Tecnología

‘Black Mirror: Bandersnatch’, un rollete

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Uno abría aquellos libritos rojos de «Elige tu propia aventura» y se lo pasaba en grande. No recuerdo que fueran prodigios de la novela de aventuras, y de hecho la gracia estaba en poder volver atrás en la historia si te equivocabas de elección. Por alguna razón el formato llegó, triunfó y murió. Sin más.

Que yo sepa no se ha vuelto a aprovechar ese formato editorial. Aquellos libros tuvieron durante años su vertiente digital en forma de aquellas aventuras conversacionales que también nos conquistaron en los 80, pero la idea quedó un poco en un limbo hasta que de repente Netflix decidió retomarla en serio con ‘Black Mirror: Bandersnatch’.

Tenía curiosidad por ver cómo funcionaba este invento de los contenidos interactivos, pero no me puse a ver el episodio especial hasta ayer. La cosa prometía, sobre todo para alguien que vivió muy cerca de todo lo que sale en la peli: el Spectrum 48K y su horrible teclado, el Walkman de Sony y aquellos auriculares con esa almohadilla de gomaespuma, la ropa, los coches… todo ese trasfondo ochentero parecía un gran punto de partida.

Hasta el principio de la historia mola, porque refleja cómo se hacían juegos antes y cómo uno triunfaba en los juegos. La historia del chaval que llega a un estudio ya consagrado llevando su «maqueta» y enseñándola para que le fichen era algo relativamente frecuente aquellos años —atentos a esta historia de Dinamic que hizo mi amigo Juanky en Xataka— es totalmente certera, así que insisto, aquello prometía. Y entonces llegan las primeras elecciones, uno se va metiendo en las posibles tramas, y se da cuenta del problema.

‘Black Mirror: Bandersnatch’ es un tostoncete.

Lo es más por la historia, cuidado. Estuve como dos horas explorando los distintos finales y reconozco que la mecánica es destacable: si te equivocas el episodio te permite volver al punto anterior (pero no a otro aún más previo) y te hace un recorrido rápido de qué había pasado antes para que no te pierdas antes de tomar otro camino en la historia. La forma de enlazar cada opción es simplona pero efectiva (cambio de plano y a tirar millas), y puedes avanzar o retroceder 10 segundos (no hay barra de progreso como tal, no tiene sentido) para no volver a comerte cosas que ya habías visto. Vamos, que la forma de desarrollar técnicamente el episodio interactivo está bien resuelta.

El problema, insisto, es la historia.

(Destripe a partir de aquí, no sigáis leyendo si no queréis conocer detalles de la trama).

Como era de esperar, alguien en Reddit exploró todos los posibles finales y creó un diagrama de flujo excepcional. Pinchad en la imagen para la imagen completa.

Parece como si los productores se hubieran centrado más en el reto técnico que en esa trama en sí. Las opciones que se presentan son o muy chorras (elegir Frosties, elegir música para escuchar en el autobús) que no tienen impacto después, o son totalmente descabelladas y absurdas. La exageración se apodera de la trama con vertientes que no parecen tener mucho sentido, como forzando el desastre y que todo acabe cuanto antes. El guiño de la parte final es probablemente lo más simpático: el prota se da cuenta de que él no toma las decisiones y que hay alguien que lo está haciendo por él, e incluso llegué a una vertiente en la que había que explicarle lo que era Netflix y el chaval reaccionaba diciendo que (lógicamente) no entendía nada. Normal, chavalote, normal.

Seguí explorando opciones y finales pero ninguno me dejaba del todo satisfecho. Parece que el objetivo que te acabas marcando es que el juego consiga la máxima puntuación en el análisis televisivo que hace el friki de turno, pero esa tendencia a la exageración y esos guiños al programador loco (y al escritor loco del que parte la idea del juego) acaban cansando un poco porque no están demasiado bien trenzados.

Una lástima, diría. Una oportunidad desaprovechada con una historia desaprovechada y unos personajes desaprovechados. Sobre todo el de Will Young, que hace el papel del programador de éxito Colin Ritman. Curioso por cierto ese apellido que a mí me recordó instantáneamente a Jon Ritman, el legendario programador de Batman, Head Over Heals o, por supuesto, Match Day y sobre todo Match Day II. Igual ahí los guionistas quisieron hacerle un pequeño homenaje, no sé, pero el caso es que usar ese apellido mola.

