Tecnología

Cuando todo sea Amazon

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El otro día Amazon presentaba unas cuantas cosas interesantes en el ámbito del hardware: además de sus (inquietantes) soluciones Ring de videovigilancia —que no seré yo quien compre— también lanzaron ese simpático y probablemente inútil robot llamado Astro que como ya comenté en Xataka tiene una pinta graciosa hasta que uno ve que igual se acaba comprando un dispositivo de espionaje que además es bastante limitado en casi todo lo demás.

Esos productos seguramente atraigan a cierto público, pero yo quería hablar de otros dos muy distintos. En primer lugar, su nueva Halo View, una pulsera cuantificadora que le hace la competencia a la Fitbit Charge 5 y también hasta cierto punto (no por precio, cuesta 80 dólares) a las Xiaomi Mi Band o las Amazfit Band que son especialmente populares (y mucho más baratas) en este sector.

Lo otro que presentaron fue toda una sorpresa para mí. Se trató de su Smart Thermostat, un termostato conectado que copia el diseño y funciones de los famosos Nest pero que sobre todo destacaba por ser súper asequible: cuesta 59,99 dólaresy compite no solo con esos termostatos de Google, sino también con los de empresas como Ecobee, que tenía un producto muy similar con soporte de Alexa pero que costaba 250 dólares.

Termostatos de Amazon, Ecobee y Tado

Uno podría pensar que oye, Amazon simplemente está intentando ofrecer alternativas mejores o al menos más asequibles a sus clientes. Yo veo un producto AmazonBasics y digo «ostris, qué baratito en comparación con [PongaVd.AquíProductoCualquiera]». Ocurre cada vez más a menudo y acaba siendo un gancho importante para comprar ese producto y no su alternativa porque uno se ahorra dinero y además lo hace con la garantía de una Amazon que hace las cosas bien. Quizás demasiado bien.

El problema es el que revelaban en The Verge hace unos días: en el caso del termostato inteligente, se sospecha que Amazon ha aprovechado su relación en Ecobee para obtener datos de producto que han permitido copiarlo en funciones. El Wall Street Journal ya indicó hace unos meses que los chicos de Ecobee estaban algo preocupados porque tenían que cederle muchos datos a Amazon para poder tener soporte Alexa y vender el producto en su tienda online. En el caso de Tado el diseño es especialmente similar (también es parecido al Nest), y aquí más suspicacias, sobre todo cuando nos enteramos de que Amazon invirtió en ella hace unos meses.

Es inevitable pensar que Amazon está aprovechándose de su posición dominante para averiguar qué productos interesan y triunfan, y luego para copiarlos con la información privilegiada (o no tan privilegiada) que tiene de esos productos.

Es una práctica que ya se le suponía a Amazon hace años: la propia Comisión Europea está investigando a la empresa de Bezos por sacar todo tipo de productos con su marca Amazon Basics y hacerle la puñeta a vendedores que de repente ven cómo Amazon les hace la competencia de forma bastante sucia.

Los portavoces de Amazon contestaban a las pregutnas de The Verge con una negativa redonda. «Las ideas de Amazon son propias», y aunque ciertamente hay productos que tienen un formato en el que difícilmente se puede ser original (todas pulseras cuantificadoras y todos los termostatos se parecen, desde luego), lo que parece claro es que Amazon está comenzando a dejar de ser solo tienda para ser también fabricante y productor. Y como es Amazon y tiene los recursos y la influencia que tiene, es prácticamente imposible competir con ella.

¿Cómo pinta el futuro? Pues como uno en el que tengamos menos opciones porque las de Amazon acabaran barriendo a muchos fabricantes que no pueden competir en esas condiciones. Si Amazon tira precios durante meses —puede hacerlo porque tiene mucho margen de maniobra a la hora de perder pasta— el competidor probablemente no pueda hacerlo. Mirad si no el caso de Diapers.com, aquella marca de pañales que desapareció del mapa cuando Amazon hizo justo eso: la empresa de Bezos invirtió 200 millones de dólares a fondo perdido en un trimestre bajando los precios y destrozó a su competidor.

