, y lo ha hecho con un producto que me parece asombroso. Uno de esos que te hacen preguntarte «¿cómo no lo hicieron antes?». Ese producto es el Raspberry Pi 400. El vídeo es corto y efectivo, diría yo:

Ahí lo tenéis. Un teclado con todo lo necesario para funcionar como PC de sobremesa (modesto) en su interior. En la fundación Raspberry Pi tenían ya desde hace tiempo un teclado oficial (casi) exactamente igual a este, pero han aprovechado precisamente ese chasis y han metido dentro una Raspberry Pi 4 adaptada a ese formato.

Este chico ya ha podido probarlo y de hecho lo ha destripado, y ahí se puede ver cómo la placa tradicional cambia totalmente para adaptarse a ese nuevo formato. No solo eso: los responsables de su creación han podido lograr que vaya un poco más rápido. Usan una revisión (C0T, no la B0T) del Broadcom BCM2711 que ahora llega a los 1,8 GHz en lugar de los 1,5 GHz de las Raspberry Pi 4 que podemos comprar en tiendas.

¿Por qué ese nombre de Raspberry Pi 400? Yo apostaría a que se debe a que esta edición se deriva de la Raspberry Pi 4, pero quizás deberían haberla llamado ‘Raspberry Pi 440’ para indicar además que llega con 4 GB de memoria RAM. Supongo que cuando salga la Raspberry Pi 5 algún día también aparecerá un Raspberry pi 500, pero apostaría también a que ya están pensando en lanzar un Raspberry Pi 400 con 8 GB de RAM, y habrá que ver cómo llaman a esa variante si efectivamente la sacan.

Precisamente para que no haya problemas los responsables de su creación han añadido un disipador enorme para el procesador, una placa de metal que hace contacto con el procesador y permite disipar el calor generado al usarlo a esas frecuencias elevadas.

Hay también un nuevo controlador Ethernet con soporte PoE+ pero en realidad este ordenador no soporta esa opción, y sigue teniendo que alimentarse a través del conector USB-C. Seguimos contando con el puerto GPIO, con el lector de tarjetas microSD para meter el sistema operativo, seguimos con los dos puertos micro HDMI y también con los dos puertos USB 3.0 y un puerto USB 2.0.

Otro de los puntos interesantes de este ordenador es que llega con teclados de seis tipos distintos de distribución: EE.UU., UK, Alemania, Francia, Italia y España. Subidón, chicos, porque será posible comprarlo con nuestra querida eñe y nuestra gran tecla «Intro».

En la fundación Raspberry Pi conciben además este ordenador como la forma perfecta de que cualquiera se inicie con la informática, y ofrecen el Raspberry Pi 400 en dos formatos: uno solo con el teclado (72,54 euros en RaspiPC.es) y otro en formato kit (102,95 euros en RaspiPC.es) el que además incluyen ratón, adaptador de corriente, una tarjeta microSD con Raspberry Pi OS preinstalado, un cable micro HDMI a HDMI e incluso la guía oficial del principiante de la Raspberry Pi.

https://www.tiendatec.es/6377-thickbox_default/raspberry-pi-400-personal-computer-kit.jpg

Ese, por cierto, es también todo un homenaje a aquellas guías de iniciación que a menudo podías comprar para los ordenadores de 8 bits y que te introducían en los primeros pasos con aquellos ordenadores. La guía está traducida al español, por cierto, así que también aquí, triunfada.

En mi opinión esto es un absoluto bombazo para un nicho de usuarios cada vez más importante. De hecho creo que el producto llega en el momento tristemente idóneo, porque la pandemia de COVID-19 ha hecho que muchos trabajen y estudien desde casa.

Precisamente por eso veo al Raspberry Pi 400 como un ordenador perfecto para niños y no tan niños. Si unís ese kit básico a un monitor de 24 pulgadas Full HD (que sale por 80 euros si esperáis a algún Incognichollo) tenéis ante vosotros un señor PC con Linux y con todo lo que un estudiante puede necesitar (normalmente) para asistir a clase. Bueno, faltaría una webcam para las videoconferencias, y hay también alternativas muy asequibles (como esta de 16 euros) aunque la calidad no sea súper alta. Total, que por alrededor de 200 euros solucionáis el problema y tenéis un PC para el niño. No va a ser un súper PC, pero diría que para lo que necesitan ellos es perfecto y, además, las Raspberry Pi invitan a ir iniciándose en lenguajes de programación. Miel sobre hojuelas, diría yo.

PD: Viendo esto, ¿por qué no crear un ‘Raspberry Pi HTPC’ con mando a distancia y Kodi preinstalado? Uhm.

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5 comentarios en “Un prodigio llamado Raspberry Pi 400

  1. Lambda dice:

    Teniendo en cuenta la suma de todo el gasto para alguien que lo coja partiendo de cero, veo más práctico un Chromebook o un HP Stream, básicamente por la pantalla, webcam, micrófono y altavoces, todo incluido y transportable de un lado a otro de la casa… Especialmente el HP Stream tiene un teclado bueno y agradable. Y en Linux (Ubuntu) va fino.

    Lo comento porque todo suma, y es bueno comentar «otras» formas de iniciarse en la informática de «andar por casa».

    😉

    • Hay portátiles modestos que pueden apañar sin duda, pero me parece que esta propuesta de RPi es una ideaza y seguro que puede dar solución a bastante gente. Veremos, veremos, pero al final es una opción más, sin duda. Una buena.

  2. DN dice:

    Yo tuve una Raspberry como HTPC durante mucho tiempo. Estaba bastante bien, todo controlado con Kodi y usando el propio mando de la televisión. Pero cada vez es más fácil encontrar ficheros que no quiere reproducir. Además estas bastante limitado no se puede instalar skype (cosa importante en mi caso). La v4 se calienta mucho y mejor con ventilador.

    Al final, un AndroidTv va mucho mejor.

    Por cierto… me sorprende muchisimo este teclado. Creía que iban a usar el recién estrenado «compute module» pero prefirieron hacer un nuevo rediseño de la placa.

    • Siempre puedes hacer underclocking a la RPi4 o ponerle disipador más ventilador, hay mucha oferta por ahí, pero sí, es cierto que para HTPC igual te resuelve más un cajita con Android (o un Chromecast con Google TV de los nuevos, que mola mucho).

      En cuanto al Compute Module, no tenía sentido por tema puertos, supongo. Creo que esta forma de adaptarlo es acertada.

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