Lo dicho, chicos. La idea tiene potencial, pero el episodio como tal es en mi opinión una castaña. Espero no obstante que Netflix no descarte este tipo de contenidos en el futuro, porque si cuida la trama puede tener en su mano una característica diferencial más para sus contenidos.

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14 comentarios en “‘Black Mirror: Bandersnatch’, un rollete

  1. Daniel dice:

    Tio, con perdón, pero eres un amargado. No he visto una sola review tuya en Xataka de youtube en la que te haya gustado algo. Ni siquiera en el mes con Oneplus 6 te gusto macho.

    • Esa es una forma de verlo. Otra es que soy crítico, y quizás el fallo sea escoger temas para hablar que me dan pie a un crítica. Partiendo de la base de que (creo que) la perfección no existe, eso incluye absolutamente a todo y a todos.

      Igual me cebo sacándole punta a los defectos, pero es lo que hay, y afortunadamente hay muchas otras voces y perspectivas para según que productos. Mira a a los fanboys de la manzana, por ejemplo, para quienes todo lo que haga Apple difícilmente tendrá algo que criticar. Pero ahí estoy yo, para meter un poco de cera. A eso y a lo que se tercie, es lo que me va, qué quieres que te diga. Alguien tiene que hacerlo.

      En cualquier caso, bien por el comentario que me hace recapitular y conceder que sí soy crítico. De ahí a ser amargado media un mundo —diría más bien que soy feliz como una perdiz—, y de hecho ha habido aquí y allí críticas muy positivas. Es probable que nada me parezca libre de soltar algún «pero» porque insisto, así veo ya las cosas. Mejorables.

      No recuerdo por cierto el mes de uso del OP6, pero tampoco recuerdo mucho me dejase boquiabierto como el OnePlus One que usé feliz durante años. O como el Mi 6 que estoy usando ahora y que me tiene igual (o más feliz) aunque esté lejos de ser perfecto. O ya puestos el MacBook Air que aquí califiqué como el portátil perfécto (con interrogación) o muchos otros productos que me acompañan y me hacen la vida mejor. Todos maravillosos, y todos con sus pequeñas (o grandes) pegas.

      De todos modos tendré en cuenta tu observación, aunque haya sido bastante más crítica (creo) que la mayoría de las que yo hago a productos o (rara vez) a personas.

      • Caray, pues no lo parecía por el comentario. Gracias Daniel, no te preocupes, está bien que me deis toques si veis que me acabo volviendo un Grinch tecnológico. Que lo soy un poco, pero con un trasfondo importante: me encanta la tecnología y creo que he tenido una fortuna inmensa de vivir esta época en la que están pasando tantas cosas fantásticas (cada una con sus defectos, je).

      • Trufeitor dice:

        Ni caso.

        Si voy a gastarme unos buenos billetes en un cacharrito lo que espero de los que lo prueban gratis es que me hablen de sus virtudes (aunque probablemente ya me las se), pero sobre todo de sus defectos y de las pegas de uso que no se ven en la hoja de características. Ya valoraré yo si me parecen más o menos importantes, que los euros cuestan mucho de ganar, y conocer hasta el último inconveniente puede ser la diferencia entre una buena compra sopesada y un error garrafal.

        Si quiero análisis mamporreros sólo tengo que ir a las notas de prensa correspondientes donde la compañía me dirá que ha fabricado el mejor (lo que sea) de la historia. Por eso creo que tu trabajo en este ámbito raya a un gran nivel, y como muestra tu análisis de micros Intel de hace unos días, que eso sí, reconozco que era un poco de nicho, ya que son los más caros del segmento de doméstico y no son para todos los públicos.

        Así que sigue así que creo (y me parece que no soy el único) que tu trabajo es de gran valor para el consumidor que puede considerar comprar los productos que analizas. A menos que encuentres a alguien que te de paguita, claro… 😉

      • Gracias Trufeitor 😉 Es cierto que igual me paso un poco en según qué ocasiones, pero es que en Incognitosis puedo ser políticamente incorrecto. Es raro que en Xataka haga una crítica demasiado dura, pero aquí puedo no morderme la lengua si me apetece, tanto para bien como para mal.

