Tecnología

Quiero ser como Will Hunting

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Aquel otoño de 2003 (puede que fuera 2004) me matriculé en Sistemas Operativos Distribuidos, una de las optativas que me permitirían acabar la carrera en la Facultad de Informática de la UPM. No podía ir a clase por las mañanas -ya escribía en PC Actual desde la redacción en aquella época- así que hablé con los dos profesores de la asignatura, que me dijeron que podía asistir por las tardes con los alumnos de doctorado -mis iguales, prácticamente-. El temario era muy parecido, así que no había problema, me dijeron.

Así que comencé a presentarme por allí, y un buen día, mientras explicaban uno de los conceptos de sincronización de paso de mensajes, preguntaron cómo resolver el problema de que éstos no llegaran desordenados.

Con marcas de tiempo -comentó con seguridad uno de los doctorandos, probablemente más joven que yo.

Muy bien, muy bien, y ¿cómo funcionan exactamente esas marcas de tiempo? -respondió el profesor

Bueno, cada paquete lleva en la cabecera un código de tiempo que patatín y patatán y eso permite que los mensajes siempre puedan llegar ordenados porque patatín y patatán [omitiré los detalles técnicos que ni siquiera recuerdo] – contestó de nuevo como si tal cosa este chico.

¿Y cómo sabes tú de este mecanismo?

Bueno, hace un par de años desarrollé un proyecto megacósmico [por ejemplo] y me di cuenta de que necesitaba un sistema de este tipo, así que se me ocurrió la idea y la implementé sin problemas. Luego vi que un tal Johnson [nombre ficticio, no recuerdo el real] se había inventado un mecanismo similar algo antes.

Ah… ehhh… bueno… Pues resulta que ese tal Johnson es la máxima autoridad en sistemas operativos distribuidos de la historia. -comentó asombrado el profesor.

Desde ese momento el chaval -al que yo apodé automáticamente Will Hunting- sería consultado silenciosamente por los profesores tras algún comentario sobre algún detalle técnico relevante. Me recordaba al protagonista de la película del mismo nombre, ese que tenía una mente prodigiosa y que no había recibido una educación formal. Era el autodidacta por antonomasia, y hubiera sido gracioso preguntarle su opinión -si se le pudieran preguntar opiniones a los personajes de ficcion- sobre los MOOCs, el caldo de cultivo de los autodidactas de esta nueva generación.

Que es de lo que va realmente el post. Porque ayer aparecía en Re/code –vía @antonello– una noticia sobre Luis von Ahn , creador de Duolingo (entre otras cosas). En él se declaraba ferviente defensor del modelo de aprendizaje de los MOOCs –Massive Open Online Courses– , que según él podían ser más eficientes que el aprendizaje convencional:

Would Duolingo’s algorithmic optimization concept work for subjects other than language learning? “I think all of education should be like this,” von Ahn said. “I think we can do a better job than the current educational system. The way teachers teach is going to change. It should be done in a totally individualized way, and making it fun — by looking at data for millions of people and tweaking to be as addictive as possible. Like being addicted to a game, now you’re addicted to learning something.”

Si no lo hubiera dicho él no le daría tanto crédito, pero después de la entrevista que le hice, von Ahn me parece una de esas personas a las que prestar mucha atención. Yo mismo tengo mis dudas sobre los MOOCs, y no soy el único. Un artículo de hace unos días de The New York Times, Demystifying the MOOC, dejaba claro que la situación de esta iniciativa -tan promedora hace dos años- es ahora discutible: Apenas una de cada diez personas que se registra en alguno de estos cursos los termina, pero es que las estadísticas arrojan datos igualmente significativos.

Por ejemplo, que esos MOOCs que teóricamente permitirían a estudiantes sin titulación de países en desarrollo acceder a una educación de gran calidad no tienen de momento cabida allí: ocho de cada diez estudiantes tienen ya un título universitario, pero es que además el fracaso de estos cursos es notable por una cuestión fundamental: la pereza humana.

