No dije nada al irme, pero he estado de vacaciones. Que como (casi) todas las vacaciones, han estado fantásticas. He disfrutado de unos días cerquita de Cádiz hartándome de pescaíto y de otros en Asturias, patria querida, (Cudillero y Gijón) haciendo lo propio con cabrales y sidrita sidriña sidrina. Descubriendo sitios espectaculares -Cabo Vidio, chavales, top five de mis rincones favoritos desde ahora-, riendo, alucinando con mis niños junto a mi mujercita (¡pipi!), cazando atardeceres y sonrisas y, claro está, saltando.
Hay unos cuantos más de estos, pero me los guardo. Y de otras fotos, claro, pero de eso ya ni os cuento. Toca ahora organizar un poco y montar un vídeo vacacional, tradición familiar ya que cuesta porque no es el típico vídeo automático de fotos y da trabajo aunque el resultado mole un montón. Vais a tener que creerme, porque esos vídeos son privados y así se quedarán. Pero aparte de organizar fotos y crear vídeos toca también hacer balance de las vacaciones, y entre otras muchas cosas quería aprovechar para comentar algo por estos lares.
Mola estar conectado en vacaciones.
Que si quieres puedes no estarlo, claro, pero yo lo he estado. A tope. Me llevé un portátil de batalla —el Ezbook X4 que saco a pasear, si le pasa algo no me duele— y con él pude entre otras cosas lidiar con los posts del Amazon Prime Day que por cierto, funcionaron la mar de bien (gracias a los que comprásteis a través de mis enlaces). El ordenador estaba ahí, pero sobre todo estaba el móvil, que usé bastante para muchas cosas. En primer lugar, para las citadas fotos, que siguen siendo maravillosas en mi Xiaomi Mi 6. Por cierto, de esto hablaré pronto que hay post especial medio preparado desde hace literalmente meses.
En segundo, para navegar y cotillear Twitter y algo más de YouTube de la cuenta. Pero también para hacer tethering y ver alguna cosita en Netflix por la noche, algo que pude hacer gracias a que por primera vez en mi vida tengo una tarifa de 20 GB. Hace poco en Tuenti me sugirieron el cambio a O2, de la misma casa, y me daban todo lo que tenía y 20 GB en lugar de los 4 de Tuenti por el mismo precio. Dicho y hecho, y precisamente el cambio llegó a tiempo para sacarle partido en vacaciones.
Lo he hecho. No a tope, porque aun con esta cuota iba con cierto tiento a la hora de gastar datos. Habré gastado unos 15 GB en un mes —el reseteo de la cuota toca el 18 de cada mes— y eso yendo a todo trapo: en el móvil el consumo es muy eficiente, pero al hacer tethering a poco que no tengas cuidado y lo uses como si estuvieras con WiFi la cosa se desmanda. Yo quise precisamente hacerlo así, y sin meter cortapisas en las sesiones de los Incognichollos y de cotilleo/navegación general gastaba fácil 1 GB al día.
Qué tiempos aquellos en los que trataba de sobrevivir un mes con 200 MB, ¿eh? y ya hace unos años experimentaba con aquello de juguetear con 20 GB, aunque lo hice con un bono extra que vendía Movistar en aquel momento. Está claro que nos hemos vuelto glotones en esto de los datos, y aunque parece que los 20 GB dan para mucho, en realidad la cosa es más bien justita para usuarios intensivos. En el móvil puede que aguantes más, pero como digo alguien con un portátil difícilmente puede depender de una conexión así con una tarifa de este tipo para su día a día.
Es ahí donde entran las tarifas ilimitadas que van llegando con letra pequeña y que plantean un futuro en el que quizás ni necesitemos fibra en casa. Las conexiones 5G podrían ser la alternativa, pero diría que para la inmensa mayoría de usuarios la fibra seguirá siendo una bendición durante bastante tiempo.
Pero me estoy desviando del tema: al final, como digo, viví muy conectado porque hay muchos ratos en los que hacerlo es muy entretenido. Abusamos de esa gratificación instantánea —me di cuenta de ello en un par de momentitos «interiores» alejado de las pantallitas—, pero para quien le gustan estas cosas lo de tener al alcance algo así es alucinante.
