Vuelvo con el tema del momento porque me lo pide el cuerpo y sobre todo me lo pide Benedict Evans. Puede que muchos no le conozcáis, pero este analista es referente para quienes hablamos de tecnología. Hace un par de días escribía un revelador post sobre lo que está pasando entre Apple y Epic, pero como hacen los buenos analistas no entraba tanto en quién puede tener razón como en lo que realmente supone este conflicto.
De su reflexión hay varias ideas rescatables, pero yo destacaría dos. La primera, la de los piratas:
Cuando Apple lanzó la tienda de aplicaciones había vendido menos de 10 millones de iPhones en toda su historia, pero hoy en día mil millones de personas usan iPhones, y lo que es más importante, [lo hacen] más de la mitad del mercado estadounidense y el 80% de los adolescentes americanos. Para muchas grandes empresas, los usuarios de iPhone son el mercado. Cuando tu producto tiene unos pocos puntos de cuota de mercado puedes hacer las elecciones que quieras, pero cuando dominas el mercado, empiezan a aplicarse otras reglas. Apple ya no es el pirata, es la marina, el puerto y la aduana. En las últimas semanas, Microsoft, Google, Facebook y Epic han sido detenidos en la aduana.
Así es. El discurso con el que muchos siguen asociando a Apple es el de la empresa del «Think different». La de «los inadaptados, los rebeldes, los alborotadores». Quizás esa definición se ajustase a los usuarios de Mac a finales de los 90, pero diría que hoy, al menos en Estados Unidos, es difícil pensar diferente porque la presencia allí de los iPhone, iPad o los Mac es arrolladora. Diría que de hecho allí es mucho más fuerte ese sentimiento del iPhone como símbolo de status social. Los Samsung son de pobres, y los Huawei, supongo, de traidores. A saber.
El caso es que como decía Evans, la situación de Apple ha cambiado mucho desde que lanzaron la App Store, y las reglas deberían hacerlo también. En todos los sentidos, y no solo en el económico, porque los criterios para banear aplicaciones o aplicar comisiones son desiguales y erráticas. El caso con Spotify es un buen ejemplo, y aunque dudo que haya opciones de que abran la puerta a otras tiendas de aplicaciones que puedan hacerle sombra a la App Store, quizás sí veamos cambios en las comisiones, que es por lo que en realidad pelea Epic: por pagar menos y ganar más como hace también Apple.
Luego está el otro tema. El de los sacrificios. Cito:
Desde la década de 1970, ha habido una división religiosa entre las personas que quieren computadoras que sean libres de cambiar como quieran, y las personas que quieren computadoras que sean fáciles y seguras de usar para tantas personas como sea posible. Esto es una cuestión de sacrificios, pero hay un cierto tipo de persona en la tecnología que piensa que las tiendas de aplicaciones y el sandbox de iOS no tienen nada que ver con el éxito de los teléfonos inteligentes y el iPhone – son sólo una estúpida cosa de Apple de la que podrías deshacerte sin efectos negativos. Hace 30 años pensaban lo mismo sobre las interfaces gráficas, y de hecho muchas de las relaciones públicas de Epic provienen de furiosos posts de Usenet de los 90 sobre cómo las interfaces gráficas son malvadas e infantiles. Pero toda la dirección de la computación desde la Apple 1 ha sido más abstracta, con menos acceso a los niveles inferiores del sistema e inherente a esa mayor accesibilidad para más gente.
Es un gran argumento este. Uno tan real como la vida misma: está la gente a la que le gusta trastear con cacharritos y está la gente que «no quiere tener que pensar» (con muchas comillas y muchas cursivas, espero que entendáis la expresión). Siempre la ha habido, y Apple siempre ha tenido claro que una de sus misiones era la de darle todo lo más mascado posible a los usuarios. Que no hubiera muchas opciones ni muchas formas de llegar a la misma solución, porque eso añade complejidad. Uno simplemente decide qué sacrificar: ¿quiero control, o quiero comodidad (y «no pensar» entre muchas comillas y cursivas)?