Conozco a una persona que empezó uno de estos cursos y lo terminó. Una. Es padre de familia, ingeniero superior, y trabaja, y a pesar de tener una mente preparada me contaba lo mucho que había sufrido para lograr terminar el curso. A pesar de las muchas ventajas de estos cursos, la motivación de los alumnos suele ser muy distinta a la que tienen estudiantes de un curso físico que además suelen tener que pagar un pastón por esa posibilidad.

With a MOOC, he could watch video lectures on his iPhone while running on a treadmill and pick and choose what he needed to learn from the syllabus. MOOCs put students in control. Students can do as much or as little as they want at any time, one reason that many never complete the courses.

Ese el tema: si al ser humano se le da la opción de hacer el mínimo posible, hará el mínimo posible. Y si puede, menos aún. La situación me recuerda mucho a la de la gente que paga un año entero de gimnasio para luego no ir nunca. No hay motivación incluso habiendo pagado la cuota anual -que suele ser la excusa ‘como pago, seguro que voy‘-, y si la gente puede elegir entre quedarse sentado apaciblemente o ir al gimnasio y luchar contra los michelines, pocos harán lo segundo.

hype

Y sin embargo, sigo creyendo plenamente en el futuro de los MOOCs, y resulta curioso comprobar cuál ha sido su evolución en ese Hype Cycle de Gartner del que ya hablé hace poco. Los MOOCs estaban en el “Pico de las expectativas infladas” en 2012, pero ahora están en plenaZanja de la desilusión”. El tiempo lo dirá, pero teóricamente esa fase dará lugar luego a la “Pendiente de la iluminación” en la que estos proyectos comienzan a tomar forma real, para luego pasar definitivamente a la “Meseta de la productividad”, en la que lo que nació como moda o tendencia (o gimmick) se acaba convirtiendo en una solución que encuentra al fin su modelo y su sentido.

Los MOOCs tienen todos los ingredientes para lograr su objetivo, y Duolingo es un buen ejemplo de ello. Quizás haga falta pulir orientación y formatos (vídeos y lecciones más fragmentadas para poderlas seguir “en cachitos”, más gamificación), pero esa capacidad de adaptar el aprendizaje -justo de lo que hablaba von Ahn- podría lograr convertirnos a todos en unos pequeños Will Hunting. Si es que no nos vence la pereza, claro.

Actualización (5/11/2014): estoy orgulloso del buen tono del debate en los comentarios, y gracias a él me he dado cuenta de que pasé por alto un artículo que Joe Di Castro escribió sobre el tema y sobre su experiencia personal hace casi un año en su blog. No os lo perdáis.

Actualización (6/11/2014): y más enlaces ricos ricos y con fundamento a raíz del debate en los comentarios. Si tenéis (mucho) tiempo libre, podéis seguir los consejos de este usuario que ha completado ya 40 de estos cursos, todo una referencia para autodidactas moderno. (¡Gracias de nuevo Joe!)

 

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29 comentarios en “Quiero ser como Will Hunting

  1. RLesma dice:

    Hola,

    Yo también quiero ser como un de esos «Will Hunting» de esos que te encuentras en los grupos de investigación o en incluso en el trabajo. A veces le hacen sentir a uno tonto, pero en algún sitio leí que cuando uno se sienta el más listo de la sala, es que estás en la sala equivocada.

    Sobre los MOOCS, aun no he probado ninguno, pero casi todos son sobre materias bastante poco especializadas por lo que he visto…

    Y ya para acabar, me resulta muy agradable como escribes y me siento muy identificado con los pocos post que he leido, así que vas directo a Feedly!

    Un saludo!

    • Gracias Rlesma 😉 En cuanto a los MOOCs, todo lo contrario, hay cursos muy, muy especializados. No recuerdo el que hizo este chico que mencionaba que lo terminó, pero era algo realmente técnico, nada básico, así que indaga un poco porque hay de todo y para todos.

