Ayer fue viernes de pizzas y peli familiar en el miniresort burgués. Es una tradición que se va afianzando y que a mí me pirra. Lo mejor para mí de hecho no es ver pelis recientes, sino revisitar pelis estupendas que vi cuando era aún más joven y que ahora tenemos la oportunidad de volver a ver con mis peques.

La de anoche me la llevaban pidiendo algún tiempo. Se trata de ‘Misión Imposible’, la primera entrega de la saga protagonizada por Ethan Hunt y que a su vez era un refrito de la célebre serie de los 60. No sé cuánto tiempo hacía que no veía la peli, pero me pareció, como a mis niños, estupenda.

De lo que no me acordaba en absoluto es de los guiños tecnológicos que hace, y que son bastante numerosos. He querido adaptar el repaso a esos guiños que hace tiempo hicieron en Screen Rush (muchas de las capturas son de allí), porque me ha parecido una estupenda forma de recordar cómo no hace tanto la tecnología era bastante patata, aunque para nosotros lógicamente entonces pareciera la pera limonera.

Es importante recordar que esta peli se estrenó en 1996: por entonces había muy pocos usuarios de internet, y de hecho dos de cada tres, dicen, estaban en Estados Unidos. Como explicaban en Slate, las páginas web eran básicas a más no poder, y las conexiones telefónicas (‘dial-up’) eran tan lentorras que lo mejor que podían hacer quienes servían páginas en internet era plantear sitios web súper minimalistas dominados por el texto. Yahoo! dominaba las búsquedas por entonces —Google aparecería dos años más tarde— y el aspecto de su página de inicio (vía The Internet Archive y su WayBack Machine) era este:

La red de redes era una mueca de lo que es ahora, pero curiosamente en ‘Misión Imposible’ hay varias escenas en las que toma protagonismo especial.

Lo primero que me encantó ver fue el navegador Netscape con el mismo aspecto de su primera versión y en una pantalla en la que se veía superpuesta una retransmisión de televisión a través de internet que por entonces era absolutamente imposible por las velocidades de conexión.

Ese navegador de la parte superior derecha estaba aún en pañales, pero todos recordamos cómo el icono de la parte superior derecha, la «N» de Netscape, era un icono animado que permitía al usuario saber que la página se estaba cargando (algo importante para que el usuario no se desesperase mientras lo hacía). El aspecto del navegador en la peli es exacto al que pudimos ver entonces:

También aparecía una pantalla de conexión a internet con un gigantesco mensaje de ‘Internet Link’ que no estaba muy desencaminado con lo que había entonces: los que nos conectábamos en aquella época solíamos tener una ventana que se activaba cuando queríamos conectarnos y que iba informando del estado de la conexión mientras los célebres pitiditos nos taladraban placenteramente los oídos.

A partir de ahí aparecen otras situaciones curiosas: Tom Cruise, que encarnaba a Ethan Hunt, necesita ponerse en contacto con el terrorista apodado «Max», y solo sabe que su operación se llama «Job 314». ¿Qué hace para lograr contactar con él? Hace una búsqueda bastante raruna en los foros de Usenet —recorre unos cuantos que son reales, pero luego hace búsquedas absurdas como «Max.com»—, que efectivamente eran uno de los grandes puntos de encuentro de muchos usuarios de entonces. Una especie de predecesor del actual Reddit, Usenet sigue existiendo hoy en día, pero su presencia es en muchos casos residual, aunque sigue teniendo su encanto y su popularidad en algunos escenarios.

Ethan Hunt hasta decide que necesita escribir un mensaje a Max, así que se pone a escribirlo de una forma curiosa, porque la dirección de correo electrónico no tiene un formato válido (¿¿»Max@Job 3:14″??). Es curioso que no cuidasen un poco más este tema, porque el correo electrónico funcionaba entonces como lo hace ahora, y hubiera sido más fácil tener una ventanita del cliente de AOL, que dominaba en USA por entonces. Curiosidad: Hotmail se lanzó el 4 de julio de 1996, y durante mucho tiempo fue el gran deseado, el Gmail de la época. Microsoft de hecho vio tanto potencial en el cliente que lo compró por 400 millones de dólares en 1997 para acabar convirtiéndolo en lo que hoy en día es Outlook.com.

Hay unas cuantas curiosidades más que mostraban cómo la tecnología futurista que Hollywood nos enseñaba en 1996 era bastante guarripeich. Lo del jefe de Hunt (interpretado por John Voight) fumando en el avión (ole) mientras elige si acepta o no la misión que le dan en una especie de cassette con una peli es de risa (como el mando a distancia para reproducirla, que va por cable):

Pero también mola mucho el súper PC donde guardan la lista NOC en la embajada y también la espectacular estación de trabajo en la que realmente está en Langley. Ambos PCs con una estupenda unidad de discos magnetoópticos de Verbatim con una nada despreciable capacidad de 230 MB. Muchos MB para una lista que no es más que texto y ocupará como mucho unos pocos KB —por supuesto, hay quien analizó los nombres que aparecía en la lista NOC de la peli, y hay curiosidades como que sale entre los nombres Maverick, buen guiño a ‘Top Gun’—, pero OK. Por cierto, ¡bien por el trackball Kensington de la estación de trabajo de Langley!

Más detalles curiosos: que los agentes secretos no tengan teléfonos móviles (aunque sea desechables) para llamar y lo hagan desde cabinas —ahora tendrían chungo encontrar una, y más aún una que funcionase—, o que el hacker de los hackers, Luther Stickell (interpretado por Ving Rhames) use un PowerBook 5300C (de 1994, buf) y un Nokia 232 chusquero para interceptar la señal móvil en la escena del tren. También se ve un ThinkPad (a saber cuál). Apple, por cierto, pagó 15 millones de dólares por ese ‘product placement’ que le salió rana —resulta curioso cómo veía la prensa a Apple en la época— y de hecho hasta emitió un anuncio de televisión y montó un sitio web espectacular (je) para tratar de levantar las ventas de un equipo

Hay inventos futuristas que aun hoy en día son difíciles de ver como lo de emitir secuencias de vídeo a un smartwatch, pero es curioso cómo seguían jugueteando con esa idea del reconocimiento de voz, PIN —atentos al teclado que usa para introducirlo, ¿letras griegas?— facial y retinal que sale en diversas escenas y que es mucho más aparatoso y que hoy en día está ampliamente resuelto.

Sea como fuere, la verdad es que las licencias que Hollywood se concedió a sí misma con esta película en temas tecnológicos están más o menos en la media de otras producciones del estilo: aquí lo importante no era retratar lo que podía hacer la tecnología en ese momento, sino lograr que como siempre hiciese bastante más de lo que en realidad podía hacer.

Es curioso como 25 años después casi todo lo que en la época parecía imposible hoy está prácticamente resuelto y funciona de forma casi rutinaria, así que tomad nota: lo que veremos en la próxima de ‘Misión Imposible 7’ a finales de año (si es que se estrena entonces, y por cierto, se rodará al mismo tiempo que ‘Misión Imposible 8’) será totalmente normal… en 2046. Paciencia.