Es un enfoque válido, pero yo creo que incluso en ese enfoque hay sitio para las alternativas. Unas que no pongan en peligro lo otro que te garantiza el iPhone de turno. En plan «mira, el iPhone funciona como siempre, pero si quieres puedes instalar esta otra app store que tendrá su catálogo y su filosofía. Lo que hagas con esa App Store ya es cosa tuya, a partir de ahí no garantizamos la experiencia que tenías hasta ahora».
No sé si ese discurso es válido. Probablemente no, pero a mí me gustaría que lo fuera. Lo es para Android, donde puedes hacer mil guarradas y hay mucha gente que no las hace, y lo es también para Windows o incluso Linux, donde la experiencia de base es controlada por Google, Microsoft o Ubuntu (por poner un ejemplo) pero que luego tú puedes toquetear a tu gusto. Lo que hagas a partir de ahí, eso sí, es cosa tuya.
Dudo que algo así vaya a ocurrir en Apple, pero lo cierto es que molaría poder tener opciones en su jardincito amurallado. Ya sé, ya sé: hay otros jardines amurallados si no te gusta el de Apple, pero es que igual uno quiere redecorar un poco el de Cupertino. Ponerle otras florecillas, no sé. Darle un toque más salvajillo.
Qué bucólico todo.
“ Dudo que algo así vaya a ocurrir en Apple, pero lo cierto es que molaría poder tener opciones en su jardincito amurallado. Ya sé, ya sé: hay otros jardines amurallados si no te gusta el de Apple, pero es que igual uno quiere redecorar un poco el de Cupertino. Ponerle otras florecillas, no sé. Darle un toque más salvajillo.”
¿Por qué molaría tener opciones en el jardín de Apple? Esta es la pregunta clave. Si puedo tener Android por menos dinero, con tiendas y métodos para tener todo lo que no me da Apple, ¿para qué quiero un jardín redecorado?
Sigo sin respuestas. Si tecnológicamente los teléfonos de Apple son una maniobra de marketing para venderme hardware no tan de vanguardia a precios inflados como he leído en muchas ocasiones, no entiendo esta petición. La única respuesta más o menos razonable que me queda es que los “protestadores” quieren poner un logo de manzana a su teléfono libre, lo cual les coloca automáticamente en el lado de los que quieren presumir de marca además de libertad.
Estoy de acuerdo con Evans en que hay prácticas que han de ser reguladas para un dominador de mercado. Pero la barra final del gráfico de cuotas de mercado hace trampa. Las tiendas de apps para iOS no son un mercado, sino un componente del producto de Apple en el mercado de los teléfonos inteligentes. Si nos ponemos así, ¿por qué no pedir libertad en el mercado de módulos de radio en los iPhone y elegir si ponemos 5G cuando nos apetezca, no cuando Apple quiera?
Estoy de acuerdo con Evans en que lo que hay que hacer es regular el funcionamiento de las tiendas de apps: que sus reglas sean transparentes e iguales para todos, que sean lo menos injustas posible… También suscribo su opinión sobre Epic, que lo que pide es destruir toda regulación, no mejorarla, buscando su único provecho particular despreocupándose de los usuarios.
Al final, lo que más gracia me hace es que uno de los mejores analistas del mercado tecnológico en la actualidad reconozca que dejar que el mercado funcione por su cuenta sin supervisión y regulación es un camino a la aniquilación de la innovación y el mismo mercado. Por eso hace tantos años que lo sigo.
Para mí, la AppStore sin duda es un mercado.
Hay proveedores, productos y clientes.
Si quieres, es un puerto, con un operador aduanero único, que se lleva una comisión por cada cosa que se hace ahí.
Y esa comisión la decide él, como la Agencia Tributaria/Estado decide sus aranceles. Por el artículo 33, y es lo que hay.
Además, es el único puerto. No hay otro ni quieren que lo haya.