      ¡Saludos!

      • Ramón Armada dice:

        Hola

        Sin ánimo de publicitar nada, y sólo para romper una lanza a favor de los MOOC echad un ojo, por ejmplo, a la página del instituto tecnológico de Georgia dentro de Coursera. El nivel técnico es bastante interesante.

        https://www.coursera.org/gatech

        Hice hace unos meses la parte teórica del curso de Software defined Networking, me quedé con la espinita clavada de sacar adelante la parte práctica. En la siguiente edición.

      • ¡Publicita Ramón, publicita! 🙂 Si es lo bueno de los comentarios, que se puede enriquecer la conversación con experiencias personales. Y si no me gustan, pues os los borro y listo 😉

        Ya sabía yo que había cursos muy curiosetes, claro que sí. A ver si como dices consigues finiquitar en la próxima edición. ¡Un abrazo!

  2. Àfrika dice:

    Muchas gracias por el magnífico post, Javier. Soy una fan de los MOOC, y hasta la fecha he completado dos y tengo varios en cartera. Me gusta tu comparación con el hecho de apuntarse a un gimnasio: debes tener interés, cierta disponibilidad y sacarte la pereza de encima.

    Ah! Y muchas gracias por hablar de Duolingo. No lo conocía, y ayer pasé un rato estupendo aprendiendo italiano a marchas aceleradas. ¡Es un chollo para quien le gustan los idiomas!

    • De nada Àfrika 🙂 Lo de Duolingo es muy, muy prometedor. Si no lo has hecho ya me voy a hacer un poco de publicidad gratuita y te recomiendo que te veas la entrevista que le hicimos al creador en Xataka:

      https://www.youtube.com/watch?v=t0vpQ57bBSY

      Y tiene esa parte muy friqui de que hay gente que puede crear sus propios cursos (con el visto bueno de los responsables de Duolingo) y hay uno que por lo visto enseña a hablar en Klingon o Dothraki, no lo recuerdo. Tremendo 🙂 ¡Saludos!

  3. Es que ahora mismo me temo que no queda otra que ser como Will Hunting. Porque no hay quien aguante lo coñazo que son la mayoría de MOOCs. Un buen MOOC debería ser aquel en que no pasa nada si lo dejas en el primer capítulo, y la mayoría de los que he probado no van así.

    Para mí el primer problema de los MOOC es que intentan trasladar el formato tradicional a uno electrónico. Pero lo que pide a gritos esta época es una enseñanza no-secuencial y sin humanos de por medio. Como Khan Academy. Como Codecademy. Como lo que han sido siempre las bibliotecas.

    Y luego está el tema de qué se enseña. No me interesan los títulos: yo lo que quiero es aprender cosas útiles. Que me den un papelito al final no me importa. Que se esfuercen por darte un papelito, para mí, es un síntoma de que no entienden hacia dónde va esto.

    • Maria dice:

      A mi me encantan los MOOC pero no consigo terminar ninguno… pereza… falta de tiempo… trabajando (Gracias a Dios), 2 niños con la LOMCE y opositando… no sé cómo hacerlo… y duolingo es fantástico… lástima que no pueda descargarse offline para practicar en el metro.

    • Sí señor Fabrizio, toma crítica razonada. Seguro que habrá de todo, y de hecho en el artículo del NYT (léetelo, por favor) comentaban cómo uno de los problemas de los MOOCs es que los profesores que comienzan a impartirlos apenas tienen experiencia en este medio, así que su «interacción digital» resulta muy poco natural.

      Ahí supongo que tiene que haber un re-aprendizaje del maestro, que probablemente tiene que ser un poco más showman (o quizás otra cualidad) para equilibrar así la falta de contacto directo con los alumnos. Como muchas otras cosas, creo que hay que darle un poco de tiempo para que el formato madure y se adapte al medio para el que está pensado. Soy optimista al respecto, pero es bueno sacarle pegas si las tiene. Y que yo sepa Codecademy (de Khan no he probado nada) es bastante secuencial, ¿no?