Está muy bien tener opciones más baratas, seguro, pero cuando esas opciones las hace Amazon, preguntaos cómo puede lograr bajar tanto los precios y luego preguntaos qué pasará cuando nadie pueda competir y tengamos que comprar pañales, pilas, pulseras cuantificadoras o termostatos y las únicas alternativas sean de Amazon, Apple o Google, porque serán las únicas que podrán sobrevivir a esa guerra de márgenes en las que las pequeñas no tienen que hacer.

Qué chungo.

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8 comentarios en “Cuando todo sea Amazon

  1. Lambda dice:

    Clásico problema de competencia desleal, dumping y todo lo demás: fijaos si los norteamericanos han tenido experiencia con ello, que inventaron las leyes anti-trust.

    El problema de Amazon es que no sólo es un canal de venta y distribución, sino que también hace todo lo demás. Además, en un mundo global, no veo yo a EEUU dispuesto a controlar una de sus principales multinacionales, aunque al menos allí existe cierta conciencia de que es necesario no dejar a un gigante hacer de todo, porque básicamente ahogaría todo lo demás.

    A la hora de la pela, los estadounidenses son bastante pragmáticos.

    Difícil de competir con el concepto de Amazon, salvo poniendo trabas (y esa estrategia se muere sola si no hay alternativas realistas a corto plazo). Chungo.

  2. Miguel dice:

    Si no me equivoco en la India se le obligó a indicar si era fabricante vendedor o marketplace sin productos suyos solo venta de terceros. En Europa se podría imponer este sistema siendo muy sencilla su implementación.

  3. julien dice:

    Podemos buscar soluciones para que Amazon haga eso o no haga lo otro, pero no olvidemos que el poder lo tiene el cliente. Está claro que unos individuos aislados no van a cambiar nada, pero si de vez en cuando el consumidor intenta buscar una alternativa de compra en otro lado, sea tienda física o no, aunque reconozco que suele ser dificil, puede que empieze a cambiar las cosas. A veces en vez de ahorrarme unos euros yo prefiero prescindir de Amazon y sentir que hago algo útil (no dar mi dinero a Amazon). En ese sentido me llama la atención que tu Incognichollos tenga 104 links a Amazon y 29 a otras tiendas. Supongo que el programa de afiliados tiene su papel, y no lo critico (de alguna manera tienes que ganarte la vida).

    • Eso es. Y en este caso, el lector. Si luego mis lectores no tienen interés en los incognichollos, perfecto. Ciertamente me gustaría dar visibilidad a otras tiendas, pero en esto Amazon hace las cosas muy bien para los afiliados. Lo ponen todo demasiado fácil, y una vez más aquí esperaría que la competencia se ponga las pilas. Dicho lo cual, como tú dices, el cliente tiene el poder de decisión final.

  4. Pepe Navarro dice:

    Aquí Amazon no ha copiado nada, pone claramente que está diseñado por Honeywell. Es como la marca Hacendado del Mercadona. Por supuesto, podemos discutir si el arroz SOS que compraba mi abuela en la tienda de la esquina era o no mejor que el arroz Hacendado, pero no se parece en nada a otros casos reportados anteriormente.

    • Han colaborado con Honeywell y Resideo -que son quienes diseñan también para Honeywell-, pero es tan solo un ejemplo de cómo con sus recursos ven qué productos funcionan, logran saber cómo los han creado y pueden replicarlos para venderlos con su marca y competir con quienes antes confiaron en ellos para vender sus productos.

      Lo del arroz no vale como analogía. En realidad la analogía sería más correcto decir que Amazon acabaría viendo que el arroz de la tienda se vende a tope, averiguaría de dónde lo sacan y lo compraría igual pero revendiéndolo en otro paquete más barato. Básicamente el mismo arroz, pero compitiendo con el que antes pillabas de la otra marca.

Comentarios cerrados