Tecnología

La chica que no sabía usar un PC

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Octubre de 1991. Allí estaba yo, en el laboratorio de prácticas de álgebra, asignatura impartida por el profesor Abellanas. Acababa de aterrizar en la Facultad de Informática de la UPM, en el infernal campus de Montegancedo, y tenía curiosidad por saber qué podía depararme aquel primer contacto con un contenido práctico en el curso.

Las prácticas se hacían con Derive, una aplicación con una interfaz de lo más espartana que ejecutábamos en PCs con MSDOS. Qué tiempos aquellos: rebuscando por ahí he visto cómo por aquí tienen una guía de introducción a su funcionamiento. Y lo mejor de todo, capturas.

Mon dieu.

Esta historia del abuelete cebolleta —madre mía, me han salido más canas solo de escribir esos dos párrafos— viene a cuento no por la magia de ese programa, sino porque cuando llegué al laboratorio y me senté con mi compañera de prácticas, recuerdo perfectamente algo importante.

Ella no tenía ni idea de manejar un PC.

Pero cuando digo que no tenía ni idea, es que no tenía ni idea. Eso sería quizás más extraño cuando uno empieza a trabajar y como parte de la jornada uno tiene que hacer cosas en un ordenador, pero es que amigos, esto era la carrera de informática. Uno pensaría que allí habría gente que más o menos pilota de ordenadores.

Pues no.

Resulta que en la facultad, como descubriría a lo largo del tiempo, había mucha gente que hacían informática, supongo, por hacer algo. Le verían salidas y se apuntaron, pero está claro que allí había dos clases de personas: aquellas a las que les gustaban los ordenadores —moi— y aquellas a las que eso de los unos y los ceros era un medio necesario (pero no suficiente) para encontrar trabajo.

Lo otro curioso es que eso al final daba bastante igual: que te fuera bien en la carrera no creo que tuviera mucho que ver con que fueras friqui. A mí, por ejemplo, me fue de culo. Yo, que me creía digno sucesor de David Lightman, que pensé que gracias a mis conocimientos infinitos y mi experiencia con mi C64 y Amiga 500 sacaría la carrera con la gorra, me llevé un buen chasco. Informática, como pude comprobar una y otra vez, no es (o al menos, no era) una carrera para gente a la que le gusta la informática.

Todo este rollo maravilloso es un prólogo necesario para lo que viene ahora. Que no es otra cosa que hablar de los célebres nativos digitales, una tribu de la que ya hablé en 2010 y en 2014.

Hace años que a los chavales se les engloba en ese singular grupo. Como nacen rodeados de cacharritos y enseguida están haciendo zooms y gestos en pantallas táctiles, parece que todos van a ser el próximo Elon Musk. Qué cracks, cómo manejan las pantallas, cómo controlan TikTok, cómo usan los stickers en WhatsApp (¿o eso también se ha quedado anticuado?). Y luego les pones delante de un ordenador y, ¿qué pasa?

Nada. Son como aquella compi mía de prácticas.

Así es: los chavales manejan muy bien todas esas cosas casi por ósmosis. Los niños ven e imitan, y si todos a su alrededor —nosotros los primeros— no paramos de hacer zooms y gestos en pantallas táctiles, que lo hagan ellos es natural. Eso no implica que vayan a ser unos hackers del copón. Simplemente implica que saben utilizar algo porque no paran de hacerlo.

Por eso resulta bastante sorprendente encontrarse (otra vez) con gente que se sorprende por esa situación, como comentábamos en Xataka hace unos días. ¿Cómo es posible que los adolescentes no sepan usar un PC? Pues por la misma razón que no lo sabían usar hace 10, 20, o 30 años. Salvo ciertos casos, no tenían necesidad ni interés en hacerlo.

Hoy ocurre lo mismo. Salvo en el caso del colectivo gamer —y desde luego, los adolescentes friquis, que los hay—, los chavales no saben usar un PC y tampoco entienden conceptos tan obvios como el de qué es una carpeta de Windows o macOS. Eso pasa, pero también pasaba antes y seguirá pasando después.

De hecho yo mismo pensé al ver esa idea de tema eso de «ya verás cuando quieran encontrar un trabajo». A los dos segundos me di cuenta de que esa reflexión era una estupidez. Los chavales que no tienen ni idea de usar un PC acabarán sabiendo cómo usarlos cuando encuentren un trabajo. La razón es sencilla: no van a tener otra opción. En esos trabajos necesitarán acabar sabiendo usar cierta aplicación, sistema o plataforma, y obviamente lo harán.

Como aquella compi mía de prácticas. No sé donde andará, pero os aseguro una cosa: acabó sabiendo usar un PC.

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10 comentarios en “La chica que no sabía usar un PC

  1. fbustamante dice:

    Me has recordado la peor parte de mi vida: La carrera.