Claro que la AppStore es un mercado. Lo que no es un mercado es el de las tiendas de apps para iOS.
También Uber es un mercado y nadie pide que sobre su infraestructura se pueda montar otra plataforma de negociación (aka mercado).
Suelo leer estas analogías de puertos, que administración del país, que es suyo, etc etc y lo cierto es que todas parten de una falacia argumentativa importante, a saber, Apple en el dispositivo con mucho puede, siguiendo tu comentario, ser considerado el concesionario del puerto, pero el presidente (iba a decir el rey pero creo que no están los tiempos para hablar de eso con españoles jeje) es el que conquistó el país o en términos reales, el que pagó por ese dispositivo. En ese sentido, si quiere compararse a Apple con algo es más fácil llevarlo a un país al que si no le gustan las políticas de otro le bloquea sus compañías por espionaje, impone bloqueos comerciales, captura buques petroleros…
En cuanto a ¿por qué Apple si no nos gusta esto? bueno, nuevamente se parte de supuestos cuestionables, y es que de hecho javi no es usuario de Apple, lo que no lo priva en ningún caso de hablar de lo que ocurre en ese ecosistema, tal como uno no es venezolano, chino, iraní o bielorruso y lo más bien que habla de esos «ecosistemas», es más, no suele parecerle bien a la gente que habla de esos sistemas que los soberanos de los mismos le digan a sus «aplicaciones» si no le gusta, cámbiese de ecosistema.
Como sea, a lo concreto. Que se critique esta política específica de Apple, tal como se criticó y sancionó a Microsoft por no permitir eliminar IE, no implica que no existan otras cosas que no resulten razonables en ese jardín. Por ejemplo, iOS durante un tiempo importante fue la opción accesible para personas ciegas y con baja visión, hasta que Android se animó a agregar talkback. Ya escapando de lo que dice relación con mi colectivo, puede ser que tengamos celus más potentes en el mundo Android, pero también sabemos que el soporte de productos en Apple es superior al que tiene un Android, en que si se sigue actualizando luego de 3 años tienes que ir a prenderle velas a alguien, mientras que Apple ya anunció que hasta el iPhone SE de primera generación tendrá actualización a iOS 14, lo que de paso me tiene sumamente contento (soy ciego, no necesito una tabla de surf) y así con otras cosas.
Por otra parte, ya alguien hizo referencia al tema de como un producto te encadena a otro… se que ya hay un Android razonablemente accesible, que mientras más se acerque al Android stock mejor, que hay apps que de hecho son más accesibles ahí que en iOS (¿alguien dijo telegram?) pero si voy y me compro uno razonablemente pequeño para no tener que llevarlo en un bolso ¿qué hago con mi lindo Apple Watch? ok, que puede servirme como pisapapeles, pero me parece que es uno un tanto caro para eso.
Resumiendo, acá no se trata del administrador del puerto, sino que como presidente que soy debería tener la alternativa de poder concesionar otro puerto si se me da la gana… y una razonable, no tener que reconstruir el país entero para poder edificarlo.
A mí es que Apple me recuerda más a 1984 y a esas pelis sobre distopías en las que todo es muy bonito mientras hagas las cosas como quiere el líder de turno. Iba a compararla con la China, perp es un poco fuerte.
Se trata de dar alternativas al usuario Mbaz. Ni más ni menos. Cuando tú lo decides todo por él y no hay libertad la cosa se pone chunga. En el mundo real eso es una dictadura. Al menos, según el DRAE:
No. No es dictadura. Es capitalismo.
Me parece significativo que cites a la RAE alegremente sin analizar lo que pones. ¿Dónde está la fuerza o la violencia? ¿Alguien te obliga a comprar Apple? Quizá sea así y no me he enterado aún. ¿Que derechos humanos o libertades individuales está vulnerando Apple con la AppStore?
Yendo más atrás en tu argumento, ¿no tiene opciones el usuario? ¿No puede comprarse miles de sabores de Android con todo lo que le pedís a iOS?
