Tenía en pendientes comentar la fantástica reflexión que MG Siegler publicaba en Medium hace unos días y en la que hablaba del papel «disruptor» del Amazon Fire Phone. Lo mejor de aquel post era el título, «It’s No Longer A Smartphone, It’s A Smartcamera«, ya que en esa única frase se podría condensar no solo la propia reflexión de ese autor, sino toda una curiosa situación que hace que en telefonía móvil no estemos llamando a las cosas por su nombre.
Porque, amigos míos, ¿cuál es el porcentaje de uso en modo «teléfono» que dais a vuestro smartphone? ¿Un 4%, quizás un 5%? No me lo trago. Yo diría que el uso como teléfono tradicional -para llamar y recibir llamadas- es mucho más marginal, y probablemente no pase del 1%. La gente que mira su smartphone 150 veces (mentira, pero la leyenda urbana ya ha quedado ahí) al día de media no lo hace para ver si tiene llamadas o para llamar a alguien. Lo hace para otras muchas cosas, y la mayoría no tienen nada que ver con lo que hacían los teléfonos de toda la vida. Ni siquiera los móviles de aquella primera época que no podían presumir de ser smart.
Usamos el smartphone para relacionarnos en redes sociales, para consultar el correo, para sacar fotos y vídeos y compartirlos, para leer novelas, para reproducir música, para jugar, para trabajar, para cocinar, para cuantificarnos, para controlar otros dispositivos o para monitorizar nuestra salud. Entre otras muchas cosas. MG Siegler prefería llamar a los smartphones ‘smartcameras’, pero lo hacía porque en su reflexión pesaba demasiado esa prestación de los Fire Phone de Amazon que asocia el móvil con la subida ilimitada de fotos a la nube.
Eso está muy bien -de hecho, da para post aparte-, pero lo cierto es que ni siquiera la función de cámara es suficientemente relevante como para llevarse todos los honores. Teniendo en cuenta la capacidad de estos dispositivos, habría que llamarlos de un modo totalmente distinto. Algo rollo Pocket Phone PC. O algo aún más estilo Microsoft: Mobile Smart Computing Platform Phone Edition.No sé. En esa línea.
La función telefónica se ha convertido en algo tan accesorio que irónicamente hace tiempo que ningún fabricante menciona esa capacidad cuando presenta sus buques insignia.No lo hizo Amazon con su Fire Phone, y no lo han hecho Samsung, Sony o LG cuando han anunciado sus respectivas apuestas de este año. Lo comentaban también ayer en New York Magazine con un artículo con un enfoque real: lo que llevamos en nuestro bolsillo es mucho más un dispositivo conectado a Internet que un teléfono (‘cell phone‘). El párrafo del autor es especialmente contundente:
This isn’t just a semantic issue. It’s a marketing one. Wireless companieswant us to think of our rectangular gadgets first and foremost as phones, since what their plans give us in the phone department (unlimited minutes and texting, on most carriers) is much better than what they give us in the data department (tiered caps on data use, with charges for overage). In fact, these companies make millions of dollars a year from our tendency to overestimate the number of calls we’ll make in a given month, and underestimate the amount of data we’ll use.
Ahí le has dado: los planes de voz ya no tienen sentido, y sí lo tienen (mucho más) los de datos, que es con lo que juegan las operadoras para vendernos desequilibrios que normalmente nos comemos con patatas. Desde luego que lo que tenemos en el bolsillo no es un teléfono. Y tampoco una cámara. Es, señores y señoras, todo un PC de bolsillo. Con su sistema operativo, sus aplicaciones, su sistema de almacenamiento y su pila TCP/IP para que disfrutemos de la conexión a Internet allá donde queramos. Así nos los venden los fabricantes, a los que si me acuerdo les haré comentario obligado en la próxima presentación de un smartphone a la que asista.
¿Ah, pero además de todo lo que ha dicho este señor, este smartphone puede hacer y recibir llamadas? Qué estupendo.
PD: Me temo que voy a estar algo desconectado los próximos días, ¡pero trataré de retomar el pulso lo antes posible!
Exacto, totalmente de acuerdo. Por eso discuto con la gente cuando dice que son muy grandes, que son incómodos. No son teléfonos, son computadoras que incluyen la funcionalidad «teléfono». El límite del tamaño debería ser el que nos permita guardarlo cómodamente en un bolsillo. Cuanto mas grande mejor, más cómodo de usar.
Yo lo llamo simplemente SmartPC.
(…)reproducir música, para jugar, para trabajar, para cocinar, para cuantificarnos, para controlar otros dispositivos o para monitorizar nuestra salud(…)
¿Para cuantificarnos? ¿Qué es eso? :-S
Monitorizar la actividad física, por ejemplo gracias a las pulseritas típicas (FitBit, Jawbone, Nike Fuelband…)