        Yo también agradezco esa forma de ver las cosas: con la cantidad de información «neutra» o simplemente positiva que existe sobre muchos productos -cuidado con publi encubierta- creo que una visión independiente siempre se agradece, aunque no coincida con tu opinión. Así que ahí estoy junto a algunos otros, y creo que esa forma de ver las cosas es útil para algunos.

        Saludos!

    • Yarid dice:

      Jajajaja pues la verdad sí estoy parcialmente de acuerdo. Al menos esa percepción me quedó cuando leí el post de Breaking Bad. Te pareció «pasable» la que yo considero la mejor serie de la historia. Y esa percepción se vio acentuada cuando, en los comentarios, la gente te recomendaba otras series y, aquellas que ya habias visto, las describias como malas o aburridas (no todas, aclaro)

      • De todo tiene que haber en esta vida 😉 Es cierto que mucha gente la pone como la mejor de la historia, pero oye, yo tengo otros gustos. Y en cuanto a las series, como dices, ya viste que me gustan muchas, pero en esos tiempos no había acertado con las elecciones. Precisamente llevo un par de ellas que me han encantado y tengo pendiente port de ellas.

      • Trufeitor dice:

        A mi Breaking Bad también me pareció la mejor serie de la historia (al menos de las que he visto) y me lo sigue pareciendo, pero con el tiempo me he dado cuenta de que las series de narcomafia son un poco de nicho. Hay mucha gente que no le mola el género y no entra, o que todos los personajes les resultan odiosos (porque en esencia todos son despreciables, empatizar con alguno es cuestión de matices y algunas sutilezas). De hecho estoy empezando a pensar que tienes que tener un intenso lado oscuro y fluída comunicación interior con el para entrar en ciertas historias y disfrutarlas (que no es que haya que ser delincuente ni nada, es más un rollo de humor muy muy negro, ser algo macabro y muy cínico).

        Dicho lo cual eres un poco destroyer del audiovisual, no dejas títere con cabeza: Breaking Bad, Star Wars, Indiana Jones… Que será lo próximo? Hablar mal de los Goonies?

        XD

      • Jajajaja Pues igual sí, pero como decía por ahí llevo dos o tres cosas vistas que me han encantado recientemente, igual es que no tenía buena suerte con las elecciones… ¡No recuerdo haber dicho nada malo de Indiana Jones, que conste! Pero Breaking Bad al final no estuvo tan mal, aunque como dije el final para mí no era para tirar cohetes.

  2. Yarid dice:

    Estoy de acuerdo, es como si los creadores hubieran tomado una película normal ya hecha y la hubieran modificado un poco para meter lo de las opciones, pero lo cual al fin y al cabo no importa porque casi todos los finales son iguales.

    Me hubiera gustado que hicieran como en las visual novels japonesas, en la cual según las decisiones sí se puede llegar a finales totalmente diferentes entre sí.

    Pero sí debo destacar que la sensación esta de jugar con el destino de alguien que quieren mostrar sí me pareció interesante, he jugado varios juegos con decisiones y (salvo un poco en UNDERTALE) nadie había explorado ese hecho de que «tu» personaje no quisiera hacer lo que le pides.

  3. Pingback: Black Mirror: Bandersnatch me dejó frío – El Quiróptero Amanuense

  4. Eapendergast dice:

    Pues mira, estoy bastante de acuerdo y mi crítica va también por ahí. Nos cansan con opciones chorras y cuando llegan las de fundamento, la historia está un poco perdida.
    Como idea, genial, ojalá la desarrollaran más.
    Por cierto, yo también comencé con las aventuras conversacionales y aquella maravillosa «Aventura Original»
    Saludos!

    • Sí, es como si al hacer el episodio lo importante hubiera sido el sistema de elección. Y no jugué a la «Aventura original», que yo recuerde, pero desde luego sé que por ahí andaba. Era poco de aventuras conversacionales, me temo, pero ole. Saludos EAPendergast!

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