Tecnología

Móviles plegables, amor a primera vista (o segunda)

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Seguro que os resulta sorprendente, pero alguien como yo, curtido en mil batallas tecnológicas, criado en 8 bits, abuelito Werthers —o casi— de los juntaletras digitales, se apuntó tarde a la era de los móviles. No digo de los smartphones, cuidado: el primer iPhone fue mío unos meses después de aparecer gracias a un amigo que me trajo uno de EE.UU.

Digo de los móviles que no eran smartphones.

La era Nokia pasó un poco de puntillas por mi lado. Que yo sepa no tuve ni uno, aunque desde luego miraba con ojitos modelos como el 8110 de Matrix –oh my, van a hacer la 4, Dios nos pille confesados- o aquellos 9110 Communicator que empezaban a enseñarnos qué podía venir en el futuro. Pero no tuve ni uno de esos móviles, como digo. Mi primer móvil, comprado bastante tarde, en 2002 si no recuerdo mal, fue un Motorola Startac.

Me encantaba ese teléfono.

Mira que era básico, oye. No tenía nada destacable salvo por ese formato concha tan bien logrado. Lo de la antenita retráctil es, viéndolo en perspectiva, de risa, pero todo en aquel productito era básico y estupendo.

Y ahora resulta que por lo visto están preparando una versión moderna de aquel móvil. Bueno, no exactamente de ese, sino del Razr que apareció tiempo después y que mantenía esas líneas de diseño. Esa versión moderna tiene una peculiaridad: por lo visto será un móvil plegable. Y uno con una pinta estupenda, señores:

Qué pintón señores. Igual va a acabar teniendo sentido este formato. En febrero de 2019 se desataba la fiebre por los móviles plegables. Semanas después resulta que la fiebre era de las malas. Los problemas con el Galaxy Fold revelaron una vez más que las prisas son malas consejeras y que pegar el primero no siempre sirve para pegar dos veces.

Y así se quedó la cosa. La revolución de las pantallas plegables quedó en suspenso. Ahí, quietecita, escondida en los pliegues. Eso no quiere decir que no haya habido movimiento. En Samsung se pusieron a trabajar duro para corregir los problemas de su primera versión —resulta sorprendente que no los detectaran en sus propios controles de calidad—y presumen de tenerlo todo casi listo para el lanzamiento definitivo de su carísimo Fold, que probablemente compren cuatro gatos.

Eso no importa, porque si todo va bien tan solo será el primero de muchos. Ya decía entonces que veía más sentido a un plegable si era de tamaño generoso: uno que al desplegarse fuera en realidad una tableta.

Ahora no lo tengo tan claro. El diseño teórico del Razr —las imágenes son conceptuales, en este caso de Sarang Sheth— tiene sentido para quienes buscan no cargar con un ladrillito en el bolsillo constantemente, y yo ciertamente me metería en el grupo de los amantes de los móviles compactos. Sé que los móviles grandes tienen ventajas y que luego cuesta volver a modelos más pequeños, pero la sensación con un móvil compacto siempre ha sido más cercana. Si es que uno puede sentirse cerca de un aparato, claro. Que de todo hay en la viña del señor.

Como digo, esas imágenes son pintonas a más no poder, y hacen que al final lo de que sea plegable puede valer tanto para convertir un móvil en una tableta como para convertir algo mucho más pequeño en un móvil. La idea me mola y me llama la atención, y hace que si a primera vista el concepto quizás no enamore, a segunda vista pueda hacerlo.

A mí ya lo medio hizo la primera vez, y aunque me da miedo que al final lo de los plegables se quede en un gimmick, le veo potencial al tema.

Que venga ese Startac con pantalla plegable, porfaplis. Que me dejen catarlo. Así podré dar testimonio de si estas esperanzas mías eran o no fundadas.

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4 comentarios en “Móviles plegables, amor a primera vista (o segunda)

  1. Sesaru dice:

    Los renders son muy bonitos… ni se ha visto un mal prototipo de ese movil, ni se sabe nada. Vaporware 100%.

    Si ese Motorola fuese real, costase 300€ (en vez de 1500€-2000€ q se supone que csotará si que algún día sale) y la pantala no se rompiera sola (no miro a nadie, Samsung) sería bonito… pero ahora mismo eso no es mas que marketing barato.

    Estamos a bastantes años de que algo así sea cierto, y cuando eso suceda a saber que nuevo caramelo se habrán sacado de la manga que nos haga que ese movil ni nos giremos cuando pase alguien con él en la calle…

  2. pakolo dice:

    A mi el concepto no me llama demasiado la atención, es verdad que para alguien que quiera un móvil pequeño y coqueto puede venirle bien tenerlo de concha otra vez, pero para mi no es. El problema mas gordo que le supongo a esto mas allá del de la pantalla plegable va a ser la batería, seguramente podrían poner dos baterías ahí, una en cada parte del móvil, pero me da a mi que pondrán una bastante ridícula por pequeña y ahí se quedará la cosa.

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