Me esperaba algo más de Apple cuando lanzó ayer sus nuevos MacBook Pro. Supongo que tras ver la renovación de los MacBook Air (y de estar más feliz que una perdiz con el mío) creí que los nuevos MacBook Pro me sorprenderían en algún apartado, pero apenas lo han hecho. Dos características los diferencian de sus predecesores: el puerto Thunderbolt (Intel llamó a esta tecnología Light Peak en clave), y los nuevos procesadores Intel de la serie Sandy Bridge, mucho más capaces tanto en temas de CPU como de GPU. Ah, y adiós a NVIDIA, por cierto. Ahora el socio de los MacBook Pro en el terreno de las GPU dedicadas son las AMD Radeon HD 6490M/6750M.

La mejora de los procesadores era lógica y evidente, y lo cierto es que no había grandes dudas en este sentido. Los nuevos MacBook Pro son más potentes en todos los ámbitos, y si además necesitáis potencia gráfica las nuevas gráficas dedicadas de AMD proporcionan margen más que suficiente para la mayoría de los escenarios. Aún así, los chips Intel HD Graphics 3000, las GPUs integradas en la die de los Sandy Bridge, son probablemente suficientes para el 90% de las ocasiones.

El puerto Thunderbolt que sustituye al Mini DisplayPort es una característica interesante, pero a la que desde que apareció le tengo manía. Intel ha querido desarrollar su propio estándar alternativo a USB 3.0, y ha usado su poderío para retrasar la adopción masiva de ese otro desarrollo, que lleva meses (si no años) accesible a fabricantes y a usuarios. Pero claro: Intel no lo integra en sus desarrollos, no lo promociona, y eso hace que los fabricantes y los usuarios lo tengamos crudo al no tener el apoyo del fabricante más importante de la industria. Me gustan las opciones como al que más, pero no aquellas que nos fuerzan a elegir con este tipo de tácticas cucas.

El incremento en la potencia de los procesadores tiene una consecuencia importante: la autonomía de las baterías, un apartado que destacaba en sus predecesores, y que no se ha visto mejorado en nada en esta revisión de los MacBook Pro. Mientras que la anterior generación aguanta oficialmente entre 8 y 9 horas, Apple ahora indica que la autonomía esperada de los nuevos MacBook Pro es de 7 horas. Ays.

Por lo demás, los nuevos MacBook Pro son aburridos. Mismas pantallas, mismas baterías, mismo diseño. Bien por los teclados retroiluminados -eso no se lo han quitado, menos mal- y bien los 4 Gbytes de memoria de serie que incluyen en todos los modelos. Pero las unidades SSD de las que tanto se hablaba siguen siendo una opción, y además, una opción muy cara. 200 dólares por la unidad de 128 Gbytes, nada menos que 600 dólares por la de 256 Gbytes, y NADA MENOS que 1.200 dólares por la de 512 Gbytes. Para que os hagáis una idea, las OCZ Vertex 3, probablemente las unidades SSD más rápidas del mercado (seguramente muy superiores a las que monta Apple) a fecha de hoy, cuestan 250 dólares en su versión de 128 Gbytes y 500 dólares en la de 256 Gbytes. No hay color.

Las pantallas tampoco varían, a pesar de que por ahí se hablaba de una posible aplicación de la tecnología Retina Display a estos portátiles, que, obviamente, no hemos visto por el momento. Tampoco la disposición de otros puertos que no fueran los que ya se utilizaban en estos equipos, así que básicamente tenemos MacBook Pro más potentes, pero iguales en todo lo demás.

El único cambio adicional relevante ha sido la integración de la nueva webcam integrada, a la que llaman FaceTime HD, y que destaca por su captura teóricamente en 1.280×720 en lugar de los 640×480 de las cámaras FaceTime/iSight convencionales, como las de mi MBA o las de los iMac. En iLounge han estudiado este apartado en detalle y han hablado de los problemas con FaceTime HD: solo ciertos usuarios podrán disfrutar de esa calidad de vídeo, y de hecho no podréis usar FaceTime HD con otras webcams que sí capturan en HD. Como siempre, a Apple no le gusta la competencia.

Así pues, nos encontramos con modelos que, sinceramente, son bastante aburridos, quizás porque cualquiera esperaría ese «One more thing» de Apple. Aún así, son máquinas más potentes y más competitivas económicamente, como demuestran en este artículo de APC. Pero aburridas, eso seguro. Incluso lo indican en iFixit, donde han hecho un despiece de un 15 pulgadas básico. ¿Qué confirma todo esto? Pues dos cosas.

La primera, que aunque Apple no tenga rival hoy en día en el campo de los ultraligeros (veremos si los Samsung Series 9 son tan buenos como prometen), sus MacBook Pro no son portátiles tan destacables. Aquí sí que por precios similares podemos encontrar máquinas muy atractivas en prestaciones. Pero claro, siempre hay que tener en cuenta todos los factores.

Y la segunda, que he acertado con mi MacBook Air. Esperar por el Pro no tenía sentido. Si ya lo sabía yo 😉