    Ver como gente se la sacaba sin tener, literalmente, ordenador en casa.
    Haciendo las prácticas en la universidad y empollando como un condenado.

    Yo, el friki de turno, (en esa época no se nos llamaba frikis. Bueno no se nos llamaba de nada salvo que hiciéramos falta para algo de ordenadores), que manejaba ordenadores con la punt… no comprendía por qué había que estudiar tanta mates, tanta física, tanta su pootamadr…, si yo lo que quería era programar.

    En fin. Veo que la vida sigue igual. Sólo han cambiado los cacharros, que ahora son más ‘modernos’.

    Por cierto, tras ocho años al final no me la saqué.
    Encontré un buen trabajo donde podía aplicar mis conocimientos sin que me exigieran el título y acabé abandonándola.

    • Vaya. Yo aguanté hasta el final, pero tenía que haber hecho como tú. No sé si la cosa habrá cambiado mucho, pero como digo la carrera te preparaba con una base teórica fuerte, aunque la aplicación práctica de aquello fuese difícil.

      • fbustamante dice:

        No pasa nada, la vida es así.

        A veces tomamos decisiones equivocadas, pero incluso así el dicho ‘no hay mal que por bien no venga’ muchas veces se cumple.

        Gracias a esos 8 años saqué unos puntillos extras en el trabajo de mi vida.

        Quién sabe. Casi seguro que si no llego a estar esos 8 años intentado sacarme la carrera tendría otra vida. Y la verdad, la que tengo ahora mismo me encanta.

    • Hergest dice:

      Algo parecido me pasó a mí. Yo llegué ilusionado y con ganas de comerme el mundo. Era colaborador de una famosa revista de aquella época y programaba en ensamblador. El choque fue brutal, y como resultado, tampoco pude acabarla. Me provocó una profunda depresión y una zozobra vital que me duró varios años, en los que me fui alejando del mundo de la programación. Por azares de la vida, volví a «engancharme», y así me gano la vida a día de hoy.

      • Toma ya. Bueno. Bien está lo que bien acaba Hergest. Debo decir que si no fuera por la Facultad de Informática, no estaría donde estoy hoy. Empecé a escribir gracias a un chaval que conocí en aquella época, así que de no haber empezado, igual ahora estaría a saber dónde y cómo.

  2. Antonio Bello dice:

    Javi,

    No hará falta ni eso, no hará falta saber «usar» un ordenador. Recuerdo que en nuestra época (somos de la misma quinta) se escuchaba mucho la frase de «en el futuro el que no sepa informática será como ahora un analfabeto»).

    Pues bien, ese futuro ya ha llegado y la realidad muy pronto va a ser que…el que no sepa usar un ordenador no será «como» un analfabeto, es que SERÁ un analfabeto, porque estamos a muy muy poquito de que para usar un ordenador solo hará falta hablarle. Sí, hablarle, contarle lo que queremos hacer. En lenguaje natural. Como si le habláramos a un colega.

    Y esto lo demuestra ChatGPT, cuando estos modelos evolucionen mínimamente, la «interface» del SO será como digo nuestro lenguaje «natural». Ahí está Microsoft invirtiendo la friolera de (se dice pronto) 10.000 millones de dólares en OpenAI, y no nos quepa duda de que será entre otras cosas para eso, para que la suite de Office vaya manejándose con la voz, con las órdenes que le vayamos dando. «Excel, hazme la media de toda la columna C, Excel, sácame un informe del coste de los productos de la hoja «consumibles»…». Y no hará falta ni saber lo que es una carpeta, ni un archivo, ni una ruta…solo será necesario saber lo que queremos que nos haga.

    Saludos.

    • Puede que la cosa avance por ahí, desde luego, y que la IA haga que la forma de usar los ordenadores sea muy distinta. Puede que como dices ni lleguemos a necesitar «usarlos» como hasta ahora. La verdad es que las expectativas son enormes. Veremos. Saludos, Antonio.

  3. Lambda dice:

    Hombre, muchos chavales saben usar la UI de un móvil (a ver, desde la era Jobs, usease Apple, la interfaz gráfica de un móvil es sota, caballo y rey, simplona a rabiar, y casi capada). Pero no manejar las entrañas de un sistema operativo y ajustarlo, algo así como conocer las tuberías de la casa, el cable de corriente , los plomos, etc. Es decir, su concepción de usuarios informática (perdón, consumidores) es plana, de tres toques (Steve Jobs dixit). Usar un potente entorno operativo con inputs complejos es otra cosa a la que ni de coña están preparados, y es que además la vida cotidiana tampoco les incentiva a ello.

    Seguirá habiendo raritos como Linus Torvalds haciendo cosas, y es muy probable que sean los jefes de otros (Bill Gates dixit). La gran masa seguirá usando los móviles como si fuesen miniteles con tpv incorporados. No es malo ni bueno, pero dice mucho de la gran mentira de «nativos digitales», casi más un sambenito que un membrete halagador.

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