      Lo del papelito yo creo que a la gente le importa ahora mismo poco a la hora de hacer un MOOC. Creo que, como tú, quieren aprender cosas útiles, pero no siempre el curso o el maestro acaban respondiendo a las expectativas. Razón sin duda de que esa tasa de alumnos que han completado los cursos sea tan baja.

      • El tipo de MOOC que describe el artículo del NY Times cuando habla de Leo Cochrane es justo a lo que me refiero -quizá mal- con «no secuencial»: entras, consumes y desbloqueas a tu aire. Así sí que el estudiante tiene el control.

        Pero lo que oído de los MOOC en España (universidades a distancia) y fuera (Coursera) encaja a la perfección en el «old-fashioned online course, with its rigid deadlines for lectures and completing assignments». Coñazos totales.

        Y lo que dices del showman es la clave. No digo que haya que ser un YouTuber, pero si Khan Academy ha tenido éxito se debe en parte a que Sal no es un bacalao cuando habla en el micrófono.

        En resumen, que quien enseña, como bien dices, tiene que renovarse. Aquí hay negocio. 😉

        PS: Le tengo tirria a la palabra MOOC, sobre todo por lo rápido con lo que los pedagogos tradicionales se han apropiado de ella. Y en mi experiencia, todo lo que tocan los dinosaurios de la enseñanza lo dejan hecho un sanlázaro.

  4. Yo he probado Duolingo (al principio cuando salió, pero cuando me acabé la gramática que en ese momento tenia y me harté de traducir, lo dejé, no sé si ha cambiado algo), Codecademy (un chiste desde mi punto de vista, pese a todo el hype) y los MOOCs (Coursera, edx, Stanford, Udacity, MongoDB, …) hasta el punto de haber terminado ya 13 de ellos y en camino de completar 3 más… En los MOOCs hay de todo y yo siempre acabo aprendiendo algo, ojalá tuviera tiempo para completar muchos más que me interesan pero requieren mas dedicación y me cuesta compaginarlos con el resto de mi vida. Lo que me proporcionan los MOOCs son unas bases teóricas formales que por no haber estudiado la carrera y ser un autodidacta toda mi vida, me ayudan a rellenar muchas lagunas que mi experiencia profesional y formación reglada no consiguieron. Al margen que me permite explorar campos por los que siempre he sentido curiosidad pero nunca se me habían cruzado profesionalmente o lo habían hecho tangencialmente.

    Y al contrario de lo que se menciona en algún comentario, no es del todo cierto eso de que sea un tipo de educación desfasada, ni mucho menos, no confundir el contenido con el continente. Puede parecerlo al usar el formato tradicional de las «lectures» como si de un aula universitaria se tratara, pero muchos de estos cursos tratan temas punteros en muchos campos (y que es realmente difícil encontrar en otros sitios con ese nivel y con un temario tan organizado), e.g. en Informática se dan cursos sobre:

    – SDN, Redes definidas por software, es un tema tan puntero que aún está en pañales y aún se están implantando las primeras instalaciones y definiéndose los estándares del mañana.
    – Programación funcional, pese a tener muchas décadas encima (desde los primeros LISP) y estar basada en fundamentos matemáticos de principios de siglo (calculo lambda, Church, 1930), parece ser ahora cuando empieza por fin a despuntar y ser tomada en serio con lenguajes como Haskell, Clojure, Scala, F#, ….
    – Machine Learning
    – Big Data
    – Procesado de lenguaje natural
    – Criptografía
    – Informática aplicada a inversiones bursátiles, etc…

    Y realmente me parece particularmente difícil impartir cualquiera de estos cursos de forma coherente, organizada y formal sin recurrir a las «lectures» y en gran medida a muchos verdaderos expertos en las materias. Supongo que cada uno es un mundo, pero en los cursos en los que he podido «ir a mi aire» es donde he abandonado la mayoría de las veces, o bien porque no están bien organizados, son muy superficiales o porque «siempre puedes volver mañana». Las fechas limite tienen un objetivo muy claro en casi todos los MOOCs, no solo fomentar la constancia, si no fomentar la colaboración entre alumnos en los foros y que todos vayan mas o menos a la par en el temario para maximizar la interacción productiva.