No acabo de entender por qué nadie da respuesta a esta pregunta.
Sí es dictadura. Si no haces lo que Apple quiere que hagas con sus productos, te obligan a irte, la comparación con exiliarse de un país con un régimen es totalmente válida.
Creo que no comprendes que hablamos de gente con pocos conocimientos de tecnología, que cree que si no compra Apple, no podrá trabajar, y Apple se está aprovechando de esos «ignorantes». Eso de ético no tiene nada
Es una dictadura. No es capitalismo. Una de las bases de este último es el libre mercado y en este caso no hay competencia, no hay capacidad de decisión por parte del cliente. Es un monopolio, los monopolios son dictaduras en el mercado.
La historia de que si no te gusta un iphone te compras un android ya casi pisa en fascismo. Apartheid tecnológico. Es lo mismo, exactamente lo mismo, que montes una cafetería que no acepte negros, si no te gusta, vete para otra.
Sólo se pide que haya otras tiendas y que no me traten como idiota decidiendo cosas por mi.
Lo triste es que exactamente lo mismo va a pasar en los Mac cuando pasen a ARM. Y en el mediano plazo, eso será la última puntilla en el ataúd de Apple.
Porque no me gusta Android, pero tampoco comulgo con la filosofía de la manzana, así que elijo la que más se ajuste a mis necesidades y gustos. Y si me gusta por ejemplo el apple watch, debo tener sí o sí un iphone. Con eso el catálogo de móviles queda reducido al que tenga apple y sólo a iOS y ya una vez dentro puedo instalar únicamente de la tienda de apple, con todo lo que eso implica para bien y para mal.
Pero a mí me gustaría tener otras opciones para instalar aplicaciones, y a los desarrolladores el no tener que pasar por las politicas para estar en la store, si ya tienen modos oficiales de distribuir su contenido o usar sus pasarelas de pago y llevarse mayor ganancia, y si eso implica que para mi al final representa un precio más atractivo tengo la capacidad de decidir de dónde y a quién le consumo. Al final si te gusta su jardín amurallado no te ves afectado porque sigues resguardado tras las murallas, y si yo quiero una pequeña ventana puedo ver el exterior si así lo deseo.
Ya lo comenté en la otra entrada anterior, y vuelvo a decirlo. Me parece bien lo de las tiendas, son seguras y fáciles de usar, yo mismo suelo usarlas, pero como usuario y dueño del dispositivo, me gustaría que existiera la posibilidad de instalar cualquier aplicación al margen de la tienda, siempre bajo mi responsabilidad. No veo que mal hay en ello, es una ventaja para cualquier usuario.
Pues sí, no hacen falta tiendas alternativas sólo cambiar las torretas ametralladoras automatizadas del famoso jardín amurallado por unos simples reflectores, permitiendo que si el usuario quiere pueda instalar lo que le plazca.
Esa es otra opción, sin duda. Y que luego el usuario se haga responsable de si mete o no cosas raras.
Me parece bien que se defienda la apertura de iOS, pero no la comparto. Forma parte esencial de la propuesta de valor del iPhone.
Sigo preguntando, ¿por qué pedir la apertura de iOS si ya existe en Android? ¿Por qué no cambiar a Android directamente y reducir la cuota de mercado de Apple para que aprenda a tratar bien a sus clientes?
¿O sea que da valor el que no se pueda instalar nada fuera de la tienda oficial?
Debo de ser tonto…
Si fuera tan simple, no habrían tipos vendiendo iPhones con fortnite por miles de dólares. Aquí claramente se está aprovechando Apple de esa dominancia en el mercado que tiene (así no sea mayoritaria). Que no es solo cambiar el iPhone y ya está, aquellos que hayan comprado su «hardware privativo» (reloj, set top box, portátil, cables lightning, etc.) y las aplicaciones no ven factible comprar todo eso otra vez pero para Android.