El éxito de las Raspberry Pi ha sido arrollador desde su lanzamiento, pero sus modestas especificaciones originales hicieron que algunos fabricantes trataran de atraer a ese público con propuestas más poderosas. Alternativas como Odroid U3, MinnowBoard Max, Cubieboard, Hummingboard, Intel Galileo, Banana Pi o BeagleBone Black han ido ofreciendo promesas diversas que ahora quedan, creo yo, en agua de borrajas.
Porque muy señores míos, la Raspberry Pi 2 es la evolución perfecta de las Raspberry Pi originales. Hace pocos meses aparecía una más eficiente Model B+, pero para muchos lo que le faltaba a la RPi no era eficiencia, sino potencia. Así que los ingenieros de The Raspberry Foundation se han puesto manos a la obra y han creado una versión mucho más preparada para todos esos escenarios -a cual más dispar- para los que se utilizan estos pequeños miniPCs.
Yo hace ya tiempo que me compré mi primera Rpi Model B, y ya al mes de comenzar a usarla mostraba mi absoluta admiración por un cacharrito que por 35 dólares (bueno, algo más con los extras) hace cosas que no hace mucho costaban mucho más dinero tanto por el hardware como por el consumo energético. No en vano le coloqué una a mi madre con una Raspbmc y con un BitTorrent Sync para transferir archivos de extremo a extremo y ahora es el complemento perfecto -dejé de usarlo como seedbox por esto- de mi otro cacharro imprescindible de los últimos años, el NAS. Lo de tener un Media Center gracias a Raspbmc y a su fantásica integración de Kodi (antes XBMC) en un dispositivo con este consumo es casi como un milagro.
Ya lo he comentado en voz bajita alguna vez: hay otro proyecto algo más gordo que tiene mucho que ver con las Raspberry Pi y del que espero poder hablar mucho más en los próximos meses, pero mientras eso llega, ya tengo preparado un cambio: lo basaré en las Raspberry Pi 2. Y la razón es simple: como indico en el titular, lo más importante de esta renovación de las RPi está en su procesador. No solo porque tenga cuatro núcleos o porque según algunos vaya seis veces más rápido -lo hace, pero solo en pruebas específicas-, sino porque este nuevo SoC, el Broadcom BCM2836, está basado en un procesador quad-core ARM Cortex-A7 que hace uso del juego de instrucciones ARMv7.
Esa es la diferencia fundamental con las anteriores versiones de las Raspberry Pi: el juego de instrucciones de los anteriores SoC (BCM2835, hay que ver lo que hace un numerito de diferencia) es el ARMv6, más limitado y que de hecho fue el motivo de Canonical no ofreciese una edición de Ubuntu para estos dispositivos: sus responsables decidieron que no darían soporte a diseños ARM que fueran anteriores a los ARMv7. No solo de Ubuntu vive el hombre, desde luego, y aparecieron alternativas diversas que permitían aprovechar igualmente las bondades de las distros GNU/Linux en las Raspberry Pi, pero es que ahora esa utilización de ARMv7 abre las puertas a muchas más opciones.
Y las abre por la sencilla razón de que Ubuntu es a su vez base de muchas otras distribuciones. La propia Canonical ha confirmado oficialmente que ya soporta la Raspberry Pi 2 a través de Snappy Ubuntu Core (un primer paso interesante, pero deberían ir más allá y ofrecer imágenes de Ubuntu tal cual), y de hecho ya comienzan a verse otros movimientos como el del desarrollador que ya ha preparado una imagen de Debian Jessie para las RPi2. Estoy seguro de que son solo dos ejemplos de lo que está por llegar, y yo diría que distros populares como Linux Mint o preciosistas como Elementary OS no deberían tardar en llegar. Y a ellas, espero, se sumarán otras de renombre que ya ofrecían sus virtudes en las RPi originales como openSUSE, Fedora o Arch Linux.
Tendrán competencia, eso seguro: Microsoft ha anunciado que Windows 10 estará soportado en las RPi 2 -aunque parecen reservarla a escenarios muy de la Internet de las Cosas, veremos si es usable fuera de ese ámbito-, y obviamente Android también será otra de las alternativas destacables ahora que disponemos de un juego de instrucciones casi “nativo” para el desarrollo de la plataforma móvil de Google.
Me da a mi que esto pinta fenomenal para las Raspberry Pi. A falta de comprobar cuál es su eficiencia energética -las Raspberry Pi Model B+ consumen menos de 1,5 vatios en un uso básico, el dato será sensiblemente mayor con un micro quad-core a mayor frecuencia- está claro que los chicos de The Raspberry Foundation van a dar un pelotazo. En realidad ya lo han dado: un día después no hay manera de comprarlo en las tiendas en las que está disponible. Yo no tengo excesiva prisa, pero os aseguro que al menos una Raspberry Pi 2 llegará a mi mesita de trabajo en las próximas semanas.
Actualización: Manuti, que escribe mucho y bien de esto en su blog, Raspberry para torpes, llega a las mismas conclusiones pero dando además una lista detallada de las alternativas que ahora tienen las cosas más difíciles que nunca.
Veo que coincidimos en casi todo, de hecho hoy he liquidado una lista de otros mini PC a revisar por obsoletos: http://raspberryparatorpes.net/rivales/rivales-raspberry-pi-muertos-antes-de-llegar/
Lo que han hecho es algo parecido al petroleo barato de los Saudíes que evita que surjan alternativas o nuevos desarrollos.
Y yo más que Gigabit, USB 3.0 o SATA hecho en falta UN BOTÓN PARA ENCERDERLA Y APAGARLA
Esperaba como agua de mayo tus comentarios, y tienes razón en lo que dices: con las nuevas RPi la cosa va a estar imposible (o casi) para sus alternativas. Es algo preocupante, pero esperemos que la filosofía con la que nació el proyecto no se malee a medio y largo plazo.
Lo del botón para encenderla y apagarla sería un puntazo, la verdad, pero supongo que es un simple tema de asumir que al final haría lo mismo que desconectar y conectar el cable microUSB 😀
Lo del botón para encender y apagarla seria TAN BONITO hehehe 🙂
Y una pena que siga compartiendo USB y RED en el mismo chip… No necesitaba ni USB3, ni GE, ni SATA… Solo necesitaría un USB2 y un interfaz a 100Mb que no compitieran por el ancho de banda.
Pero vamos, quadcore y 1GB de RAM por el mismo precio que antes…. que me la envuelva para regalo oiga!!
Saludos
Se me olvidaba comentar que he tenido un Epic fail. El viernes pasado encargué y pagué un lote de placas para pruebas y comparativas que creo no van a interesar a casi nadie, a saber: una Raspberry Pi B+ (ni 2 ni nada), una Banana Pro y una ODROID-C1.
Gracias por el enlace, un detalle que me recuerda los orígenes de los Blogs. 😉
Faltaría más Manuti. Gracias a ti, ¡saludos!
Muy interesante, no sabía lo del juego de instrucciones.
Aún así para mi uso poca novedad. Lo uso como media center y no han cambiado la cpu. Habrá más distribuciones pero raspbmc me va bien, no notaría mejoras de las cpus, ya va bien.
Cierto. Para este tipo de escenarios en los que la Raspberry Pi ya ha demostrado comportarse muy bien, lo mejor es incluso apostar por el Model B+ que es más eficiente energéticamente.
De todas formas lo uso también de cliente de Torrent, no me va mal pero quizá un poco de potencia extra tendría su punto.
Supongo que querrías decir GPU que es la que no cambia, ya que la CPU es distinta.
Sí, quería decir GPU. Esto de escribir comentarios con el móvil… XD
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