De una de las grandes películas de la historia del cine:
Daniel LaRusso: No the problem is, I’m getting my ass kicked every other day, that’s the problem.
Mr. Kesuke Miyagi: Because boys have bad attitude. Karate for defense only.
Cambiad ahora un par de cosas. «Karate» por «patentes», y «Mr. Kesuke Miyagi» por Twitter. Porque eso es lo que ha anunciado la empresa responsable de un servicio que afortunadamente sigue centrándose en lo que hace bien sin dispersarse -aunque el rediseño ha sido una cagadilla- y que ahora ha hecho que veamos una luz al final del túnel en ese complicado mercado de las patentes software.
El Innovator’s Patent Agreement -el texto completo, sorprendentemente corto, en GitHub, otra decisión curiosa- es un contrato entre Twitter y sus empleados por el cual la empresa se compromete a usar sus patentes solo para su defensa. Teniendo en cuenta cómo muchas empresas hacen uso de las patentes para atacar a otras empresas por violación de esa propiedad intelectual, el paso adelante de Twitter parece uno de esos momentos prodigiosos que se producen en la evolución de la tecnología.
Porque de seguirles la estela otras empresas- algo que parece factible- ese freno a la innovación que suponen las patentes podría desaparecer casi de forma completa. Y eso supondría toda una revolución en este campo. Solo espero que la iniciativa de Twitter no sea solo una falsa maniobra de márketing, algo a lo que parece apuntar Marco Arment -creador de Instapaper- en una de sus clásicas reflexiones. Arment le ve tres pies al gato y afirma que «The Innovator€™s Patent Agreement is a well-intentioned gesture. But that€™s all it is«, destacando que en realidad Twitter podría aplicar eso de «la defensa» en un sinfín de casos, y que su actual contrato deja demasiado espacio libre a la interpretación. Puede que sí. Ahora le toca a Twitter concretar -de hecho, invitan a la gente a que añada sugerencias a ese contrato-, y sobre todo, a demostrar que su uso del kárate -digo, de las patentes- es únicamente para defenderse.