Os cuento mi último mini trauma, chicos y chicas. Llevaba meses y meses viendo cómo de cuando en cuando mis fuentes para encontrar incognichollos mostraban un producto singular: un boli.

Un boli de Xiaomi, para más señas. Este fabricante hace tiempo que va más allá de los móviles y su catálogo de productos es extenso, casi insondable, así que siempre acababa quedándome con la duda cuando veía esos anuncios. A ver, que el boli de Xiaomi cuesta un euro, ¿qué tiene de especial?

Eso es lo que decidí averiguar un buen día. Apareció una de esas ofertas con un descuento loco en GearBest y empecé a fibrilar. «Dios mío, ¡el boli de Xiaomi a 0,88 euros! ¿¡¡Cuántos compro, 10, 100… 1000!!?»

Pues no. Compré dos. Para qué más. Con gastos de envío aquello se quedó en 2,37 euros, algo que más allá del precio del boli invita a pensar en cómo hemos avanzado cuando traer un boli desde el lejano oriente cuesta menos que ir a por dos BIC a la papelería de la esquina. Si compras más, eso sí, Amazon gana, porque por 11,89 euros compras 50. Cómete esa, Xiaomi.

El envío además fue relativamente rápido, y en menos de dos semanas lo tenía en casa. La emoción fue tal que no pude por menos que hacer un unboxing para que todos alucinéis y podáis vibrar conmigo al abrir este invento mágico y maravilloso.

 

¿Flipante, a que sí? Ese vídeo me costó bastante —la post-producción es telita, chavales— y no pude hacer la segunda parte de ese increíble análisis, consistente en destripar el boli y acceder a su interior, pero para que no os quedéis con la duda, os lo cuento: es un boli con recambios de tinta que podréis comprar de forma separada (1,76 euros el pack de 3 recambios en GearBest) pero que, atención, también podréis recargar con tintas especializadas como esta (28,20 euros por 50 ml, para que luego digan de las tintas de impresora) si os va la marcha, como a algún forocochero.

A mí como que me hace gracia cómo venden el invento, y de ahí el tono irónico del vídeo y de parte del post. Si vais a la página de producto en tiendas o a algún post de los fans de la marca veréis que básicamente tratan un boli como si fuera un smartphone. Como si un boli de 1 euro fuera un prodigio tecnológico. Que oye, está muy bien que puedas escribir con él, pero creo que aquí las tiendas se han vuelto un poco locas con eso de seguirle el estilo a Apple en sus hojas de producto. Ahora todo es como lo más de lo más (que es lo que digo en el vídeo) aun cuando estemos hablando de un p*** boli.

Por Dios, chicos. Es un p*** boli.

Pero ahí tenéis esa forma de venderlo. Fotos a tutiplen, hoja de especificaciones (puntas de 0,5 mm, eso es ciertamente importante), y diapositivas en las que se habla de todo tipo de cosas absurdas para los no iniciados como yo. Por ejemplo, lo de mencionar sus repuestos PREMEC de Suiza, lo de afirmar que tienen una precisión metálica a prueba de bomba, lo de certificar que los recambios pasan 50.000 pruebas de vida útil o lo de destacar que usan la tinta japonesa Mikuni, que por lo visto es (cómo no) lo más de lo más.

Yo ni miré todo esto cuando me pillé el boli. Simplemente me picaba la curiosidad y casi hasta me siento un poco mal por haber aprovechado la moderna civilización para acabar comprando un boli del otro lado del mundo por 1 euro. Pero aquí me tenéis, con mi Xiaomi (o más bien Mijia, que es la subsidiaria que se encarga de esto) Mi Rollerball Pen, más feliz que unas castañuelas. Y lógicamente el otro es para Sally, que está aún más feliz que yo porque ella es de escribir cosas en su agenda constantemente, muy rollo bullet journal, que es muy de influencers a tope.

Pero claro, llegados a este punto os preguntaréis qué tal escribe. A falta de análisis de verdad en sitios como el venerado Pen Addict, tengo que decir que en mi opinión escribe estupendamente. Los bolis de este tipo son todos bastante similares y aquí mis preferencias son bastante básicas. Hace años que vengo escribiendo mis particulares odas al boli (primera y segunda) y en ellas ya confirmé que soy de trazo finito: uso normalmente un Uni-ball Signo RT 0.38, así que a bote pronto los 0,5 mm del boli de Xiaomi se me quedan algo «gorditos». Y sin embargo al comparar ahora ambos trazos me encuentro con que el boli de Xiaomi va más suave, tiene, diríamos, más flow. Tendré ambos cerca para cuando quiera ir apuntando cosas —algo que no hago muy a menudo— pero creo que voy a ir usando cada vez más el boli de Xiaomi. Aunque sea por poder decir que escribo con un boli de Xiaomi, vaya. Ya sabéis, para algo soy influencer tecnológico. Tengo que dar ejemplo.

Por terminar y aprovechar la coyuntura, si queréis emularme y convertiros en influencers tecnológicos de la escritura, los Mi Rollerball Pen están por todos lados. Por si os interesa, en GearBest está a 2,39 euros, en Aliexpress Plaza a 3,87 euros y en Amazon a 3,99 euros. Y si pasáis de bolis tecnológicos, lo dicho: los BIC de toda la vida siguen siendo apuesta segura. Y ya sabéis, BIC naranja escribe fino, y BIC cristal escribe normal.

Jamás se escribió un eslogan publicitario tan estupendo.