    Algunos de estos cursos tienen un nivel muy elevado y son realmente difíciles de superar, y algunos requieren bastantes horas de dedicación. E incluso el nivel base de conocimientos requeridos puede ser muy elevado. Algunos llegan a un MOOC pensando que es CodeCademy y claro, salen espantados o renuncian a la primera de cambio, cuando muchos de ellos están planteados como un curso universitarios (muchos son adaptaciones de cursos reales de universidades americanas en su mayoría). Requieren sacrificio y te tiene que interesar la materia, si no se hacen muy cuesta arriba, además requieren constancia. Eso si, también hay algunos MOOCs que son un chiste, facilisimos de superar, pero claro, ya te diré que aprendes en ellos…

    Otro tema muy diferentes es que muchos lo que quieren es aprender una materia muy concreta: un lenguaje, un framework, … y si, para eso están bien aplicaciones como CodeAcademy, pero para poco más… son nichos diferentes y persiguen distintos tipos de conocimiento… En este caso, pueden venir bien como introducción, pero no nos engañemos, como se hace realmente experto uno en una materia? Yo solo conozco dos formas:

    – «Learn by doing», o sea cuando tienes una necesidad concreta o un interés concreto en un asunto en particular y te rompes los cuernos, buscando información por aquí y por allá, zambullendote por completo en el tema, hasta que a base de practica y error consigues tu objetivo y acabas consiguiendo lo que querías. Si a esto le sumas el gusto por hacer las cosas bien, un poco de perfeccionismo y sigues practicando hasta que por fin «entiendes como funciona» y «eres capaz de explicárselo a un lego y que capte la idea»… entonces puede que seas un experto en la materia. Puede ser por afición, trabajo, etc… pero al fin y al cabo, el medio es el mismo: se hace el camino, andando.

    – «Escribir un ensayo sobre la materia (hacer una presentación, un articulo de blog, …)», cuando intentas escribir algo para explicárselo a los demás (y hacerlo bien), te toca documentarte a conciencia y sobre todo entenderlo, y si es algo practico, además saber hacerlo. Si esto se hace desde la humildad (es decir no intentar pasar por experto plagiando la Wikipedia y otras fuentes) y la veracidad, con el compromiso de no defraudar al lector y con verdadera voluntad pedagógica, acabas aprendiendo por narices. Y si el ensayo es suficientemente largo y tratando el tema en profundidad, es muy posible que acabes siendo un experto en el tema.

    bueno… lo vamos dejando… 🙂

    Saludos

    • Cito de la conclusión de un estudio reciente efectuado en la universidad de Warwick (Onah, Sinclair & Boyatt, 2014):

      «Another interesting point emerging from the course is that many participants are a long way behind in the course but are still working steadily and would be happy to continue at their own pace. […] This brings in to question the usefulness of the “Course” element of the MOOC. What might be intended as useful structure and a schedule which allows learners to collaborate may also be seen as inflexible and unhelpful for learners who cannot, for whatever reason, work to the same timetable. Many MOOCs provide a very fixed and inflexible format in terms of timing, structure and learning materials. Adaptively choices within the structure would give users more control in reaching their learning objectives.»

