Ayer aportaba una nueva reflexión sobre el tema de la publicidad y los adblockers, y planteaba un experimento final en el que incluía una imagen desde la que podíais hacer un micropago si os apetecía por haber pasado un buen rato con la lectura.

El artículo, la verdad, generó un movimiento insospechado. En aportaciones económicas ha ido bastante bien para lo que suponía que podría pasar, pero es que el debate con los lectores que han aportado sus reflexiones -con muchos de ellos ha habido intercambio de correos- y con los autores de los comentarios me ha hecho cambiar un poco más el chip.

Y digo un poco más porque desde que he iniciado esta serie de movimientos por rentabilizar mi labor en Incognitosis estoy aprendiendo mucho -pero mucho- sobre lo que piensan los lectores y consumidores de un medio y sobre las opciones que ese medio tiene para monetizar sus esfuerzos. De hecho me estoy dando cuenta de muchas cosas a través de esos debates. Desde aquí gracias a todos los que participáis de un modo u otro. Este post va por vosotros. Vamos con esas tres lecciones aprendidas.

1ª Lección: Más Valen Muchos Pocos Que Pocos Muchos (o no)

El balance económico ha sido, yo diría, prometedor: en estas 24 horas ha habido 19 personas que habrían aportado un total de 6,06 euros. Y digo habrían porque en realidad en mi cuenta de Paypal aparecen aportaciones por un total de 5,21 euros (más sobre esto en la segunda lección). Las aportaciones, desglosadas, a continuación:

Como veis la mayoría de los usuarios que decidieron aportar lo hicieron con la cantidad por defecto (10 céntimos), pero hubo sorpresas tanto por debajo -con esa aportación de un céntimo, todo suma- como por encima. Con estos márgenes hay una conclusión aparentemente evidente y curiosamente distinta a la que apuntaba un lector en un correo electrónico (¡Aquí va el robo de la frase, Peni!): más valen muchos pocos que pocos muchos.

Pues no. O al menos, no necesariamente. con las tres mayores aportaciones (la de 2 € y las dos de 1 €) ya superaba el 60% del total de la recaudación, lo que revela que los que aportan más ofrecen un margen de beneficio absolutamente alucinante. Que precisamente es, amigos míos, por lo que Apple está donde está. Aunque su caso es aún más atípico, porque a ellos tiene los mejores clientes: muchos muchos (ya me entendéis). Eso sí que mola.

Aquí evidentemente las conclusiones podrían haber sido muy distintas si en lugar de 19 personas hubieran aportado 190: todo apunta a que la inmensa mayoría habría aportado la cantidad por defecto -igual tengo que subirla para la próxima-, y ahí sí se haría algo más cierto aquello de que efectivamente las pequeñas aportaciones acabarían siendo muy relevantes. Pero es un ejemplo clásico de modelo de negocio de volumen (Xiaomi) frente a uno de márgenes (Apple). Si puedes, majete, muévete en el negocio de márgenes. Pero lo más probable es que no puedas. Y en el caso de los contenidos la cosa es virtualmente imposible: que un artículo por sí solo recaude un par de euros por parte de algún lector es porque ese artículo le ha tocado la fibra especialmente, y eso es muy raro. Ójala diera con la fórmula para lograrlo muy a menudo, pero no la tengo.

2ª Lección: Cuidado con PayPal.Me

Pero es que como decía al principio, lo que recaudé no es lo que en realidad debería haber recaudado. Y la culpa no fue ni vuestra ni mía, sino de PayPal, que plantea esos micropagos de forma confusa y, yo diría, hasta malévola.

Me explico: la imagen que puse inicialmente era esta (no es clicable):

Todo parece muy bonito: un canto a la usabilidad y la simplicidad. Uno debería pulsar en “Siguiente” y listo, su dinero iría a parar al destinatario sin más.

Pero no ocurre así.

Y no lo hace porque en esa imagen falta un detalle. Si uno no hace clic en la casilla que está debajo de Siguiente, PayPal se queda con el micropago.

Así de sencillo y así de simple. En la FAQ del servicio PayPal.Me (solo puedo poner el enlace general) aparece la pregunta que responde a esta duda: ¿Tiene algún coste para mí recibir dinero? La respuesta: 

Si has configurado tu página de PayPal.Me como “Amigos y Familiares”, recibir dinero en euros de personas del Espacio Económico Europeo (EEE) es totalmente gratis para ti.
Si tienes una cuenta Business de PayPal (o has seleccionado Amigos y familiares, pero la persona que hace el pago opta por la Protección del comprador de PayPal), el pago se considera un pago de “Productos y servicios”, lo que significa que pagarás la tarifa estándar de PayPal.
Si recibes pagos procedentes de otros países, dedica unos minutos a consultar nuestra página de tarifas, ya que el importe puede variar de un país a otro dependiendo de las políticas locales

El problema es que esa definición no concuerda con el formulario de envío del micropago. En la casilla que aparece debajo del botón “Siguiente” aparece una advertencia contradictoria: si la activas es porque realizas un pago por producto o servicio. Y según la FAQ, es entonces cuando pagas la comisión, algo que también especifican en los términos de servicio.