Os guste estar conectados o no en vacaciones, disfrutadlas. Sí que me guardaría algún ratito para tratar de apartar el móvil de la mesita. Al atardecer, a ser posible. Con una Mahou y unas pipas, si podéis y os va este rollo.
Igual os sale una foto guapa. Una que se queda en vuestra memoria, no en la del teléfono, leñe.
Empecemos por el principio: cuando comencé en esto de internet en el móvil solo tenía 50mb…. Bueno, tan al principio no.
Ahora que se han terminado (de momento) las elecciones, ya no se oye hablar de la España rural. Esto casi es magia: los problemas aparecen y desaparecen en un plis plas. La espalda rural esa que se está quedando vacía es un problema más grande de lo que los políticos se piensan (y no voy a seguir por ahí, que nos vamos a Segovia y nos liamos). Actualmente vivo en el segundo municipio por habitantes de mi provincia, superando los 20000 censados y a 5 minutos en coche de la capital. Vamos, que no es el típico pueblo que sale en campaña en el que tienen que cerrar las escuelas por falta de alumnos. Si hasta tenemos distrito escolar propio!
En este contexto, al pueblo en el que vivo solo llegan dos operadores, uno azul con la red saturada y otro rojo con la red a medias. Por supuesto, eso de la competencia roza la utopía.
-«Te vamos a ofrecer chorrocientos teras simétricos de velocidad»
-«solo me llegan 30/6»
-«no porque todos nuestros clientes tienen…..»
-«que solo me llegan 30/6 te he dicho»
-«espere, voy a comprobarlo….es verdad, nada lo siento, te (jodes) quedas cómo estás, no podemos ofrecerte más»
Ahora la verdad es que muy bien, creo que tengo 60/12. Como cuando me fui de casa de mis padres (ahora hasta tengo hijos y todo).
Lo bueno es que tampoco recibo llamadas de otros operadores, he hablado con ellos solo una vez, para recordarles que su servicio no llega a mi zona. La España profunda no está tan lejos como nos pensamos.
Al turrón. A algunos les dará mucha envidia, para mí es un suplicio. El caso es que yo necesito más llamadas que datos e internet en casa. Esto por un lado significa combinado y por otro, barra libre de datos. Ahora mismo tengo creo que 22 GB y me sobran la inmensa mayoría. Pero no tengo la opción de tener menos datos y pagar menos. Así que me aguanto. Por suerte tengo muy buena oferta, lo que me da miedo es la próxima renovación, con la reestructuración de la oferta de los rojos, que lo vendan como lo vendan, para el cliente no supone ninguna ventaja (a mí me subiría la tarifa unos 25€ si la quiero tener igual que ahora).
Las vacaciones. Hace un año y pico compre en oferta el reloj de Huawei con teléfono. Su análisis lo dejo para otro post (está respuesta ya sobrepasa los límites de una respuesta jajajaja) precisamente para ese momento del año, las vacaciones. Es cierto que cuando sales con niños el teléfono te da un plus de seguridad, saber que si te pasa algo puedes contactar con quien sea. Pero también es cierto que los teléfonos actuales son demasiado golosos. Por cuestiones laborales me he perdido demasiadas fotografías de las buenas, de las que se quedan en la memoria. Y mi intención es no perderme muchas más.
Todo esto no quita para que antes de salir de casa me hinche a descargar en la tableta series y películas varias. Que lo cortés no quita lo valiente 😉
Esa ciertamente es una triste realidad de aquí y de fuera de aquí. No hay mucho que rascar porque si no hay negocio, no mueven ficha. Es una penita, y lo siento por lo que te toca, aunque seguro que tienes otras (muchas) ventajas.
Sea como fuere, bien por esa política para tus vacaciones. Y bien por las series y pelis descargadas para ver offline, claro está 🙂
Por Dios!!! SidriÑa no!!! solo los muy forasteros la llaman asi
Lo sé, lo sé. De ahí la coña 😉