      En otras palabras, una sola receta para todos causa problemas…

      Fuente: http://www2.warwick.ac.uk/fac/sci/dcs/people/research/csrmaj/daniel_onah_edulearn14.pdf

      • Como ya he dicho antes, los MOOCs en general requieren dedicación, esfuerzo y constancia (nada por otra parte que no requiera ningún otra forma de aprendizaje, nunca he aprendido nada tocándome la barriga) y eso es independiente de la flexibilidad de formato que ofrezcan, y por lo general la gran diferencia con otras plataformas de aprendizaje dejando al margen la «rigidez de su planteamiento» es que por lo general tratan algunos temas en más profundidad y con un nivel mucho más elevado. Sigo sosteniendo que por ejemplo CodeCademy es un chiste para mi y cuando hablo de MOOCs generalmente hablo de las plataformas de Coursera, edx y Stanford.

        En cuanto a la flexibilidad, si uno hace un solo MOOC a la vez, no es para tanto, los plazos para completar las tareas suelen ser de una semana (últimamente en Coursersa hay muchos cursos que dan 2 y hasta 3 semanas de plazo, e incluso en algún caso hasta el fin del curso, varias semanas, para completarlas) y las horas a dedicar dependen mucho del alumno, pero pueden variar entre 6 y 12 horas (se pueden ver las lecciones a velocidad rápida, yo suelo hacerlo con el mplayer a 1.3x y ahorras mucho tiempo). Si se quiere, se puede. Y luego hay algún curso introductorio que te lo meriendas en 3h a la semana. Además puedes descargarte los videos y los PDFs a tu equipo y los ves donde y cuando te de la gana, aprovechando ratos muertos.

        Lo dicho, lo complicado no es hacer un MOOC, lo complicado es hacer varios a la vez, 3 o 4 como hago yo a menudo, pero uno solo…

    • Estaba esperándote como agua de mayo, Joe, porque ahora recuerdo tu post y cómo habías explicado que eras un auténtico autodidacta, ole. Buenas apreciaciones todas, y soy más de tu palo en este caso que en el de Fabrizio (sin acritud, compi). No tanto en lo de que se pueden hacer varios a la vez – según la rutina de cada uno puede ser complicado lograr hacer uno solo-, pero sí, (casi) siempre, en lo de quien quiere puede.

      Y con los MOOCs como con tantas otras cosas. Gracias por tu comentario, así da gusto.

  5. Bueno Fabrizio, tienes razón, no solo es cuestión de voluntad, también es necesario sacrificio 🙂 No, hablando en serio, yo tengo que renunciar a otras cosas (o postergarlas) para sacar tiempo para los MOOCs, no se puede tener todo, por eso digo que quiere, puede… a mi también me cuesta horrores acabar algún MOOC, no te creas que es fácil, no es la primera vez que tengo uno a punto de acabar y esa semana no me apetece nada, pero nada, ponerme a ello… pero me jode más echar por tierra el trabajo de varias semanas… como experiencia personal, hace tiempo estaba haciendo 8 MOOCs a la vez en tres plataformas distintas y en una semana, por circunstancias ajenas, se me fue al traste la planificación y tuve que conformarme con acabar los 3 que men0s dedicación me exigían. Pero muchos de ellos se repiten y puedes aprovechar el trabajo que tuvieras realizado hasta ese momento para la siguiente ocasión.

    De hecho mi estrategia es la siguiente, me apunto a todos los que me parecen interesantes, los empiezo y si uno no me dice nada o el planteamiento es un desastre (algunos que se hacen por primera vez son así), no tengo ningún inconveniente en abandonarlos, otros veo que me requieren más dedicación y solo veo las «lectures» o hago un par de semanas y espero a otra ocasión en que pueda combinarlo con otros que me requieran menos. Normalmente llego a un equilibrio en el que curso 3 o 4 simultáneamente, con uno o dos de ellos que me exigen menos que los demás. Algunos simplemente los audito, sin realizar tarea alguna, por pura curiosidad, como el muy reciente de Coursera, «Learning How to Learn» o el de » A Beginner’s Guide to Irrational Behavior».

  6. Pingback: Los MOOCs se hacen mayores - Dronte

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