O sea, que como quiero que el micropago sea personal y no se apliquen tarifas, no debería activar esa casilla, ¿correcto? Pues no. Si queréis que el micropago llegue íntegro al buzón del destinatario, tenéis que activar la casilla, porque la diferencia entre hacerlo y no hacerlo es la aplicación de una tarifa absurda en el caso de micropagos de este calibre:

Intenté hacer esa imagen para aclarar el asunto, pero al final decidí dejar una sola imagen en el post para intentar evitar el envío de micropagos para que PayPal se forrara (bueno, más o menos). De los 19 pagos realizados 7 acabaron por ser regalos para PayPal (5 de 0,10 €, 1 de 0,20 € y 1 de 0,50 €) . Solo me di cuenta esta mañana cuando revisé mi historial de pagos:

Esos pagos de 0,00EUR que veis son precisamente micropagos que acaban quedándose en cero por las tarifas. Los lectores simplemente hicieron lo que se espera de ellos en estos casos: no complicarles la vida e ir pinchando sobre “Siguiente“. Casi me sorprende haber recibido el resto de los micropagos, porque el mensaje de PayPal.Me, tal y como yo lo entiendo, es engañoso.

El sentido común haría que uno no activase la casilla (es un pago personal sin comisiones, ¿no?), pero es que aquí no vale el sentido común: para hacer los micropagos tienes que activar la casilla, que es precisamente lo que indicaba tras modificar la imagen original (no clicable):

 

3ª Lección: Los Micropagos Pueden Funcionar, y bitcoin parece la solución definitiva

Y todo esto me lleva a pensar que PayPal.Me no es la opción ideal para micropagos. Tienen una ventaja fundamental, claro, que es la de que muchísima gente tiene PayPal. Sin embargo a partir de ahora estudiaré otras alternativas como DropCoin -uno de los lectores que hizo un micropago me lo recordaba- y parece interesante, aun cuando la comisión del servicio es del 15%, que no es ninguna tontería. Aquí parece que los pagos con bitcoin serían ya lo más de lo más. Pero  ¿cuántos de aquí tenéis cartera bitcoin? Porque yo no…

Como decía en PayPal.Me todo es ejemplar en cuestión de usabilidad y de simplicidad. Si uno tiene cuenta en PayPal es perfecto… siempre y cuando active la casilla adecuada. Antes de realizar el micropago se indica la tarifa de la comisión que se aplicará, así que aquí los usuarios simplemente deben tener cuidado, pero es que muchos simplemente no lo tienen.

Esa realidad debería ser tenida en cuenta por esta empresa, pero no lo hacen por una sencilla razón: porque están ganando pequeñas comisiones de forma bestial. A saber el dinero que les está entrando por este sencillo concepto, porque estoy convencido de que mucha gente no sabe que los pagos que recibe por PayPal.Me se están quedando en PayPal y no en sus manos por este curioso detalle.

Aquí tengo que investigar, pero hay alternativas como Flattr -cocreado por Peter Sunde, el de The Pirate Bay- o ChangeTip, pero no veo muchas más que respondan a ese modelo de negocio que precisamente DropCoin parece haber entendido muy bien.

De nuevo parece claro que bitcoin parece la solución absoluta al problema, y aunque hay alguna alternativa medio curiosa –Syndcoin es un poco espartana, Paytoshi tiene mejor pinta a priori pero parece compleja de implantar- y otras de las que hablan por ejemplo en CoinDesk también tienen su aquel, pero aquí me temo que mi lectura es en diagonal y mi conocimiento del mundo bitcoin es limitado aunque haya escrito alguna que otra cosa sobre el tema en Xataka. Toca esperar una solución específica, pero me da a mí que en tema de micropagos lo de los bitcoins promete un porrón. Pero un porrón de los grandes.

Y como no podía ser de otra forma, aprovecho la ocasión para incluir no una, sino dos formas de apoyar este tipo de posts algo más trabajados y sesudos en Incognitosis. Querría haber integrado también DropCoin para probar, pero de momento hay que solicitar acceso para que te den el código paral el botón… Solicitado está. De momento volvemos a la imagen autoexplicativa (esta vez sí, clicable)

Si la lectura os ha resultado interesante podéis aportar vía PayPal.Me con esa imagen de arriba (¡cuidado con las comisiones!), pero también podéis volver a considerar la opción de Patreon. Los mecenas allí están teniendo debate simpático sobre los próximos temas a cubrir en Incognitosis, por ejemplo. Ellos ya saben cuáles serán los temas protagonistas en los próximos días, así que si queréis formar parte de ese debate (y tener algún que otro privilegio más), dadle una vuelta. Como decía un lector, al fin y al cabo es como invitarme a un café al mes. Es una buena forma de plantearlo.