Tecnología

Qué esperar de Windows 11

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Satya nunca se sale del guión. Por eso (entre otras cosas) está donde está. Así que cuando comenzó a hablar de que la próxima generación de Windows sería la pera limonera, me lo creí. Los rumores sobre un cambio visual importante llevan tiempo produciéndose, pero resulta que lo que se nos viene no es una de esas grandes actualizaciones bianuales, no. Lo que viene es Windows 11.

Al menos eso parece según todos los indicios. El más gordo, claro el de la filtración de la imagen ISO con una compilación preliminar de Windows 11 que es la que todo el mundo ha usado para hablar de los cambios que podemos esperar del sistema operativo. Yo no quería ser menos y el otro día aproveché para instalarla en una máquina virtual: resulta que tratar de hacerlo en nativo tiene miga, y por lo visto hay bastantes incompatibilidades hardware «forzadas» por Microsoft para evitar que esas versiones preliminares se puedan instalar en todo tipo de máquinas.

Yo, como digo, me he limitado a instalar una máquina virtual con VirtualBox y esa imagen ISO que andaba rondando por todos lados. El sistema va a pedales en la máquina virtual, pero además la resolución de trabajo es bajísima, y ni instalando el ‘toolbox’ de VirtualBox mejora mucho la cosa: yo al final he conseguido tener todo funcionando a 1.600 x 1.200, pero sin aceleración hardware de la GPU la fluidez brilla por su ausencia.

Aún así uno puede sacar conclusiones sobre esa versión preliminar. Una versión que, por cierto, parece ser totalmente legítima porque Microsoft ha tratado de luchar contra su difusión. Hay cambios curiosos como los que afectan al menú de inicio centrado (no sé si lo acabaré usando, se puede dejar en la posición de siempre) o los bordes redondeados de las ventanas, pero como dije en Xataka, a mí esto no me parece merecedor de llamarse Windows 11. Más bien diría que es un Windows 10.1 (una numeración que ya usaron con Windows 8.1), porque los cambios son básicamente estéticos y no tan destacables como para decir que esto es una revolución.

De hecho el problema, como decía esta mañana en Genbeta, es que a Windows 11 le falta consistencia. Es lo mismo que en realidad le falta a WIndows 10: los estilos visuales, como apuntaba alguien en Reddit, se entremezclan y tenemos componentes que parecen de Windows XP (o de Windows 95) mientras otros son de los lenguajes de diseño Modern, Metro o Fluent. Es un desastre.

Lo mismo podría decirse de consistencia a nivel de aplicaciones. La cinta está en algunas apps (como el explorador de ficheros) pero no en otras. No tengo claro que ese Ribbon/Cinta tenga sentido a estas alturas, pero desde luego lo que no lo tiene es mezclar el panel de control con la herramienta de configuración.

Panel de control a un lado, Configuración al otro. Lamentable.

Mis compañeros de Genbeta hacían otras apreciaciones interesantes en ese artículo. Es genial lo que Microsoft ha hecho por ejemplo con WSL (Windows Subsystem for Linux), pero al mismo tiempo ha abandonado cosas que son básicas y mucho más importantes para cualquier usuario de ordenadores: un buen gestor de fotos (y Fotos no lo es), una apliación sencilla de creación de vídeos (Movie Maker estaba sorprendentemente bien) el bloc de notas, la herramienta de capturas (aunque mejora) y otras utilidades de sistema que al final uno acaba descargándose de otros lados porque Microsoft no las proporciona.

Ese panel de widgets solo sirve por ahora para noticias. No seré yo quien lo use, y menos con esas recomendaciones.

Y luego está lo de la tienda de aplicaciones. Ahí, diría yo, está una de las grandes oportunidades de Microsoft. En esta versión peliminar que he probado la tienda no ha cambiado nada, pero creo que esa podía ser una de las sorpresas del próximo día 24 de junio, cuando presentan definitivamente (o eso se espera) Windows 11.

En Microsoft tienen que convertir a su tienda en la App Store en versión Windows: un sitio que los usuarios y desarrolladores quieran usar. Ahora (casi) nadie lo hace, porque sueles acabar encontrando las aplicaciones más rápido y mejor en sus sitios web oficiales, y porque para el desarrollador apenas hay incentivos en la tienda: vender allí debe ser un poco lamentable, y tampoco ayuda que la clasificación y organización de la tienda sea bastante deprimente.

Para mí Windows 10 es un sistema operativo estupendo. Lo uso todos los días, y probablemente acabaré instalando y utilizando todos los días Windows 11, pero lo que he visto no me hace pensar que esto sea ninguna revolución. Es más bien un lavado de cara parcial, algo que no está mal pero que después de seis años sabe a poco porque es tan solo parcial. Windows 10 necesitaba un nuevo look, seguro, pero no uno a medias.

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7 comentarios en “Qué esperar de Windows 11

  1. Nacho Teso dice:

    Con Windows 10 me funciona todo y tengo todo en su sitio. Es una buena experiencia. Creo que el único cambio que realmente querría sería poder ver las notificaciones en la parte superior derecha en vez de en la inferior derecha. Solo con eso mi experiencia con el sistema mejoraría mucho y tampoco necesitaría mucho más. A ver si en Windows 11 sucede.

    • De eso no se ha dicho nada, pero quizás haya forma de cambiarlo. Si no de forma nativa, quizás con algún truquito o app externa.

      Pero estoy contigo: me funciona todo y la experiencia es estupenda. Faltan detalles de consistencia, pero el SO está estupendo.

  2. DAN HUNTER dice:

    ¿Has probado de monitorizar la GPU?
    Puede que ponteando la GPU y CPU desde VirtualBox vaya mejor el rendimiento general.

    Aunque en versiones tan preeliminares no merece la pena, más allá de la prueba rutinaria del curioso medio.

    Ya me contarás.

  3. Jose Antonio dice:

    Mientras no cambien la tipografía y la iconografía Windows me seguirá pareciendo un sistema, visualmente hablando, horrible.
    No entiendo como MS no cambia esa letra (creo que es Segoe) por una más legible en todo tipo de tamaños y que sea más estética. No debe ser tan difícil sacar una fuente inspirada en Helvética, referente del buen gusto y la legibilidad. Ahí tiene como ejemplo el excelente trabajo de Apple con San Francisco que es una maravilla. Y en cuanto al diseño de la interfaz, que decir…que lleven más de cinco años con esas inconsistencias la verdad es que no lo entiendo.

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